Después de tres días internado en cuidados intensivos, Dilan Cruz murió la noche del pasado lunes. No alcanzó a recibir el diploma que lo acreditaba como bachiller, entregado a su hermana la mañana de ese mismo día. No alcanzó a aceptar la invitación que le había hecho la Universidad Pedagógica de Bogotá para seguir sus estudios superiores. Tenía 17 años.
El joven será trasladado a Medicina Legal donde su autopsia será una prueba más en las investigaciones que ha abierto la Fiscalía, Procuraduría y Policía para esclarecer qué pasó la tarde de ese sábado. ¿Qué proyectil utilizaba el agente que accionó el arma? ¿Se cumplió el protocolo establecido para dispersar la movilización? ¿Por qué se decidió utilizar el Esmad cuando, al parecer, la protesta se realizaba en completa paz?
El Estado, en cabeza de la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, ha entregado algunas declaraciones sobre los hechos. Según la jefe de la cartera, en una entrevista a la emisora W Radio, el accionar de la fuerza pública obedeció a un ataque de manifestantes que protestaban de manera violenta, y la muerte de Dilan, a un accidente.
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“Yo tuve la oportunidad de ver un video del hecho, y se ve que hay una confrontación entre los marchantes contra la policía, y la policía buscando operar para acabar con el disturbio. Será la Fiscalía y la Procuraduría los que deberán entregar un informe para tener claridad y justicia” señaló a la emisora. Algunos videos de ese día y relatos de testigos, sin embargo, la contradicen.
Personas que dicen haber participado de la marcha y distintos líderes de opinión señalan que la movilización en la que Dilan resultó herido nunca presentó ningún acto vandálico que ameritara el uso de la fuerza. Hablan, en cambio, de que el Esmad acorraló a los manifestantes a punta de gases lacrimógenos mientras estos alzaban las manos gritando “Sin violencia”. Así lo relata, por ejemplo, la profesora de la Universidad de los Andes y analista internacional, Sandra Borda.
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“Sobre lo de Dylan (sic) no quiero decir sino una cosa. En el Centro Internacional marchaban en calma y el Esmad venía detrás y les disparó gases sin motivo alguno. Luego pasó exactamente lo mismo en la Plaza de Bolívar”, comenzó diciendo Borda en un hilo en su perfil de Twitter el 23 de noviembre, minutos después de los hechos y sin que se conociera aún mayor información sobre el estado de salud del joven. Otros líderes de opinión como Hector Rincón han sostenido la misma versión.
Respecto al proyectil que impactó la cabeza de Dilan hay versiones que solo podrán ser confirmadas por el informe que presenten los médicos que atendieron al joven y Medicina Legal. Relatos que se han viralizado en redes sociales señalan la posibilidad de que se haya utilizado algo llamado “recalzadas”, una munición rudimentaria que reutiliza los casquillos de los gases lacrimógenos, llenándolos de balines y otros elementos que pueden provocar graves heridas.
Este proyectil no está permitido y aunque su uso ha sido desmentido por las autoridades, organizaciones sociales y estudiantiles llevan denunciando su supuesta utilización en otras movilizaciones y años anteriores.
La ministra del interior señaló que el Esmad no está dotado de esta clase de armas letales. “Estamos seguros de que el Esmad y la Policía nacional actúa dentro de un marco de respeto a los derechos humanos”, dijo. Versiones apuntan a que el proyectil que causó la herida a Dilan fue un gas lacrimógeno lanzado por un arma que no se debe dirigir, pues así lo indican los manuales de operación de este escuadrón, que señalan que los disparos se deben hacer en parábola, evitando que estos caigan directamente sobre alguien.
En un informe presentado por el Ministerio de Defensa el pasado 28 de octubre a la Comisión Sexta de la Cámara de Representantes, se señalan las armas con las que cuentan los integrantes de esta fuerza. Estas son:
- Bastón policial tipo tonfa
- Granadas fumigenas
- Cartuchos y granadas gas lacrimógeno
- Lanzadora de esferas (polvo de pimienta)
- Fusil lanza gas
- Granadas de aturdimiento
- Escopeta calibre 12 (munición menos letal: elastómeros)
- Cartucho de impacto dirigido.
- Cartucho impulsor.
En este documento también se especifican las circunstancias en las que el Esmad puede intervenir y cómo lo debe hacer, mediante un uso de la fuerza medida y no letal. La muerte de Dilan no es la única consecuencia de una de las semanas más convulsas que ha vivido Colombia durante la última década.
Según el Ministerio de Defensa, otras tres personas perdieron la vida en el Valle del Cauca, y cerca de 350 policías han resultado heridos producto de los enfrentamientos y los actos vandálicos que han intentado controlar. La ministra Gutiérrez añadió que “más de 400 civiles fueron atendidos en centros de salud, tanto en Cali y Bogotá, y una niña de 15 años que se debate entre la vida y la muerte”. Así mismo, indicó que son la Procuraduría y la Fiscalía han abierto investigaciones.
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Precisamente, el fiscal Espitia señaló que “ña investigación la inició un fiscal de la Unidad de Reacción Inmediata y después por competencia el caso lo asumió un fiscal de la Unidad de Vida de la Seccional Bogotá”. Agregó que “los funcionarios del CTI ya adelantaron entrevistas a las personas que estuvieron en el lugar como gestores de convivencia del Distrito, socorristas de la Defensa Civil, delegados de derechos humanos, asistentes a la manifestación, un patrullero de la Policía Nacional que actuó como primer respondiente y el médico cirujano que atendió a Dilan Cruz”.
Hace apenas unas horas, cuando Dilan aún permanecía con vida, su familia hacía un llamado al país para que su tragedia no fuera el combustible de nuevos y más violentos enfrentamientos. Tras la citación de nuevos cacerolazos y movilizaciones para este martes y miércoles en toda Colombia, esta petición ha sido repetida insistentemente.
