El Capítulo Sur de Santander, de la Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco, no solo acertó cuando convocó a los candidatos...
¿Volverá el pago de recargo nocturno, dominicales y festivos? Viceministro de Relaciones Laborales revela detalles de la reforma
- Suministrada / VANGUARDIA Edwin Palma es maestro en Derecho de la Universidad Externado de Colombia, especialista en Derecho Laboral y Constitucional, y miembro del grupo de expertos latinoamericanos en relaciones laborales de la Universidad de Castilla - La Mancha (España).
Regular las diferentes formas de contratación es uno de los focos de la reforma laboral que presentará el Gobierno Petro en las próximas semanas, con el objetivo de mejorar las condiciones de los trabajadores.
Sobre esto habló el abogado santandereano Edwin Palma, viceministro de Relaciones Laborales e Inspección, en su visita a Bucaramanga, donde socializó y dialogó con gremios, estudiantes, sindicatos y empresarios sobre los cambios que se están planteando para el mercado laboral.
Uno de ellos es que los conductores de plataformas y modelos webcam empezarían a cotizar en el sistema de seguridad social. Otro de los aspectos que se debe aclarar, según Palma, es si estos trabajadores son subordinados o independientes.
A partir de estas declaraciones, Vanguardia conversó con Palma acerca de los temas, pilares y transformaciones que traerá el texto de reforma.
Una de los pilares de la reforma laboral del Gobierno Petro es mejorar las condiciones de trabajo a través de la contratación. ¿En qué consiste esa apuesta que tiene como base la dignidad de los trabajadores?
Desde antes de posesionarse, tanto el presidente Petro como la ministra de Trabajo, Gloria Ramírez, han hablado de dignificar el trabajo. Esto es hablar de la estabilidad, es decir, que el trabajador no tenga una inestabilidad en su empleo.
Buscamos acabar con esas filas de personas que van por un contrato por prestación de servicios y les toca trabajar dos meses gratis para que les den solo tres de contratación.
Necesitamos acabar esa práctica, eso es precarización del sector público y también pasa en el privado.
¿En ese listado de cambios se reafirman las horas extras, dominicales y festivos?
Ya lo hemos dicho con precisión, esta reforma les devolverá a los trabajadores lo que quitó la reforma laboral del 2002, como los recargos nocturnos, dominicales. Eso es dar estabilidad y dignidad a los empleados, eso tendrá un efecto positivo en la economía, porque un trabajador en esas condiciones podrá acceder a más derechos.
En ese orden de ideas, ¿cómo quedarán los contratos a término fijo y los de prestación de servicios?
Insisto en que esta reforma quiere dar estabilidad al empleo. El contrato temporal o a término fijo es para actividades netamente temporales, mientras que las permanentes deben ser con contratos a término indefinido. Así se hizo la reforma laboral española y hoy tiene efectos positivos en la economía de ese país.
Lo mismo ocurre en el sector público, ya lo ha dicho el presidente Petro, contrato por prestación de servicios que cumpla con los requisitos de vinculación laboral tiene que ser trabajador de planta. Necesitamos materializar estas propuestas y eso requiere el apoyo ciudadano.
Dentro de la dignidad laboral, ¿cómo se ubica la informalidad?, ¿qué reformas habrá para esa población?
En la informalidad hay tres grupos, uno que está relacionado con el incumplimiento de la ley, donde no hay seguridad social ni derechos en el trabajo. Por ejemplo, las plataformas digitales que tienen cerca de 100 mil trabajadores sin derechos laborales, ni seguridad social. Otra informalidad tiene que ver con la empresarial, es decir, esas compañías que no se formalizan y le trasladan la informalidad a sus trabajadores. El mejor ejemplo son los estudios ‘webcam’. En Colombia hay cerca de 60 mil de estas unidades de negocio y por lo menos 300 mil empleados en ese sector. Y quedan otras actividades no asalariadas que se denomina economía popular, que tendrán que ser objeto de procesos asociativos y de cooperativismo, por ejemplo, buscar la manera de no darle a los megacontratistas esos proyectos de mejoramiento de vivienda, sino dárselos a asociaciones de albañiles. Y no se queda concentrada la riqueza en unos pocos.
Se habla mucho de derechos laborales y dignidad para el empleado. ¿Y las empresas, qué hay para el empleador en la reforma laboral?, ¿más carga o mayor flexibilización?
Las empresas tienen que adaptarse a los cambios. Un ejemplo de esa adaptación es el sindicalismo que no se adaptó y sigue pensando como el modelo taylorista y el esta-fordista del trabajo.
Esto demuestra que hay empresas colombianas con jornadas de trabajo de ocho horas diarias a seis o cinco días a la semana, mientras que está otro grupo que se adapta y ahora trabajan cuatro días a la semana. Estas funcionan bien y han elevado sus niveles de productividad. Eso implica que las empresas y organizaciones también tienen que hacer ajustes y repensarse.
Cómo pensamos que este país mantuvo sus niveles de productividad, a pesar del golpe de la pandemia, en el que todos nos metimos en la tendencia de la reinvención. Eso implicó compromiso de los trabajadores, organización administrativa y esfuerzo del empresariado. Muchos se quedaron en la casa trabajando y funcionó. Todavía hay jefes que quieren ver al trabajador sentado ocho horas en su escritorio, como cuidando ovejas.
Las nuevas tendencias comprueban que hay trabajos o actividades que se pueden hacer virtual o a distancia de la oficina. Esto implica entender el mundo del trabajo de otra formal. A eso hay que agregarle tecnología para aumentar la productividad y la calidad de vida de los trabajadores. Pero si seguimos pensando de manera cuadriculada, como jornada de ocho horas y sin derechos laborales para generar empleo, esa no es la salida.

Periodista económico en Vanguardia. Magíster en Estudios Políticos, de la Universidad de Caldas. Comunicador Social – Periodista, egresado de la Universidad Pontificia Bolivariana. De La Guajira.
malguero@vanguardia.com