Los últimos días han sido tan agitados en términos de la agenda pública que es difícil apartarse un momento del frenesí diario y observar los patrones y tendencias a largo plazo.
Aprovecharé la publicación de algunas encuestas de opinión pública para hablar sobre estos cambios graduales que están ocurriendo en la población colombiana.
En primer lugar, la tendencia al aumento de aquellos que se autoidentifican como de izquierda se ha frenado y, en cambio, ha comenzado a disminuir. Según la encuesta de Polimétrica de Cifras y Conceptos, cuando Colombia eligió a Duque en 2018, la izquierda representaba el 12%. El paro de 2019, la desaprobación de la gestión de Duque y la pandemia hicieron que este número aumentara al 23% en octubre de 2020. A partir de entonces, más personas se autoidentificaron como de izquierda que como de derecha. El punto máximo se alcanzó justo después de la posesión de Petro en noviembre de 2022, cuando el 30% se sentía de izquierda. Sin embargo, ahora, después de 6 meses de gobierno y teniendo en cuenta el aumento en la desaprobación del presidente y las dificultades para llevar a cabo las reformas prometidas, el porcentaje de personas que se autoidentifican como de izquierda ha disminuido sustancialmente, ubicándose en el 20% en la medición de marzo de 2023. En otras palabras, en seis meses la izquierda ha perdido un tercio de su base de apoyo. Esto no es algo insignificante.
Sin embargo, esta reducción en la izquierda no ha significado un aumento en las personas que se ubican en la derecha. El gobierno de Duque fue una verdadera catástrofe para esa identidad. En octubre de 2019, un mes antes de las protestas masivas de ese año, el 40% de las personas se consideraban de derecha. Un año después, en octubre de 2020, después del primer paro y en plena pandemia, esta proporción se había reducido al 24%. Y otro año después, después del paro de 2021, apenas quedaba un 12% que se identificaba con esa posición ideológica. Sin embargo, las elecciones de 2022 permitieron despachar a Duque y revitalizar un poco a la derecha, logrando consolidar un 25% en el mes de la posesión de Petro. Este número no ha cambiado desde entonces, ni siquiera en los últimos seis meses.
Esto significa que la izquierda ha perdido terreno durante el gobierno actual del Pacto Histórico, sin que esa pérdida haya sido capitalizada por la derecha. Es un dato grave para la izquierda y aún peor para la derecha. ¿Cómo es posible que no logren sumar en esta coyuntura? ¿Están haciendo un trabajo tan terrible?
Lo que sí ha aumentado en los últimos seis meses son las personas que se autoidentifican como centristas. Es cierto que no hay mucha claridad sobre qué significa ser de centro, pero al menos es algo que se opone tanto a la derecha como a la izquierda.
De cualquier forma, la tendencia pinta un panorama complicado para el gobierno. Pareciera que Petro tuviera como propósito desperdiciar su capital político, que era abundante cuando llegó al poder. Los números parecen confirmarlo.
Twitter: @silvia_otero85
