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Bucaramanga
Sábado 01 de abril de 2017 - 12:00 PM

En 80% de los municipios de Santander se consume agua contaminada

Entre las principales causas del problema está la mala asistencia técnica de los operadores de las plantas de tratamiento del líquido.

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En 80% de los municipios de Santander se consume agua contaminada (Foto: Archivo/ VANGUARDIA LIBERAL )
En 80% de los municipios de Santander se consume agua contaminada (Foto: Archivo/ VANGUARDIA LIBERAL )

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En 80% de los municipios de Santander se consume agua contaminada (Foto: Archivo/ VANGUARDIA LIBERAL )

Consumir agua en cinco municipios de Santander representa un riesgo alto para su salud debido a sus elevados índices de contaminación. Mientras que hacerlo en otras 65 localidades, de las 87 que integran el departamento, le representa un riesgo entre medio y bajo a su salud. Es decir, en el 80% de los municipios de Santander el agua no es apta para el consumo humano.

Así lo confirmó a Vanguardia.com el secretario de Salud Departamental, Luis Alejandro Rivero, quien reveló el más reciente informe de los Índices de Riesgo de Calidad del Agua, Irca, que mide el nivel de contaminación del líquido vital. Los estudios también revelaron que solo 12 municipios de Santander tienen agua de buena calidad.

Este estudio analizó el año pasado, bajo 22 parámetros tanto físicos como químicos, el agua de los municipios del departamento. A cada localidad se le otorgó un porcentaje que oscilan entre 0% y 100%. Entre mayor sea el porcentaje registrado, mayor es el riesgo de contaminación del agua. Así lo estipula la Resolución 2115 de 2007, emitida por el Ministerio de Medio Ambiente.

No obstante, la norma establece que las muestras de agua con valores superiores a 5% serán consideradas “como no aptas para el consumo humano”. Ahora bien, el Ministerio de Medio Ambiente aclara que si los indicadores están por debajo del 14%, con prácticas simples, como hervir el agua, se pueden “eliminar algunos de sus agentes contaminantes”.

¿Cuáles son los municipios en alto riesgo?

Los municipios que registran el riesgo alto por contaminación son El Guacamayo, con 37,48%; El Playón, con 47,06%; Jordán, con 48,86%; Sucre, con 39,41%; y Santa Helena del Opón, con 87,41%. Esta última localidad se cataloga como un riego inviable sanitariamente, es decir, este municipio tiene el agua más contaminada de la región y si usted toma agua no tratada allí corren el riesgo de adquirir enfermedades como la hepatitis, diarreas, vómitos e intoxicación, según expertos.

Todo lo contrario sucede en los municipios como Barichara con 2,31%; Bucaramanga con 0,54%; Chima con 4,23%; Landázuri con 0%; Macaravita con 0%; Matanza con 4,72%; San Benito con 0%; San Gil con 2,10%; Simacota con 0%; Tona con 3,72%; Vélez con 4%y Villanueva con 3,86%.

El agua de los 65 municipios restantes tienen valores de contaminación que van desde el 14,1% hasta el 35%.

Esta redacción se contactó con Alexis Parra Rodríguez, alcalde de Santa Helena del Opón, quien aseguró que la administración municipal ya está tomando medidas de mitigación para disminuir los índices de contaminación del agua en el municipio.

"Cuando llegué a la Alcaldía el municipio no estaba certificado con servicios públicos porque el agua no era apta para su consumo. Lo que hicimos fue contratar personal competente para hacerle estudios al líquido y mantenimiento a la plata de tratatamiento que no funcionaba bien. Luego de los estudios, los niveles de contaminación han disminuido y el riesgo pasó de ser inviable sanitariamente a bajo", aseguró el mandatario.

Según los estudios realizados por la Empresa de Servicios Públicos Domiciliarios de Barbosa, contratada por la Alcaldía de Santa Helena del Opón para analizar la calidad del agua, el municipio tiene un nuevo índice de riego de calidad del agua, Irca, de 7,43%.

Pese a este panorama, los resultados obtenidos por la Secretaría de Salud de Santander evidencian una disminución en el número de municipios en riesgo alto en comparación con la medición de 2015.

Causas de los altos porcentajes de contaminación

La gerente de la Empresa de Servicios Públicos de Santander, Esant, Mónica Paola Monsalve Monroy, explicó a Vanguardia.com que una de las caudas de los altos índices de contaminación del agua que consumen los santandereanos recae en la mala asistencia técnica de los operarios de las plantas de tratamiento de agua y el deterioro en la infraestructura de las mismas.

Hay muchos tipos de plantas de tratamiento -de agua- pero los fontaneros (operarios de las mismas) suelen estar acostumbrados a las plantas convencionales y a procesos manuales. ‘De aquí saco los químicos a mano’, dicen. Cuando se enfrentan a otros tipos de sistemas de tratamiento de agua hacen las cosas de manera arbitraria”, explicó la funcionaria.

Un ejemplo de ello es el caso del municipio de El Playón, en el cual, según Monsalve Monroy, se construirá una nueva planta de tratamiento de agua porque la existente tiene más de 20 años fuera de servicio. “Están funcionando con un tanque y al tanque le echan cloro. Entonces, en el proceso el agua no es la mejor. El fontanero me dijo que para garantizar la calidad del agua, le echa mucho cloro (sin una medición exacta). Eso demuestra que hay falta de capacitación de estos funcionarios”, añadió la gerente de la entidad.

