Lo que el 21 de agosto pasado fue un baldado de agua fría, cuando se conoció que la a Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes Jife solo aprobó 1,2 toneladas de cannabis para uso medicinal, hoy se convierte en una nota más esperanzadora para esta industria.
El ministro de Salud, Juan Pablo Uribe, anunció que la JIFE amplió el cupo de exportación y manejo de cannabis para estos fines, y lo fijó en 14 toneladas.
“Todos estamos de acuerdo en que el cupo de 1,2 toneladas era restrictivo, y la buena noticia es que ese cupo se amplió de manera considerable. Pero depende de la industria y su capacidad de desarrollo formal y rigurosa para exportar y ser una potencia en cannabis medicinal”, dijo el ministro.
El ministro realizó el anunció este jueves, durante el primer Foro de la Asociación de la Industria Colombiana de Cannabis (Asocolcanna), que se realiza en Bogotá y además dio detalles de cómo se ha movido el comportamiento de solicitudes para usar cannabis medicinal en el país.
Según Uribe, se han expedido alrededor de 135 licencias, “dado cupos iniciales de investigación y exportación, y estamos viendo cómo agilizarlos más para que la respuesta sea más efectiva”, indicó Uribe.
Además, el ministro destacó que entre agosto de 2017 y agosto de 2018 se recibían alrededor de 10 solicitudes por mes, pero “unaño después se dispararon a 37 por mes, casi 400% más. A ese crecimiento estamos respondiendo con un plan de choque para poner al día esas solicitudes”.
Por otra parte, el ministro destacó que el reto que está a la vuelta de la esquina es el uso de cannabis terápeutico, y tiene que ver con que el país debe crear un marco normativo que siga evolucionando y que permita fortalecer la capacidad de vigilancia y control, reducción de los riesgos frente a los abusos o la ilegalidad y facilitar los trámites para acceder a este tipo de licencias.
“Seguimos la evidencia mundial sobre el avance terapéutico del cannabis. Aquí no hay afán o atajo que sirva; solo funciona el rigor de la aplicación de la evidencia científica, para garantizar que le genere valor a los pacientes y sus familias”, agregó el ministro durante el encuentro.
El director de la Asociación Colombiana de Industrias de Cannabis Medicinal (Asocolcanna), Rodrigo Arcila, le había dicho a este diario que ese cupo inicial debía ser visto como una oportunidad para el futuro de la industria en el país, que con esta ampliación servirá para fortalecerla.
“Hay que tener mucha tranquilidad, realmente hay que analizar los estadios de la industria para ver en qué estamos”, indicó Arcila, destacando que como es una empresa que apenas está naciendo, aún hay mucho camino por recorrer, pues por ahora se ha avanzado en las licencias y siembras de cultivos, por lo que es poco lo que se está produciendo.
No obstante, Francisco E. Thoumi, miembro de la Jife, explicó en ese momento que en Colombia se pensaba que se estaba ad portas de una bonanza de cannabis medicinal, pero el fenómeno no es tal. Según el experto, al ser la marihuana concebida como medicinal y recreativa, es imposible proyectar el futuro de la producción.
Sin embargo, Thoumi señaló que la industria nacional confía en que las exportaciones serán las que soporten el mercado, pero “es imposible definir eso, porque el principal destino del que hablan es América del Norte, pero solo se podría pensar en Canadá, no en EE. UU., donde las leyes federales ven la marihuana como ilegal, y las aduanas son federales, así que no veo la posibilidad que de Colombia piense en exportar de contrabando hacia Estados Unidos”.
Igualmente, durante el encuentro de este jueves, el presidente de Asocolcann manifestó que están dispuestos, desde la asociación, “a poner todo su conocimiento a las instituciones del gobierno para lograr el mejor entendimiento, cómo hay que hacerlo y cómo lograrlo”.
