La salud de una sociedad tiene mucho que ver con la forma en que las administraciones tratan a sus ciudadanos más vulnerables, y los peatones son, indiscutiblemente, los usuarios más indefensos de nuestras calles.
Judicial
Leidy, una santandereana con botas y pantalones bien puestos
Leidy Lizarazo Niño tiene 31 años, 12 de ellos vistiendo orgullosa el uniforme verde oliva. Dicen que la mujer es el sexo débil, pero Leidy sabe cómo demostrar lo contrario: es la única mujer conductora del Grupo de Operaciones Especiales (GOES), quien tiene la misión de movilizar y salvaguardar a un equipo táctico de operaciones urbanas.
Ser GOES es sinónimo de valentía, fuerza, riesgo... No es fácil llevar encima un pesado armamento y mucho menos la responsabilidad de salvaguardar la seguridad de los ciudadanos.
Leidy nació en Bucaramanga y desde niña despertó una gran pasión por los vehículos y las armas. No era amante del rosa, las princesas, las hadas, lo suyo eran las series de detectives y películas de acción.

Al ingresar policía trabajo más de tres años en el modelo de vigilancia comunitaria por cuadrantes, para luego realizar en Bogotá, un curso de Operaciones tácticas Urbanas. Más de dos meses le permitieron poner a prueba su condición física. El entrenamiento fue arduo para aprender a manejar armas de corto y largo alcance, necesario para realizar acciones operativas en objetivos de valor.
A diario se arma con un Tavor 21, de fabricación Israelí, de aproximadamente cinco kilogramos, que acompañados de toda la munición táctica, hacen que la patrullera Lizarazo porte un promedio de veinte kilos de elementos de combate añadidos a su cuerpo.

Con pistola en pierna, y proveedores de munición brasileña, está joven se levanta a muy tempranas horas a manejar la camioneta de doble tracción dónde moviliza a los compañeros de intervención.
Con licencia y prueba de idoneidad, Leidy maniobra el volante con agilidad y está lista para reaccionar ante un ataque sorpresa, sin dejar a un lado su toque femenino, el gusto por el fútbol y la gran ayuda que realiza como hija y vecina del barrio San Francisco.
A lo la largo de su carrera ha ayudado al desmantelamiento de bandas criminales, estructuras dedicadas al microtráfico, gracias a su dedicación y capacidad de reacción. Como ella afirma “cada vez que me pongo las botas, siento una adrenalina que me hace sacar fuerzas que me hacen sentir muy bien”.

Leidy es la única mujer de tres hermanos, y la responsable de cuidar a su progenitora Herminda Niño, quien siendo ama de casa siempre le enseñó el valor de los principios morales y la honradez.
Leidy es el retrato de la mujer santandereana: valiente, aguerrida, fuerte. ¡Feliz días para todas!