Son muchos más los aspectos ampliamente favorables que se desprenden de esta nueva realidad económica que en el último año han forjado básicamente nuestros empresarios, a quienes hay que felicitar sin egoísmos y animar sin temores, para que continúen por este camino.
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Llegó la hora cero: a las 9:00 a.m. será la reapertura de la frontera colombo-venezonalana
- Suministrada / VANGUARDIA Ayer con el Ministerio de Transporte, Gobernación de Norte de Santander, funcionarios de comercio exterior y Migración Colombia, el Ministerio de Comercio repasó la logística que implica la reapertura de la frontera.
Desde agosto de 2015, la frontera colombo-venezolana permanecía cerrada para el paso de vehículos por decisión de Nicolás Maduro. Luego, el 23 de febrero de 2019, rompió relaciones diplomáticas con el Gobierno Duque, lo que generó grandes pérdidas económicas y de empleos. Pero con la llegada del presidente, Gustavo Petro, esta historia cambió y hoy se dará la reapertura.
Este hecho generó expectativa, ya que se percibe como una oportunidad para que el país pueda recibir hasta 6.500 millones de dólares en exportaciones y a su vez generar por lo menos 120.000 empleos en Norte de Santander y Santander.
Sin embargo, la reapertura no solo tiene implicaciones económicas, también políticas, de intercambio y cooperación para el desarrollo social, cultural, histórico, así como también para mejorar la seguridad, el resurgimiento en el comercio, en los bienes y servicios de una línea fronteriza de 2.219 kilómetros que une a ambas naciones.
Análisis
Jalily Covezdy, coordinador de Ciencias Políticas del Politécnico Grancolombiano analiza este importante hecho: Afirma: “Tener buenas relaciones con los vecinos, incrementar los diálogos y construir confianza es muy importante para la vida económica, para la resolución de conflictos y para solucionar pacíficamente los problemas que se dan en la frontera y reconstruir ese espacio social, económico y político fronterizo”.
¿Quiénes serán los principales beneficiados? El docente explica que serían los consumidores venezolanos y las empresas colombianas, puesto que los primeros recibirán productos a menor precio, mayor cantidad y en cualquier parte del territorio venezolano, una vez que la mercancía colombiana comience a ingresar legalmente.
Por otro lado, los perdedores son aquellos grupos irregulares que controlan el paso fronterizo de mercancías y los cuerpos de seguridad del estado venezolano que cobran las coimas para el paso de los productos en las carreteras del vecino país.
Seguramente el mayor impacto se dé en el comercio exterior de mercancías, principalmente en alimentos, medicamentos y algunos rubros industriales. En el sector de los servicios, como el turístico, probablemente haya un incremento, pero no tan grande, debido a las falencias de infraestructura y seguridad de Venezuela, lo cual limitará el paso de ciudadanos colombianos, debido al bajo poder adquisitivo de la población venezolana, serán pocos los que viajen a Colombia.
No obstante, además del tema comercial, es importante generar condiciones sociales para que se viva la igualdad que de alguna manera tiene un impacto económico en la vida individual, familiar y social.
Las cartas están echadas y hoy ambos países restablecerán el transporte de carga y la conexión aérea. Para el docente del Politécnico Grancolombiano, “los dos países están preparados para asumir este reto de la construcción nuevamente de un espacio social, económico y político, ya que la frontera es el camino para poder establecer esta consolidación entre los dos países”.
Hay que recordar que esta preparación viene dándose desde que en agosto se posesionó en Caracas el embajador Armando Benedetti y con la gestión del ministro de Comercio, Industria y Turismo, Germán Umaña, quienes prepararon la reapertura y “sea un momento que redunde en beneficios, para que los dos pueblos puedan entrar en esta dinámica de reactivación”.
Conexión
Los detalles de la reapertura ya se conocieron. Se definió el horario para el paso peatonal por los puentes habilitados de 6:00 a.m. hasta las 7:00 p.m.; mientras que, el transporte de carga podrá circular de 7:00 de la noche a 6:00 de la mañana. En cada punto migratorio hacia Colombia se va a solicitar el carnet fronterizo. Sin embargo, habrá paso restringido del tránsito de carga en el puente Simón Bolívar: el transporte no podrá superar las 30 toneladas.
La reapertura no es solo en transporte terrestre, los dos países también se conectarán por vía aérea. Venezuela estrenará la aerolínea pública Turpial Airlines en la ruta Caracas-Valencia-Bogotá.. Entre tanto, en Colombia, Wingo será la aerolínea encarga de volar por primera vez a Venezuela a partir del 3 de octubre.
El ministro de Comercio, Germán Umaña, afirmó que el cierre de la frontera es un episodio que no se debería volver a repetirse por la hermandad y comercio que existe entre los dos países.
Los beneficios, según el jefe de la cartera, se verán de inmediato. El comercio y las condiciones sociales, que asegura son el punto más importante, se verán beneficiados al pasar de 700 millones de dólares en ventas anuales a 1.100 millones de dólares.
¿Qué esperan de la reapertura más allá del comercio?
En estos últimos sietes años se amplió la brecha en los indicadores sociales entre Norte de Santander y Colombia, en general. Lo primero que buscamos es que la reapertura cierre esa brecha a través del flujo inmediato de mercancías e inversiones.
¿Qué cifras preliminares manejan para lo que queda de 2022?
Acá toca aclarar que es difícil volver en el corto plazo al nivel de 2008, cuando el comercio con Venezuela representaba 7.800 millones de dólares. Y si bien ya se ha trazado una hoja de ruta y se ha avanzado en el camino, las proyecciones para este año, con la frontera cerrada, era de entre 600 millones de dólares y 700 millones de dólares.
Ahora con la reapertura esperamos cerrar este año en el orden de los 1.200 millones de dólares, lo que significa, no los niveles de 2008, pero sí una recuperación importante.
¿Qué productos están siendo los más demandados?
Los del sector agrícola, agropecuario, agroindustrial, médico, siderurgia, papel como industrias primarias y de medicamentos en primer lugar. Pero los bienes intermedios como las autopartes e insumos finales para el sector eléctrico también están tomando relevancia.
¿Cómo están previendo el panorama para 2023?
Bastante bueno. Hay una característica importante y es que Venezuela está recuperando toda su producción energética. Vale aclarar que la capacidad instalada de ellos es cinco veces la de Colombia.
Esto, en otras palabras, beneficiará a las industrias en Venezuela como la petroquímica, siderúrgica y alimentos, en las que su participación en los costos es de 40%.
Esto beneficiará no solo la producción del país vecino, sino que también lo hará con la economía colombiana. Recordemos que en el pasado nos complementábamos entre los países, entonces desde la industria petroquímica de allá, salían insumos hacia los plásticos, textiles y fertilizantes de acá. Todo era una cadena virtuosa.
Aterricemos eso en una cifra, ministro
Estamos calculando que en 2023 habrá una recuperación de 2.200 millones de dólares. Pero todo dependerá de la recuperación económica y productiva de ellos.
¿Y para cuándo podríamos estar hablando de las cifras de 2008?
No hay exactitud en la predicción, pero nuestras estimaciones hablan de que nos demoraríamos hasta el final del Gobierno Petro para recuperar entre 60% y 70% de esa época. Lo que sería alrededor de 5.000 millones de dólares.
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Periodista económico en Vanguardia. Magíster en Estudios Políticos, de la Universidad de Caldas. Comunicador Social – Periodista, egresado de la Universidad Pontificia Bolivariana. De La Guajira.
malguero@vanguardia.com