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Colombia
Sábado 18 de julio de 2020 - 12:00 PM

En busca de un medicamento para tratar la COVID-19

Expertos coinciden en que son mucho más importantes las medidas de bioseguridad como el lavado de manos, el uso del tapabocas y el aislamiento físico, que automedicarse.

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Fotoilustración / VANGUARDIA
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Desde que apareció el virus SARS-CoV-2, que posteriormente fue considerada pandemia por la Organización Mundial de la Salud, OMS, comenzó la carrera de los investigadores por encontrar un medicamento efectivo para el tratamiento de esta enfermedad.

En la actualidad se adelantan al menos 1.700 ensayos clínicos alrededor del mundo con más de 200 sustancias o alternativas terapéuticas.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos, Invima, en Colombia también se vienen realizando ensayos clínicos y el más reciente es con la Ivermectina en Cali.

Allí, de acuerdo con Julio César Aldana, director de Invima, “es un estudio en 400 pacientes donde 200 de ellos se van a someter a la aplicación de la sustancia y en 200 pacientes va a ser usado un placebo. Esta es la única manera de recabar información y datos sobre la seguridad y la eficacia sobre la sustancia, en este caso sobre la Ivermectina.”

Sin embargo, también se han escuchado nombres de medicamentos como Remdesivir, Interferón, Dexametasona, Cloroquina, Hidroxicloroquina, entre otros, y recientemente investigadores israelíes y estadounidenses encontraron que un medicamento para reducir el colesterol podría ser efectivo para tratar la COVID-19, pero aún no hay evidencia clínica confirmada a este beneficio.

Cuidado con los efectos secundarios

En este sentido, Carlos E. Trillos Peña, MD, MSc Epidemiólogo, profesor principal de la Universidad del Rosario, explica que “si bien algunos medicamentos han demostrado en estudios de laboratorio mecanismos de acción contra el virus y resultados alentadores en fases clínicas iniciales, no se ha logrado documentar con estudios clínicos su eficacia en el tratamiento de la COVID-19. Algunos de estos tienen un perfil de seguridad cuestionada, dado que presentan efectos secundarios que pueden poner en riesgo la vida de las personas”.

Trillos Peña explica que hay que recordar que todos los medicamentos, sin excepción, pueden producir efectos secundarios, lo cual depende del tipo de molécula y del paciente, desde alergias leves a mortales, problemas renales, hepáticos, neurológicos, cardiovasculares, hematológicos y efectos en el embarazo. Con la COVID-19, estos efectos secundarios se pueden “incrementar con la enfermedad, las condiciones del paciente o las combinaciones no cuidadosas de productos, razón por la cual no debemos auto medicarnos”.

En la misma dirección, Carlos Calderón Ospina, médico farmacólogo, doctor en Ciencias Farmacéuticas, profesor y jefe de la Unidad de Farmacología de la Universidad del Rosario, explica que es importante tener en cuenta que la mayoría de los medicamentos han sido reposicionados, es decir, son medicamentos que se han investigado de forma exhaustiva en enfermedades completamente diferentes a la COVID-19 y que se encuentran aprobados para el manejo de enfermedades muy distintas a la de la infección por el nuevo coronavirus.

Por ejemplo, explica Calderón Ospina, en el caso de la hidroxicloroquina es un medicamento aprobado para algunas enfermedades reumáticas y para la malaria que también se ha investigado para el coronavirus y para el cual los estudios clínicos controlados de referencia a nivel mundial han concluido que no funciona.

Lo que pasó, recuerda el experto, es que este medicamento fue ampliamente promovido con base en reportes anecdóticos y series de casos que son estudios sin grupo de control y con bajo nivel de evidencia. Esta situación, sumada al gran impacto mediático generado por la declaraciones de líderes mundiales como Donald Trump, que promovieron el uso indiscriminado de este medicamento, generó confusión entre la población e incluso entre la misma comunidad médica y científica, entorpeciendo la agenda de investigación.

