Lupa a las pensiones, es el nombre del seminario que se realizó en los Andes liderado por Anif, Fedesarrollo y el Cede.
Durante el encuentro realizado en el auditorio Mario Laserna de la Universidad de los Andes participó el director ejecutivo de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, quien presentó el sistema pensional que propone la entidad y cómo se aleja o acerca de las medidas que, por ahora, se conocen.
Mejía precisó que “no solamente tenemos un problema de baja cobertura sino que también los subsidios del régimen público le llegan a las personas de más altos ingresos, hay que mejorar la inequidad horizontal”.
En cuatro pilares se divide la propuesta de Fedesarrollo como: el pilar cero, no contributivo; un primer pilar, semicontributivo, un segundo pilar de ahorro obligatorio y un tercero de ahorro voluntario individual.
En el caso del cero, Mejía explica que la propuesta es crear un pilar universal plenamente subsidiado. Sin embargo, para que sea llevadero, este no podría ser de $500.000 como ha planteado el Gobierno pues costaría más de 100 puntos del PIB, sino que tendría que ser de $213.000 mensuales (35 puntos del PIB).
“Se movería en la línea de la pobreza extrema, al entregarlos a los adultos mayores se lograría sacarlos de esa situación, desde una capacidad política y una capacidad fiscal”, precisó.
Por otro lado, en el pilar uno, el foco estaría en las personas que ganan menos de un salario mínimo y aquí, la propuesta es que los Beneficios Económicos Periódicos (Beps) se vuelvan obligatorios, así se aseguraría que las personas que no cumplan los requisitos del sistema, puedan recibir pensión.
En el pilar dos, se plantea que todos los fondos, incluyendo Colpensiones, entren a competir por los cotizantes “y para evitar un costo fiscal, Colpensiones debería migrar a un sistema de cuentas nocionales, un sistema de ahorro individual virtual, un extracto con el tamaño de su ahorro, una rentabilidad implícita”, añade.
La propuesta finaliza con el pilar de ahorro voluntario, en el que quienes ganen más de los topes puedan seguir, como su nombre lo indica, ahorrando este dinero para asegurar ingresos en su vejez.
“No va a haber ninguna propuesta de reforma pensional que no tenga un costo fiscal, es muy difícil resolver el tema de cobertura, pero tenemos que disciplinar la decisión en lo que es fiscalmente posible. Nuestra propuesta consideramos que es razonable desde el punto de vista fiscal”, añadió Mejía.
Mejorar la cobertura
Por otro lado, también participó en la discusión Oscar Becerra Camargo, profesor facultad de Economía Universidad de los Andes, quien coincidió en que el punto indiscutible es que se requiere una reforma pensional que se enfoque en mejorar la cobertura.
Becerra explicó que actualmente, solo uno de cada cuatro personas acceden a pensión contributiva y uno de cada cuatro recibe subsidio de Colombia mayor. Lo que determina que 3,5% del PIB se centra en el pago de pensiones y un 2,3% en regímenes especiales.
“Si la contribución y la sostenibilidad solo vienen vía subsidio vamos a tener un golpe fiscal. Un diseño más estructurado permitiría llegar a un costo fiscal más razonable”, añadió el docente.
Frente a la propuesta del Gobierno, que consta de un sistema de pilares, Becerra señaló que hay espacio para las mejoras. Y una de sus propuestas es que Colombia Mayor se complemente con los Beps, es decir, que una vez las personas vayan aumentando su ahorro, el programa de subsidios se vaya minimizando.
Finalmente, precisó que no hay que descartar aumentar la edad de pensión pues, por ejemplo, solo con aumentar tres años más, se podrían rescatar 10 puntos del PIB en valor neto.
“Mejores instituciones refieren mejores pensiones. Hay entidades de cada una se encarga de un pedazo. El diseño de política va por un lado, la fiscalización va por otra, cada una se enfoca en su nicho, entonces para tener una visión integral y coherente necesitamos mejores instituciones y una posibilidad podría ser la creación de una entidad única”, concluyó Becerra.
