domingo 22 de enero de 2023 - 12:00 AM

“Me decían ‘popularachera’ por interpretar música colombiana”: Teresita Gómez

La intérprete tiene dentro de sus planes un libro que cuenta sus memorias artísticas y personales. Además, trabaja en una nueva producción discográfica enfocada en compositores vivos.

En uno de sus conciertos en la edición 17 del Cartagena Festival de Música, Teresita Gómez estuvo rodeada de la juventud de la Orquesta Filarmónica de Mujeres para interpretar parte de su repertorio, demostrando todo su talento ante un auditorio lleno que la ovacionó al final.

Tras más de siete décadas de actividad musical en el piano, Teresita no pierde las ganas y se llena de energía cuando está al frente de este clásico instrumento, en un año que es especial, pues cumplirá 80 años de vida, y lejos está de la idea del retiro, por qué retirarse de algo que ha hecho toda su vida y lo disfruta tanto.

El estar rodeada de mujeres intérpretes musicales en una ciudad como Cartagena tiene una connotación especial para Teresita y toda su lucha desde distintos frentes, como mujer, desde la pobreza, el hecho de ser afrodescendiente, querer interpretar un instrumento clásico que era solo para hombres blancos y tocar música colombiana con él.

“Ser músico significa muchas cosas. Es un trabajo muy interior, muy espiritual, y está el triunfo y los aplausos, pero ese no es el objetivo del trabajo, se trabaja para compartir unas ideas, para comunicarlas durante la hora del concierto. A veces nos va muy bien, en otras no tan bien”, aseguró la artista colombiana.

Un drama de película

Una historia de vida increíble, que parece guion cinematográfico, cuando en 1943 una recién nacida es abandonada en un hospital de Medellín y una pareja decide adoptarla, que eran trabajadores del Palacio de Bellas Artes, donde, para fortuna de ella y del mundo artístico, desde pequeña Teresita estuvo expuesta al universo de las artes, de la música, en especial, del sonido del piano.

Una historia que próximamente estará en su libro de memorias, con la tragedia de perder un hijo en el infierno de las drogas, ser el digno ejemplo de la madre colombiana, que ante la ausencia del padre, logra sacar adelante a su familia, y hasta el conocido caso de su detención por sus supuestos vínculos con una organización subversiva.

“Me siento muy afortunada porque me ha tocado vivir todo el proceso. En mi caso, nació el amor a la música en mi tierra, por mis padres, por el Palacio de Bellas Artes, por todo. Pero al llegar a la Universidad Nacional a estudiar en 1959, donde era prohibido, en esa época, tocar música colombiana”, dijo Teresita Gómez.

Y agregó: “En esa época yo ya tocaba pasillos y bambucos de oído, y tenía mucha afición por Calvo, por mis padres, por lo que me encantaba la música colombiana. Un día, me invitaron para realizar un concierto en la biblioteca Luis Ángel Arango en el centro de Bogotá con compositores colombianos y se sacó de allí mi primer disco, y si bien mucha gente me apoyó, otros me rechazaron y me criticaron”.

Todo esto producto de la constancia, de la complicidad de sus padres a quienes acompañaba en su labor de vigilar el Palacio de Bellas Artes, aprovechando las noches para entrar a los salones y repasar las notas que había escuchado de las clases a las que no podía ingresar, se lo tenían completamente prohibido.

“Nunca me he visto como una artista solista y siempre se los digo a los jóvenes, no hay que pensar en que se es solista, es mejor pensar en que se hace parte de un equipo que es vital para lograr comunicar a través de la música”.

Y agregó: “Hay que prepararse para el triunfo y ser consciente de que es un camino largo, difícil y que nunca se llega a ninguna parte”.

Su talento, trabajo y disciplina la sacaron a flote, rompiendo con toda barrera social, de género y de raza, para demostrar que podía interpretar las piezas más bellas del repertorio clásico, pero también elevar la música colombiana llevándola por todos los escenarios del mundo.

“Luego vendría mi viaje a Europa de la mano del presidente Belisario Betancur que me envió de agregada cultural, pero no de oficina, para tocar en distintas partes del mundo la música colombiana. Me tocaba combinar repertorio clásico con colombiano. Me decían ‘popularachera’ por interpretar música colombiana”.

Según Teresita, “a la gente siempre le cayó muy bien nuestra música colombiana en el mundo. Al final de los conciertos siempre preguntaban por los compositores y dónde se podía conseguir esa música. Fue un camino que se abrió y le dio la oportunidad a otras pianistas de poder viajar con este repertorio. Además, el mundo de la universidad se abrió y ahora el repertorio colombiano es obligatorio”.

Una combinación que le abrió las puertas del mundo y sus mejores escenarios, en un amor que profesa desde pequeña al escuchar los duetos del momento, y luego las grandes piezas de la música clásica, por lo que todo se dio de manera natural en ella.

“Las une el sentimiento popular, tan solo trabajadas de diferente manera, y un ejemplo claro de ello es Astor Piazzolla, que demostró cómo estas dos corrientes pueden ir de la mano y hasta ser una sola”.

Le encanta recordar, revivir y enseñar, pero también siempre está mirando hacia adelante, siempre con más de un proyecto en la mano, pues además de su libro de memorias, planea lanzar una nueva producción discográfica, esta vez, enfocada a los compositores vivos.

“Son compositores que están a otro nivel, porque han tenido más trabajo, más estudios universitarios”, finalizó Teresita Gómez.

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