lunes 25 de julio de 2022 - 12:00 AM

Alvaro Beltran Pinzón

La creación de valor

Si bien, a nivel internacional y a través de los años, se aprecia significativo crecimiento de la economía, en términos del PIB, no es menos cierto que la brecha de desigualdad entre los habitantes es más profunda

La generación de “valor” parece ser el centro de las preocupaciones del presidente electo para establecer lo que será el nuevo modelo que marcará su mandato en materia de economía y finanzas. Idea que se debate en el mundo globalizado, a partir de consideraciones novedosas, y que no tiene una definición exacta. El tema ha venido siendo analizado por una corriente de especialistas, en la que sobresale la italiana Mariana Mazzucato, a quien Petro ha citado en diferentes ocasiones y expresado públicamente interés por contar con su asesoría. Muchos la señalan como candidata al Premio Nobel en un futuro no muy lejano.

¿Qué actividades son creadoras de valor y cuáles no?, ¿cuáles son productivas y cuáles no?, ¿cuáles, incluso, son destructivas de valor?, ¿qué clase de economía queremos?

Según Mazzucato, el valor se puede determinar como la sumatoria de la producción de bienes y servicios, y el acumulado es la riqueza. Sin embargo, cómo se producen estos resultados (la producción), cómo se comparten en la economía (la distribución), y lo que se hace con las ganancias que genera su producción (la reinversión), son cuestiones claves en la definición del valor económico. Aquello que se está creando ¿es útil?, ¿aumenta o disminuye la resistencia del sistema productivo? “Hoy se habla mucho de la necesidad de que el crecimiento sea más inteligente (debido a las inversiones en innovación), más sostenible (más verde) y más inclusivo (que produzca menos desigualdad)”.

Si bien, a nivel internacional y a través de los años, se aprecia significativo crecimiento de la economía, en términos del PIB, no es menos cierto que la brecha de desigualdad entre los habitantes es más profunda. Se encontró que en 2015 la fortuna sumada de los 72 individuos más ricos del planeta era la misma que poseía la mitad más pobre de la población mundial; esto es unos 3.500 millones de personas.

Sería preciso introducir variables que permitan identificar iniciativas verdaderamente productivas, y establecer cuál debe ser la contribución estatal a la creación de valor, con el objeto de sostener el desarrollo económico, generador de riqueza, susceptible de redistribuir.

Este artículo obedece a la opinión del columnista. Vanguardia no responde por los puntos de vista que allí se expresen.
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