El efecto Luis Fernando Suárez en el Atlético Bucaramanga entrega el primer gran resultado
El fútbol, decía Dante Panzeri, es la dinámica de lo impensado y así quedó evidenciado anoche con la actuación de Atlético Bucaramanga, que se impuso 3-2 sobre Atlético Nacional, a quien no vencía en casa hace más de 13 años.
Y es que el Atlético, de presentar muchos inconvenientes futbolísticos en las jornadas anteriores, que provocaron la salida del uruguayo Guillermo Sanguinetti, pasó del infierno al cielo en cuestión de horas.
El entrenador Luis Fernando Suárez dijo a su llegada a la ‘Ciudad Bonita’ que era un adicto a la dirección técnica y que quería estar en la raya, y en su segundo día con el equipo asumió el mando y sin tiempo de trabajo, pero sí con una apuesta por fortalecer el aspecto anímico del grupo de jugadores y algunas indicaciones desde lo táctico, ‘El Leopardo’ mostró otra cara.
Un equipo más corto entre las zonas, equilibrado, con variantes para atacar, efectivo y con mayor actitud.
Además, no solo con puntos altos en lo colectivo, sino en lo individual, en hombres como Zuluaga, Téliz, Viveros, Fernández y Meléndez, por mencionar solo a algunos.
‘El Leopardo’ doblegó a un Nacional que dejó dudas en defensa y ahora se llena de aire en el pecho para intentar mejorar su posición en el certamen, donde en nueve fechas registra once puntos.
Entretenido juego
Entretenido resultó el primer tiempo entre ‘amarillos’ y ‘verdes’, dos escuadras que salieron a buscar el resultado y que fueron efectivos a la hora de llegar a la portería rival.
En los primeros 28 minutos el juego era parejo, sin llegadas claras, salvo una volea del delantero búcaro Brayan Fernández, que se fue desviada.
Los elencos se disputaban el control del balón, pero les faltaba profundidad para hacer daño.
En el minuto 29, en una equivocación en la salida del club santandereano, apareció la magia de Jarlan Barrera, quien ‘armó una pared’ y definió de potente remate con la pierna izquierda para vencer al arquero Chaverra.
Sin embargo, a diferencia de juegos pasados, donde Bucaramanga no encontraba reacción en la adversidad, en esta oportunidad sacó fuerzas de flaqueza, siguió firme en el planteamiento de explotar las bandas con dos extremos y así llegó al empate, en una acción que resolvieron Bruno Téliz, que desbordó por izquierda y envió un centro para que su compañero en la zona de volantes de marca, Michel Acosta, decretara el 1-1, en 36 minutos.
Nacional, con muchos hombres talentosos para atacar, precisamente para muchos tiene la mejor nómina del fútbol nacional, pero sin solidez en defensa y una línea de tres defensores que dejaba espacios, fue presa fácil de los errores en salida y defensivos, que finalmente fueron aprovechados por Fernández, quien en 42 minutos decretó el 2-1.
Orden defensivo y transiciones rápidas al ataque
Para la segunda parte, Atlético Nacional adelantó aún más sus líneas en busca de la igualdad, mientras que Bucaramanga apostó por el orden defensivo para reducir los espacios de maniobra al adversario y, cuando recuperó la pelota, intentó realizar transiciones rápidas de defensa a ataque para ampliar el resultado.
Con el pasar de los minutos, cada vez lucía más expuesto Nacional y luego de algunos fallos en la definición del Bucaramanga, finalmente el argentino Alejandro Quintana, de cabeza, decretó el 3-1, en el minuto 75.
Sobre el cierre, Jarlan Barrera, de penalti, decoró el marcador 3-2 para Nacional, pero la historia ya estaba escrita a favor del equipo de Suárez, que ahora tendrá una fecha de descanso antes de medirse con Junior.
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Comunicador social y periodista egresado de la Universidad Pontificia Bolivariana. Miembro de Vanguardia desde 2010, hace parte de deportes impresos. Desde que llegué cubrí deportes y siempre ha sido mi gran pasión.
Nominaciones: ganador de dos premios Luis Enrique Figueroa en 2012 con una crónica 90 minutos de libertad y 2019 con el cumpleaños 70 del Atlético Bucaramanga.
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