En octubre y noviembre se registrarían las lluvias más fuertes del año en Santander
Yolanda González Hernández, directora General del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, explicó que desde mayo pasado se ha advertido sobre la posible llegada del fenómeno de La Niña durante el segundo semestre de este año, debido a la probabilidad de enfriamiento del océano Pacífico tropical.
La experta afirmó que en meses pasados dicha probabilidad estaba entre un 60% o 70%, pero en las últimas semanas este porcentaje aumentó a un 75%.
Desde ya, la recomendación es que tanto los ciudadanos como las autoridades se preparen ante los intensos aguaceros que se esperan en los próximos meses. “Climatológicamente, normalmente la segunda temporada de lluvias es la más fuerte del año. Al tener un enfriamiento que evoluciona o se mantiene en el océano, vamos a tener valores de las precipitaciones por encima del promedio, especialmente en octubre y noviembre”.
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Santander es una de las regiones que debe prestar especial atención a esta condición meteorológica, debido a su vulnerabilidad. “El departamento debe prepararse. Los alcaldes, la Gobernación y las comunidades deben estar pendientes”, recalcó la funcionaria.
González advirtió que ante esta situación se debe estar monitoreando no solo a las poblaciones ubicadas a orillas de ríos y quebradas, sino también a quienes habitan en terrenos inestables. “Las amenazas por deslizamientos se incrementan en temporadas de lluvia, y más si estos valores estarán por encima del promedio”, recordó.
Recomendaciones
La Directora General del Ideam pidió a los santandereanos no confiarse de las mañanas soleadas, puesto que las precipitaciones más fuertes se registran generalmente en las tardes y las noches.
Incluso, González comentó que octubre, además de ser uno de los meses más lluviosos, es el que más registra tormentas eléctricas. “Quienes están laborando en campo, deben albergarse y protegerse. En las ciudades se deben desconectar por algunos minutos los electrodomésticos. Si estamos haciendo algún deporte, tampoco es recomendable hacerlo durante las tormetas”.
Una de las mayores herramientas para prevenir tragedias es la implementación de sistemas de alerta temprana. “Si sabemos que hay fuertes lluvias en la cuenca alta, alguien podría avisar sobre una posible creciente a quienes habitan en las cuencas media y baja, para que tomen las medidas necesarias”, afirmó González.
Además, la funcionaria detalló que entre las zonas con mayor riesgo se encuentra el centro-oriente por sus laderas y paisaje montañoso. “En este sector se debe estar muy atentos a los deslizamientos, avenidas torrenciales y crecientes súbitas. Es aconsejable estar distante de las márgenes de los ríos y quebradas”.
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Otra área vulnerable es el occidente del departamento, por donde fluye el río Magdalena. “A medida en que va lloviendo en el centro y sur de la región Andina, empiezan a subir los niveles de este río, por lo que se deben monitorear los afluentes”, explicó.
Las personas que viven en barrios ubicados en laderas susceptibles a deslizamientos deben vigilar e informar cualquier cambio en el suelo o las viviendas a los consejos municipales de Gestión del Riesgo. “Si ven que las lluvia se prolonga por varios días o es muy intensa, mejor busquen donde albergarse mientras pasa la lluvia fuerte”.
González subrayó que los planes de prevención y contingencia de cada municipio actualmente deben estar activados. “Nos encontramos en la transición y se deben tomar las medidas necesarias, porque desde ya pueden ocurrir fuertes lluvias, granizadas, vendavales y tormentas eléctricas. Mientras poco a poco se va consolidando la temporada de lluvias, se incrementan las amenazas como inundaciones, crecientes súbitas y deslizamientos de tierra”.