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Fútbol colombiano
Jueves 22 de septiembre de 2022 - 12:00 PM

Cómo acabar con la violencia en el fútbol colombiano Análisis

La problemática de la violencia en el fútbol colombiano sigue en aumento y se necesitan medidas para frenar este comportamiento dentro y fuera de la cancha. Qué se ha hecho en otros países para controlar este fenómeno

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Fotos: Raúl Palacios/ El País de Cali / VANGUARDIA
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Fotos: Raúl Palacios/ El País de Cali / VANGUARDIA

Los hechos de violencia presentados en el Estadio Doce de Octubre de Tuluá, en donde los hinchas del Deportivo Cali invadieron el terreno de juego para agredir a los jugadores y cuerpo técnico del equipo ‘azucarero’, pusieron una vez más sobre la mesa el problema de las barras bravas, que se convierte en un auténtico cáncer en el balompié nacional.

Pero, ¿a qué se le atribuye esta situación y qué se puede realizar para solucionar los inconvenientes?

Gilberto Ramírez, dirigente deportivo de Santander y también con amplia trayectoria en la academia, explica que la violencia en el fútbol “es un problema social de raíces profundas y todo arranca porque no hemos entendido el fútbol como lo que es, un juego, una diversión para el aficionado, por el gusto de ver el fútbol, y lo hemos convertido en un objetivo de vida, donde el resultado del equipo es la única alegría y no hay nada más. Se han convertido en fanáticos, así que tenemos fanáticos y pocos aficionados. El aficionado le gusta, se pone contento o triste por un partido, pero no sale a agredir a nadie, porque entiende que el jugador es un ser humano que se equivoca”.

El directivo también agregó que “la sociedad toma el fútbol como un objeto de vida, está girando alrededor del fútbol y es lo único que le interesa en la vida, cuando hay tantas cosas importantes más allá del fútbol, pero lo toman como la única fuente de satisfacción”. Por eso es importante “educar al aficionado, que también es una responsabilidad de los directivos, porque falta mucha formación”.

Por su parte, Eduardo Villamizar Mutis, también reconocido directivo de la región, advierte que la violencia en el balompié “es un problema de autoridad, primero que todo, y vale la pena hacer memoria de lo que hicieron en Inglaterra con los ‘hooligans’, que era un problema de violencia terrible, pero se logró terminar identificando y procesando a los responsables”.

Además, para Villamizar Mutis es viable “tener un tipo de acción de acercamiento con la gente, hacerlos entender que esta clase de comportamientos también afectan a la institución porque el Código Disciplinario indica que el club es el responsable de la conducta impropia de los aficionados y es sobre quien recaen las sanciones; se necesita mucha educación”.

La opinión del periodista

Entre tanto, desde el punto de vista de los periodistas, el santandereano Juan José ‘Jotas’ Mantilla sostiene que es un “tema de estado más que de fútbol”.

“Creo que lo acontecido en Tuluá hace parte del país mismo. Socialmente vivimos un complejo tramo de nuestra historia con intolerancias que gobiernan en todos los frentes y el fútbol no es una isla aparte, indicó ‘Jotas’, quien, al ser consultado por la responsabilidad de los comunicadores sociales, aseguró que “el periodismo no juega, opina. Y muchas de las manifestaciones de violencia en el fútbol son ejercidas por muchachos que solo leen redes sociales, donde el odio gobierna”.

La familia se alejó del estadio

Álvaro Ojeda, mejor conocido como ‘Fifa’, quien es el presidente de la barra Tienda Leoparda, le explicó a esta casa periodística hace unos meses que estos comportamientos “demuestran que el concepto de barrismo cambió totalmente”.

“Hace 20 años el tema de las barras era para la familia, de apoyar, pero ya ahora es vandalismo, violencia, donde al que tiene una camiseta diferente hay que atacarlo. Cuando yo viajo, a todo el mundo le tiran, sin importar la edad o la barra, me han dado puñaladas, y esto ya se tomó como disculpa, porque muchos toman el fútbol para hacer sus fechorías”, afirma ‘Fifa’.

La violencia en los estadios, también tiene en vía de extinción a esas barras denominadas de vieja guardia, en las que un grupo de amigos se reunían con el único fin de apoyar a un equipo, con cánticos, arrojando papeles, con pitos, banderas y en paz.

“Esas barras bonitas se fueron acabando porque llegaron las barras bravas y la violencia y eso las alejó, ya son muy pocas las que sobreviven”, agregó ‘Fifa’, quien también señaló que ha faltado más mano dura por parte de las autoridades.

Los jugadores hablaron

Entre los primeros futbolistas en tocar el tema está el arquero uruguayo Sebastián Viera, del Junior, quien escribió un hilo en su cuenta en twitter: “por favor evitemos la violencia. No es sano, no es correcto. El resultado final nos compromete a todos: estadios vacíos, alejar a los niños del estadio, problemas sociales. Les pido solidaridad completa con todo el plantel del Deportivo Cali, #FutbolEnPaz”.

Así mismo, la Acolfutpro, agremiación de los futbolistas profesionales de Colombia, rechazó lo sucedido. “Rechazamos los actos violentos contra futbolistas y cuerpo técnico del Deportivo Cali, y exigimos a las autoridades que estos actos sean penalizados como ocurre en otros países”.

Se vienen medidas drásticas

La División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor), en cabeza del presidente Fernando Jaramillo, anunció medidas contundentes luego del suceso en Tuluá con los seguidores del Deportivo Cali.

“Esto tiene un procedimiento desde lo disciplinario, que lo vamos a seguir paso a paso, y vamos a tomar las medidas más drásticas”, sostuvo en Caracol Televisión.

Medidas que tomaron en Inglaterra contra los ‘hooligans’

1. Prohibir de por vida a los hinchas violentos

2. Las penas de cárcel se hicieron efectivas

3. Aviones, trenes, buses o bares eran multados si los recibían

4. Se creó un grupo de élite de la policía

5. El grupo de élite logró infiltrarse en las barras

6. Los clubes formaron su propia seguridad, los ‘stewards’

7. Así, la policía podía concentrarse en las calles

8. Unificaron las medidas de seguridad en los estadios

9. Cámaras de vigilancia y lectores de huellas dactilares

10. Carnetización de las barras

11. El valor de las entradas subió el triple

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Publicado por Néstor González Álvarez

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