El problema fundamental es que este tipo de acciones, asegura Calderón Ospina, promueve una automedicación inadecuada desde todo punto de vista, porque los pacientes terminan usando medicamentos no aprobados para el virus que aún están en fase de investigación y a la vez se exponen a una serie de efectos adversos potenciales de forma innecesaria.

Peor aún, los pacientes se podrían relajar frente a las medidas de autocuidado como el distanciamiento social o el lavado de manos por estar usando un medicamento sin eficacia probada y efectos secundarios bien documentados.

Calderón Ospina recuerda que, por ejemplo, en el caso de la Ivermectina, que se empezaría a estudiar en el país para COVID-19, es un medicamento que no está exento de efectos adversos como problemas cutáneos, molestias gastrointestinales y alteraciones neurológicas que incluyen vértigo y confusión, entre otros. Por ello, reitera la invitación a no automedicarse como una medida adicional al autocuidado, y a respetar y entender los tiempos de las investigaciones que se encuentran en curso.

¿Cuáles son las probabilidades?

De acuerdo con las cifras, en Colombia se superan los 170 mil contagios y lo que se busca cada día con los diferentes medicamentos es encontrar un tratamiento efectivo.

Diego Rincón Castillo, médico de la Universidad Industrial de Santander, UIS, con Maestría en Farmacología de la Universidad de Antioquia y profesor de la UIS, explica que con las pruebas “ensayo - error” lo que se busca es determinar las probabilidades de éxito de cada medicamento y, además, “lo que hace toda la ciencia en salud es buscar qué herramientas sirven para modular la respuesta inflamatoria que produce el virus SARS-CoV-2 en el cuerpo humano.

Sin embargo, precisa Calderón Ospina, estos estudios deben llevarse a cabo en centros de investigación destinados específicamente para ese fin, que cuentan con el personal, los protocolos y los insumos idóneos para la conducción de estudios clínicos con nuevos medicamentos o con fármacos ya conocidos para nuevas indicaciones, como es el caso de los que están siendo investigados

Rincón Castillo agrega que todos los medicamentos en mayor o menor grado tienen actividad antinflamatoria, pero la respuesta de cada paciente es distinta porque no todos reaccionan de la misma manera y no todos tienen el mismo mecanismo de defensa. Prueba de ello es el amplio espectro de edades de las personas que han muerto por el virus.

Glosario

1. Remdesivir: ha demostrado tener actividad in vitro contra el SARS-CoV-2 y podría reducir el tiempo de hospitalización en pacientes con COVID-19 severo. Es un medicamento de uso intrahospitalario exclusivamente que actualmente está siendo investigado para la enfermedad.

2. Ivermectina: es utilizado como antiparasitario y se comenzó un estudio para el tratamiento del nuevo coronavirus en Cali. Dado su potencial de efectos adversos y su falta de eficacia comprobada en la COVID-19, se desaconseja enfáticamente la automedicación con este producto.

3. Interferón: Producto biológico de uso intrahospitalario que se utiliza principalmente para tratar la Hepatitis B o C, y se está probando en estudios clínicos en pacientes hospitalizados por COVID-19.

4. Dexametasona: Es un corticoide de alta potencia que se emplea para atenuar la respuesta inflamatoria de los pacientes en diferentes condiciones. Un estudio británico señaló que podría reducir la mortalidad en pacientes hospitalizados por COVID-19 severo que requieren oxígeno.

Es un medicamento de uso intrahospitalario exclusivamente y tiene muchos efectos secundarios, por esta razón se desaconseja enfáticamente la automedicación con este producto.

5. Hidroxicloroquina: Es un medicamento utilizado para tratar la malaria y otras enfermedades reumáticas.

Aunque ha sido ampliamente estudiado para la prevención y el manejo de la COVID-19 parece ser ineficaz en esta condición.

Tiene muchas reacciones adversas que incluyen, entre otras, a las arritmias cardiacas potencialmente fatales, por este motivo se desaconseja enfáticamente la automedicación de este medicamento.

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Publicado por Nelly Vecino Pico

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