Las exportaciones de café representan casi la mitad de la canasta exportadora no minero energética de Santander. En la Cumbre Cafetera se resaltó este papel y se revisaron las peticiones del gremio al Gobierno nacional.
El café representa el 47,3% de las exportaciones no minero energéticas de Santander, con corte al primer semestre del 2022. Y registró un incremento del 9% frente al mismo periodo del 2021.
Estas cifras ubican al café como el principal producto agropecuario de exportación del departamento. Por eso, en la edición 86 de la Cumbre Cafetera, que se realizó ayer en Cartagena, el santandereano Gustavo Andrés Gómez Montero, director ejecutivo de la Asociación de Exportadores de Café (Asoexport), resaltó la importancia del grano para la economía regional.
“En la canasta exportadora no minero energética el café es el producto de exportación más importante de Santander. A su vez, los precios internacionales del grano han permitido que en esas zonas de producción del departamento lleguen más recursos, se irrigue esa riqueza entre los productores, campesinos, exportadores y familias cafeteras”, dijo Gómez Montero.
Hizo un llamado a mejorar la conectividad en Santander porque las vías son fundamentales para sacar ese producto de exportación porque el departamento no está al lado de los puertos y tiene que ser lo suficientemente competitivo para poder llegar a los mercados internacionales.
Sobre la reapertura de la frontera, el gerente general de Asoexport señaló que este hecho plantea oportunidades para Santander y que el café procesado y con valor agregado será crucial para llegar al mercado del vecino país.
Caficultura en Santander
La actividad cafetera en Santander es desarrollada por 32.602 familias cafeteras en 37.974 fincas y genera el equivalente a 41.000 empleos directos en las zonas rurales. Las 51.840 hectáreas sembradas en café en 75 municipios de Santander representan el 23% de la producción agrícola departamental. 97,35% de las hectáreas están sembradas en variedades resistentes.
Según la Federacafé, Socorro y otros municipios cercanos ostentan los primeros renglones de producción con características muy diferentes, con tecnificación del 99,87%, mayores densidades, variedades resistentes a la roya, plantaciones renovadas cambiando su edad desde 12,87 años en el 2008 hasta 6,16 años en junio de 2021, con 79% bajo sombra de excelente manejo, convirtiéndose así en una de las caficulturas más jóvenes y productivas del país.
La producción regional tuvo un incremento superior al 100% en los últimos 10 años, llegando a la fecha a 730.000 sacos por año, ubicando a Santander en el sexto departamento en área y el octavo en producción con un 5,21% a nivel nacional.
Peticiones
Sobre el plano nacional, el gerente general indicó que hay varias peticiones al Gobierno, como los incentivos para renovación y fertilización.
“Otro tema relevante para el sector es que la Nación propicie reglas de juego claras y estables, que generen confianza para el sector exportador y empresas, para que tengan la certeza de seguir operando”.
Agregó que la conectividad es otra petición urgente e insistente del gremio cafetero. “Si tenemos la meta de ampliar y diversificar las exportaciones, es fundamental la conectividad vial, logística y de Internet. Hay que conectar a esas zonas de producción del país con los centros de consumo a nivel nacional e internacional”.
Gómez Montero insistió en que se requieren más y mejores vías terciarias, así como carreteras nacionales y puertos.
“Por ejemplo, hace una semana tuvimos una contingencia que impidió las exportaciones de café en el puerto de Buenaventura, que ya había pasado anteriormente. Esto dificulta la diversificación de las exportaciones y que se pueda aumentar el nivel para beneficiar a las regiones productoras”.
El dirigente gremial recalcó que, para exportar más, se necesita la conectividad para ser rentable en las exportaciones. “De nada sirve aumentar la producción si no hay una forma de conducirla tanto a los centros de consumo como al mercado internacional, que es el que más consume café colombiano”.
Hacia el exterior
En cuando a las exportaciones, Javier Díaz Molina, presidente de Analdex, estimó que el comercio mundial tendrá un menor crecimiento para el 2023, por causa de la alta inflación, subida de tasas de interés y las afectaciones de la guerra entre Rusia y Ucrania, lo que impactará también a Colombia en sus exportaciones. “Esa fuerte desaceleración la veremos en 1% de crecimiento”.
No obstante, resaltó que las exportaciones no minero energéticas del país han ganado terreno, por lo que Colombia puede convertirse en una gran despensa de productos y servicios agropecuarios para atender la demanda mundial.
“Frente a esta realidad, hay un repunte de precios porque Colombia importa gran parte de sus fertilizantes, aunque los precios de fletes están regresando a niveles normales entre 2.500 dólares y 3.000 dólares por contenedor, aunque los niveles de servicio siguen retrasados”, explicó Díaz Molina.
El líder gremial insistió en que Colombia tiene que resolver primero sus déficits gemelos, es decir, el fiscal y el de cuenta corriente. Y para reducirlos, primero debe aumentar las exportaciones; y segundo, diversificarlas para que suban los ingresos.
