La variante, conocida como B.1.640.2, ha sido estudiada en al menos 12 personas desde el inicio de diciembre pasado en el país galo.
Médicos del Instituto Hospitalario Universitario en la ciudad francesa de Marsella detectaron una nueva variante del virus que desarrolla la enfermedad COVID-19, denominado IHU.
Esta variante, conocida como B.1.640.2, ha sido estudiada en al menos 12 personas desde el inicio de diciembre, y las personas diagnosticadas provienen de la comuna de Forcalquier, al sur de Francia.
La variante cuenta con al menos 46 mutaciones y 37 deleciones, y el caso de contagio de mayor antigüedad llegó al país procedente de Camerún, de acuerdo a un informe.
Por ahora, los especialistas no tienen información detallada sobre la velocidad de transmisión o el peligro que pudiera representar.
El primer contagiado es un paciente que llegó de Camerún a territorio francés y mostró “una combinación atípica en sus pruebas” que no pertenecen a las características de las mutaciones ya conocidas: delta y ómicron.
Será en una semanas cuando se pueda obtener mayor información de la mutación que, en palabras de los investigadores, representa una “combinación atípica”.
La aparición de la nueva variante llega en un contexto de aumento de casos significativo en Francia, ya que el 29 de diciembre fueron reportados 208 mil nuevos contagios.
El Gobierno francés ha endurecido sus medidas contra el COVID-19 ante el incremento de casos, y a partir del próximo 15 de enero los menores de edad tendrán que portar el tapabocas en sitios públicos.
“Estos datos son otro ejemplo de la imprevisibilidad de la aparición de variantes del Sars-Cov-2 y de su introducción en un área geográfica determinada desde el extranjero”, detallan los investigadores.