Publicidad

Mundo
Miércoles 30 de marzo de 2022 - 12:00 PM

Astronauta con récord de más tiempo en el espacio aterrizó en Kazajistán

El estadounidense Mark Vande Hei llevaba 355 días allí, en lo que fue el vuelo espacial individual más largo de la historia.

Compartir
Imprimir
Comentarios
Mark Vande Hei partió el 9 de abril de 2021 junto con los cosmonautas rusos Oleg Novitskiy y Pyotr Dubrov. Su segundo viaje al espacio de 355 días es el vuelo espacial individual más largo realizado por un astronauta estadounidense. EFE / VANGUARDIA
Mark Vande Hei partió el 9 de abril de 2021 junto con los cosmonautas rusos Oleg Novitskiy y Pyotr Dubrov. Su segundo viaje al espacio de 355 días es el vuelo espacial individual más largo realizado por un astronauta estadounidense. EFE / VANGUARDIA

Compartir

Mark Vande Hei partió el 9 de abril de 2021 junto con los cosmonautas rusos Oleg Novitskiy y Pyotr Dubrov. Su segundo viaje al espacio de 355 días es el vuelo espacial individual más largo realizado por un astronauta estadounidense. EFE / VANGUARDIA

La Nasa informó en la mañana de ayer que Mark Vande Hei regresó a la Tierra sin ningún contratiempo, junto con otros compañeros, los cosmonautas de Roscosmos Anton Shkaplerov y Pyotr Dubrov.

Vande Hei es reconocido porque ha pasado más tiempo que ningún otro humano en el espacio: alcanzó 355 días.

Para devolverse, los tres salieron de la Estación Espacial Internacional a las 2:21 de la mañana (hora Colombia) y aterrizaron de forma asistida por paracaídas a las 6:28 (o a las 5:28 en la hora del lugar en el que aterrizaron, al sureste de la remota ciudad de Dzhezkazgan, Kazajistán, según comunicó la Nasa.

“La misión de Mark no solo rompe récords, sino que también allana el camino para futuros exploradores humanos en la Luna, Marte y más allá”, dijo el administrador de la Nasa, Bill Nelson.

Se recomienda: Las negociaciones en Turquía abren vía hacia acuerdo de paz

Se trató, como lo calificó Nelson, de un sacrificio que los astronautas hacen en nombre de la ciencia, la exploración y el desarrollo de tecnología de punta. “La Nasa y la nación se enorgullecen de darle la bienvenida a Mark a casa y agradecen sus increíbles contribuciones a lo largo de este año y por la larga estancia en la Estación Espacial Internacional”.

Sin embargo, quizás el hito más simbólico en las actuales circunstancias es que se trata del último astronauta estadounidense en volar a la EEI a bordo de una nave rusa, ya que los siguientes inquilinos de la Nasa llegaron a la plataforma orbital a bordo de naves Crew Dragon, desarrolladas por la compañía estadounidense SpaceX.

Además, también retornó en una Soyuz pese a que medios occidentales, entre ellos Fox News, barajaron la posibilidad de que Roscosmos, la agencia espacial rusa, se negase a traerlo de vuelta en represalia a las severas e inéditas sanciones impuestas a Rusia tras el inicio de su “operación militar especial” en Ucrania.

La agencia espacial rusa se apresuró inmediatamente a desmentir estas suposiciones y afirmó que “Roscosmos nunca ha permitido que nadie dude de su confiabilidad como socio”.

Aunque Washington y Moscú continúan negociando la posibilidad de “vuelos cruzados” y no la descartan del todo, esta se torna cada vez más remota, al igual que la de muchos otros proyectos conjuntos, a medida que resuenan los cañones y arden las ciudades en Ucrania.

Es por ello que el aterrizaje de Vande Hei podría convertirse en el símbolo del fin de todo el abanico de la cooperación internacional en el espacio y, más aún, del punto final de la EEI.

Ante la espiral de las sanciones occidentales, que han afectado a empresas del sector espacial ruso, Roscosmos ha dejado claro que Rusia podría retirarse de este proyecto internacional, lo cual sería equivalente a su fin.

“El 31 de marzo es el último día que tienen la Nasa, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Canadiense (CSA) para responder a nuestro requerimiento de que levanten las sanciones contra dos de nuestras empresas”, señaló el director general de Roscosmos, Dmitri Rogozin.

La respuesta solicitada por Rogozin definirá la decisión rusa sobre su disposición a prolongar la vida de la plataforma orbital internacional hasta 2030, al igual que sobre la reanudación de los vuelos conjuntos con la Nasa.