Aunque el cloro es un químico que ayuda en el proceso del tratamiento del agua porque elimina algunas bacterias, expertos afirman que su consumo en exceso genera complicaciones para la salud, tales como sarpullido, intoxicación, diarrea y vómito.

Monsalve Monroy agregó que la Empresa de Servicios Públicos de Santander se enfrenta a estos problemas como consecuencia de algunos cambios de trabajadores de las plantas de tratamiento, que corresponden al cambio de administración tanto municipal como departamental. “Con los cambios de administración también hay cambios de personal. Los operarios nuevos todavía no han sido capacitados y necesitan hacerlo de manera inmediata”, concretó la gerente de la Esant.

Consecuencias para la salud humana

Si bien los porcentajes del Índices de Riesgo de Calidad del Aguason un reflejo de la contaminación del agua en los diferentes municipios de Santander, los riesgos para la salud humana dependen de diferentes condiciones físicas y de salud de los consumidores.

Así, las contraindicaciones de consumir agua contaminada no serán las mismas en una persona con buen estado de salud, que en un niño o en un adulto mayor. Además, los riesgos dependen de la cantidad de agentes contaminantes que se consuman y el tiempo en el cual una persona beba agua contaminada.

Carlos Manuel Parra, jefe de Laboratorio Control de Calidad de Agua del Acueducto Metropolitano de Bucaramanga, aseguró a Vanguardia.com que a pesar de que hay unos indicadores de municipios que contienen los valores de contaminación, el riesgo está asociado a la calidad de vida de las personas y que estos se dividen en efectos agudos y crónicos.

En el primer caso, se hace referencia a los efectos para salud que aparecen de manera inmediata luego del consumo del líquido contaminado; mientras que los efectos crónicos se relacionan a aquellas afectaciones para la salud que surgen luego de días, meses o año del consumo del agua.

Un ejemplo de afecto agudo puede ser consumir agua con niveles muy altos de mercurio. La ley dice que los niveles máximos de este metal en el líquido es de 2 miligramos por litro de agua, entonces un niño que consume agua con valores por encima de los 30 miligramos puede incluso perder la vida. Mientras que un adulto que consume pequeñas dosis, durante 40 o 50 años, pues tendrá un efecto que se denomina crónico. Es decir, no es inmediato”, explicó el experto.

Parra también explicó que hay agentes contaminantes microbiológicos y metálicos. Los agentes microbiológicos pueden ocasionar afectaciones a la salud como diarreas, dolores estomacales y fiebres dependiendo de la calidad de vida del consumidor del líquido vital.

“Hay casos en los que por ejemplo, en el parámetro de turbiedad, según la ley, no debe superar las dos unidades, pero que el agua esté por debajo de dicho rango no quiere decir que sea de mejor calidad que el agua de un municipio que supere este valor. Quiere decir, que aunque se vea más turbia, puede tener menos agentes contaminantes que otras que se vean más limpias”, aclaró el jefe de Laboratorio Control de Calidad de Agua del AMB.

El agua contaminada, aunque se vea limpia, puede contener microorganismos perjudiciales para la salud. Por tal razón, Carlos Manuel Parra hizo énfasis en la necesidad de capacitar a los operarios de las plantas de tratamiento de agua para garantizar un correcto proceso de potabilización del líquido.

¿Qué se puede hacer para disminuir los niveles de contaminación del agua?

Ante el preocupante panorama en cuanto a la calidad del agua en Santander, Mónica Paola Monsalve Monroy le explicó a esta redacción que están haciendo capacitaciones y trabajos de seguimiento con los operarios de las plantas de tratamiento.

Hemos hecho capacitaciones en las que invitamos a los operarios de las plantas de tratamiento de los 87 municipios de Santander. Vamos a llegar a cada una a capacitar a sus operarios según el tipo de planta que tengan en el municipio”, agregó la funcionaria.

Otra de las acciones que ejecuta la entidad para mejorar la calidad del agua, es la potabilización del líquido. Ello, consiste en un proceso que se hace mediante la construcción de las plantas de tratamiento de agua potable en las localidades. En estas estructuras el agua se capta de las fuentes abastecedoras, que pueden ser ríos, pozos profundos o reservorios. Después, se direcciona por conducción y pasa a un desarenador. Finalmente, el agua pasa por red a las diferentes plantas de tratamiento que transporta el líquido al consumidor.

“Un caso es la planta de tratamiento que inauguraremos en Los Santos. Esa planta está proyectada para tratar los caudales del río Chicamocha y del embalse La Cañada, por eso creamos un nuevo sistema de aireación en la parte superior de la estructura, porque la cantidad de material adicional del agua del embalse requiere de otro tratamiento”, explicó Monsalve Monroy.

*Foto: Didier Niño.

Sin embargo, la ingeniera relató que esun proceso difícil que requiere del apoyo conjunto de cada una de las administraciones locales, pero que en algunos casos, como Vetas, debieron abandonar las labores de capacitación y control por falta de ayuda del municipio. Además, manifestó que solo cuentan con un presupuesto de $4 mil millones de pesos para invertirlos en todos los municipios del departamento.

Aunque no se puede estimar en cuánto tiempo los índices de contaminación del agua disminuirán debido a los diferentes valores de cada municipio, Monsalve Monroy aclaró que el objetivo es que todos los porcentajes del agua en Santander queden entre 0% y 5%.

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Publicado por VALESCA ALVARADO RÍOS

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