Por estos días cuando Bucaramanga y los municipios del área metropolitana afrontan una alerta por alta contaminación atmosférica, la importancia de la salud respiratoria cobra mayor fuerza.
La semana pasada, Bucaramanga y su área metropolitana experimentaron preocupantes índices de calidad del aire.
Según la autoridad ambiental, en este caso la Cdmb, el aire que respiraron durante 36 horas los habitantes de Bucaramanga, Floridablanca, Piedecuesta y Girón, se ubicó en la categoría “dañina”. En otras palabras, las concentraciones de material particulado PM 2.5 superiores a los 38 microgramos por m³, fueron consideradas “dañinas” para población sensible como adultos mayores, mujeres embarazadas, niños y personas con enfermedades respiratorias.
Así pues, la calidad del aire repercute directamente en la salud de las personas y tiene unos efectos nocivos en el organismo.
Las cifras son reveladoras. El 64 % de las muertes anuales ocasionadas por la contaminación en Colombia, se atribuyeron a material particulado, un término que se refiere a la mezcla de partículas sólidas y gotas líquidas que se encuentran en el aire.
Desde el punto de vista de la salud, Elix Ramos, especialista médico en GlaxoSmithKline, GSK, señala que es evidente que las personas que viven en zonas con aire más contaminado, tienen mayor riesgo de enfermedades respiratorias.
Lo mismo ocurre con los períodos de mayor o menor contaminación en una misma región, que se asocian a variaciones consistentes de la ocurrencia de este tipo de patologías.
Todo esto trae como consecuencia, según Ramos, un impacto negativo en las personas que padecen enfermedades respiratorias, “no solo por la aparición o incremento de síntomas como tos o dificultad para respirar sino además en su calidad de vida asociada a salud”.
El médico internista explica a Vanguardia cuáles son las enfermedades, los factores de riesgo y ofrece unas serie de recomendaciones frente a la contaminación atmosférica.
Elix Ramos, especialista médico en GSK, advierte que la exposición a altos niveles de contaminación del aire se puede asociar a un incremento del riesgo de infecciones respiratorias e incluso a cáncer de pulmón.
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“No debemos olvidar que la contaminación ambiental es también un factor importante para el desarrollo y la evolución tórpida de la EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), y también se ha asociado a un incremento en el diagnóstico de asma”, menciona el experto consultado.
Ahora bien, muchas de estas enfermedades asociadas con la pobre calidad del aire afectan en mayor proporción a población vulnerable, incluyendo niños y adultos mayores. De allí, a juicio de Ramos, la importancia de que estemos todos más conscientes de la calidad del aire que respiramos.
