Cerca de 39 busetas de Lusitania y más de 20 buses de Cotrander se movilizan entre Floridablanca y Bucaramanga, aunque su tarjeta de operación solo es vigente en Floridablanca. Llegar a la capital santandereana les ha costado varias sanciones.
Conductores y propietarios de busetas adscritas a la empresa Lusitania, que prestan sus servicios entre Floridablanca y Bucaramanga, suspendieron sus operaciones en la mañana de ayer para protestar frente a la Alcaldía de Floridablanca.
Según lo expresado por los transportadores, sus tarjetas de operación tienen radio de acción municipal, es decir, solo pueden movilizarse en Floridablanca. No obstante, en la práctica circulan por las calles de la capital santandereana desde hace varios años, en rutas que no están aprobadas por el Área Metropolitana de Bucaramanga, AMB.
Estas busetas llegan a sectores donde el Sistema Integrado de Transporte Masivo aún no tiene cobertura, convirtiéndose en el único medio para movilizarse en más de un centenar de barrios.
Al no contar con los permisos respectivos, para movilizarse por las vías de Bucaramanga, cuando se efectúan operativos de transporte, ellos son los primero en ‘caer’.
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Sanciones
La Dirección de Tránsito de Bucaramanga y el AMB argumentan que la sanción que acarrean se encuentra establecida en la resolución 10800 de 2003, expedida por el Ministerio de Transporte. El documento indica que quien preste un servicio no autorizado en un automotor de servicio público, se le inmovilizará el vehículo por cinco días, si es primera vez, por 20 días, si es segunda vez; y por 40 días, si es por tercera vez. Si existe reincidencia se sanciona con multa que puede superar los $4 millones.
Orlando Rangel Roa, uno de los conductores, afirmó que “el AMB no nos deja trabajar. No podemos transitar en otros municipios porque nos quitan los vehículos y se los llevan para los patios. Todos los días se llevan una o dos busetas. Estamos haciendo paro por la persecución que hay, sobre todo cuando llegamos a Bucaramanga”.
Luis Carlos Noriega López, conductor y propietario de una de las busetas ‘frenadas’, aseguró que esa sensación de persecución es general entre sus compañeros.
“Somos un grupo de conductores propietarios de la empresa Lusitania que, desde 2014, somos perseguidos por las autoridades de tránsito, debido a que no tenemos permisos para operar en Bucaramanga”, precisó.
Los afectados, según se pudo establecer, decidieron llamar la atención del alcalde de Floridablanca Héctor Mantilla Rueda, porque perciben “un golpe” a sus ingresos; de hecho, los automotores han perdido valor comercial.
“Estamos en manos del Alcalde, quien tiene la última palabra para ampliar nuestro radio de operación. Lusitania es la empresa que acá (en Floridablanca) tiene más tarjetas de operación, en comparación con las otras existentes”, aseguró Noriega López.
Otro de los representantes del gremio transportador colectivo comunicó que el único propósito de hacer esa interrupción del servicio es solicitarle al mandatario local el cumplimiento del acuerdo metropolitano 004 de 2018, por medio del cual se declara como hecho metropolitano el impacto que produce la conurbación en el prestación del servicio público de transporte.
“El Alcalde de Piedecuesta ya lo hizo y Girón también, entregando el acto delegatorio; mientras que Floridablanca aún no. Si la planeación, regulación, control y vigilancia del transporte público de radio de acción municipal queda en manos del AMB ya no tendríamos problemas con la movilización en el área”, acotó.
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Alfonso Pinto, gerente de Lusitania, le aseguró a Vanguardia Liberal que la empresa nunca solicitó suspender actividades a los propietarios y conductores. Sin embargo, varios de ellos lo hicieron porque se sienten perseguidos.
“Hace 20 años vienen circulando. Hay mucha inconformidad porque desde hace un se han incrementado los operativos. Las multas son ostensibles, les quitan los vehículos, no los dejan trabajar”, agregó Pinto.
¿Alguna solución?
El Alcalde de Floridablanca aceptó reunirse con los líderes de la protesta, con el fin de reafirmar su apoyo con Lusitania y las demás empresas transportadoras.
“Lamentamos la situación que se ha presentado con el transporte colectivo del área metropolitana, a través de los múltiples operativos que hostiga diariamente el trabajo formal. Hacemos un llamado especialmente al AMB para que seamos sensatos, justos y equitativos. No podemos afectar el bolsillo de miles de familias que dependen del servicio de transporte público”, expresó, el mandatario florideño.
Explicó que se adelantan los procesos respectivos para continuar con los parámetros legales, según el acuerdo metropolitano 004 de 2018 y así garantizar la libre circulación de los vehículos en toda el área metropolitana.
El gran limitante por el momento es que la Dirección de Tránsito y Transporte de Floridablanca, Dttf, es una entidad descentralizada de la Alcaldía por eso no puede actuar de la misma manera como Girón y Piedecuesta.
“No se ha asumido autoridad”
La ingeniera Maritza Niño Rojas, subdirectora de Transporte del AMB, aseguró que actualmente el transporte público de Floridablanca, Girón y Piedecuesta no tiene permiso de movilización metropolitano.
“El primer paso ya lo dio Piedecuesta y Girón, con la entrega de la documentación. Pero hay unas etapas que se deben superar para tomar la autoridad y que todos los vehículos tengan radio de acción metropolitano”, informó la ingeniera.
Según lo expresado por la funcionaria, Floridablanca no ha iniciado este proceso, pero el acuerdo 004 de 2018 establece que cada ente territorial es el encargado de establecer el cronograma.
Cabe aclarar que Girón solo entregó el transporte individual de pasajeros en vehículos tipo taxi.