De momento, Rusia tiene previsto participar en la EEI hasta 2024, con la intención de lanzar después su propia estación.

En opinión de Roscosmos, en la estación, que fue puesta en órbita en 1998 y fue proyectada para tener una vida útil de 15 años, habría que inyectar “una enorme cantidad de dinero” para repararla y evitar que se desintegre “en pedazos” antes de 2030.

Le interesa: Impactante video: Nueva pista esclarecería muerte de joven en parque de diversiones

Rogozin alertó de que es imposible controlar la EEI sin la participación de Rusia, ya que es el país responsable de la orientación de la estación y la previsión de colisiones peligrosas, además del suministro del combustible y cargamento.

“Si bloqueáis la cooperación con nosotros, ¿quién salvará a la EEI de una salida descontrolada de su órbita y su caída sobre el territorio de EE.UU. o Europa?”, preguntó recientemente el director general y antiguo periodista en un tuit.

La agencia espacial rusa se apresuró inmediatamente a desmentir estas suposiciones y afirmó que “Roscosmos nunca ha permitido que nadie dude de su confiabilidad como socio”.

Aunque Washington y Moscú continúan negociando la posibilidad de “vuelos cruzados” y no la descartan del todo, esta se torna cada vez más remota, al igual que la de muchos otros proyectos conjuntos, a medida que resuenan los cañones y arden las ciudades en Ucrania.

Es por ello que el aterrizaje de Vande Hei podría convertirse en el símbolo del fin de todo el abanico de la cooperación internacional en el espacio y, más aún, del punto final de la EEI.

Ante la espiral de las sanciones occidentales, que han afectado a empresas del sector espacial ruso, Roscosmos ha dejado claro que Rusia podría retirarse de este proyecto internacional, lo cual sería equivalente a su fin.

“El 31 de marzo es el último día que tienen la Nasa, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Canadiense (CSA) para responder a nuestro requerimiento de que levanten las sanciones contra dos de nuestras empresas”, señaló el director general de Roscosmos, Dmitri Rogozin.

La respuesta solicitada por Rogozin definirá la decisión rusa sobre su disposición a prolongar la vida de la plataforma orbital internacional hasta 2030, al igual que sobre la reanudación de los vuelos conjuntos con la Nasa.

De momento, Rusia tiene previsto participar en la EEI hasta 2024, con la intención de lanzar después su propia estación.

En opinión de Roscosmos, en la estación, que fue puesta en órbita en 1998 y fue proyectada para tener una vida útil de 15 años, habría que inyectar “una enorme cantidad de dinero” para repararla y evitar que se desintegre “en pedazos” antes de 2030.

Le interesa: Impactante video: Nueva pista esclarecería muerte de joven en parque de diversiones

Rogozin alertó de que es imposible controlar la EEI sin la participación de Rusia, ya que es el país responsable de la orientación de la estación y la previsión de colisiones peligrosas, además del suministro del combustible y cargamento.

“Si bloqueáis la cooperación con nosotros, ¿quién salvará a la EEI de una salida descontrolada de su órbita y su caída sobre el territorio de EE.UU. o Europa?”, preguntó recientemente el director general y antiguo periodista en un tuit.

Las otras víctimas del desencuentro entre Rusia y Occidente fueron el programa de lanzamientos rusos desde el cosmódromo de Kourou, en la Guayana francesa, la puesta en órbita de satélites británicos OneWeb y el programa ruso-europeo de exploración de Marte Exomars.

Además, Roscosmos anunció que dejará de suministrar motores para cohetes a Estados Unidos, que desde hace tres décadas compraba propulsores RD-180 para los cohetes Atlas-5, y propulsores RD-181, utilizados por la primera etapa de los cohetes Antares.

Le interesa: Video: cayó avioneta en supermercado de México y deja tres muertos

Mientras, en la estación continúan trabajando los cosmonautas rusos Oleg Artémiev, Denís Matvéev y Serguéi Kórsakov, los astronautas de la NASA Thomas Marshburn, Raja Chari y Kayla Barron, y el astronauta de la Agencia Espacial Europea Matthias Maurer.

La EEI, que lleva más de dos décadas al servicio de la humanidad y es quizás uno de los mayores frutos de la cooperación espacial internacional al implicar a cinco agencias de 15 países, podría terminar convirtiéndose en una víctima colateral más del conflicto en Ucrania.

Elija a Vanguardia como su fuente de información preferida en Google Noticias aquí y únase a nuestro canal de Whastapp acá.

Publicado por Agencia Efe

Publicidad

Publicidad

Tendencias

Publicidad

Publicidad

Noticias del día

Publicidad