La historia demuestra que las naciones y regiones que han experimentado un desarrollo significativo han sido aquellas en las que el sector público y el empresarial se han unido y compartido responsabilidades y objetivos.
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Ahora la industria petrolera es la principal vocación productiva de Santander
- Jaime Moreno / VANGUARDIA La actividad petrolera registró la mayor participación en su vocación productiva de Santander.
La economía santandereana creció 9,5% en el 2021. Así lo reveló ayer el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) cuando presentó las cuentas del Producto Interno Bruto (PIB) por departamentos.
Esta variación positiva del PIB santandereano consolidó a la región como la cuarta economía del país, con un valor agregado de $74 billones, a precios corrientes, por detrás de Bogotá ($298 billones), Antioquia ($176 billones) y Valle ($114 billones); y por delante de Cundinamarca ($72 billones) y Atlántico ($52 billones). Estos departamentos conforman el grupo de las principales economías.
Este crecimiento contrasta con lo vivido en el 2020 por la pandemia, cuando la economía de Santander decreció 8,6%. Al tomar estos dos años, el Dane evidenció que hubo un crecimiento bienal (2020 y 2021) de 0,1%, por debajo de la tasa nacional que fue de 2,9%. Y al comparar el departamento con las otras seis principales regiones, fue la que menos creció y no pudo expandir de manera holgada su actividad económica.

Sectores de la economía
El director del Dane, Juan Daniel Oviedo, precisó que en la vocación principal de Santander, históricamente, están las actividades terciarias, es decir, comercio, servicios públicos y privados. No obstante, en el 2021, el petróleo se convirtió en la principal vocación económica y productiva de Santander, siendo la actividad con mayor participación en el PIB regional.
Al desglosar por actividades económicas en el PIB del departamento, las principales fueron industrias manufactureras y comercio, transporte y alojamiento. Estas dos representaron la tercera parte de su PIB.
“A pesar de que Santander es la cuarta región con mayor peso a nivel nacional, al revisar la contracción del 2020 y la expansión del 2021, solo obtuvo un crecimiento del 0,1%. Es decir, la variación positiva del 9,5% no compensó ese -8,6%”.
¿Por qué? Oviedo explicó que se dio porque la reactivación del comercio no estuvo al mismo ritmo del promedio nacional, hubo frenos en la manufactura, en especial para cuero, calzado y prendas de vestir; y la construcción presentó una contracción del -4,2%.
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Petróleo
La doctora en Administración Isabel Cristina Rincón, decana de la Facultad de Ciencias Económicas, Administrativas y Contables de la Udes, precisó que la industria petrolera, a precios corrientes o actuales, fue el primer renglón de Santander en el 2021 posiblemente por la subida del valor del crudo, que pasó de 37 dólares por barril en junio de 2020 a 107 dólares en junio de 2022. “Ese es el efecto de precio. Vemos un incremento del 189% en dos años, ahí está el cambio y el incremento”.
A pesar de este indicador, Rincón afirmó que el PIB de Santander está fundamentado en la manufactura, el comercio y la administración pública.
Recordó que el comportamiento del PIB regional viene afectado por la pandemia en sus dos principales sectores: manufactura y comercio, “los cuales han sido los pilares de la economía durante los últimos cinco años. Seguidos por la agricultura, actividades inmobiliarias y la construcción”.

Crecimiento sostenido
Juan Pablo Remolina, director ejecutivo de Prosantander, destacó que el departamento sigue siendo la cuarta economía del país. Sin embargo advirtió que la región continúa con un crecimiento inferior al nacional (9,5% versus 10,7%), y que, ligeramente, compensa el desplome del 8,6% de 2020. Llamó la atención porque Cundinamarca es la región que le está ‘pisando los talones’ a Santander en el ranking.
“Pero aun así, este crecimiento ha tenido un efecto positivo en la disminución de la pobreza monetaria que bajó del 39% al 36%. Para generar prosperidad y combatir realmente la pobreza, necesitamos crecer de manera sostenida a tasas por lo menos por encima del 5%. Esta es una meta que es posible siempre y cuando haya una fuerte articulación entre los actores públicos y privados”.
El analista de datos económicos, Javier Acevedo, magíster en Administración, indicó que Santander pasó de una participación del 6,2% al PIB nacional a 6,3%, un alza de 0,1 punto porcentual. “Es un incremento leve, pero eso demuestra una tendencia de crecimiento. Si bien no fue uno de los departamentos que más creció en Colombia, tampoco estuvo entre los que poco crecieron”.
Precisó que Santander fue la región que menos creció entre los grandes departamentos de la economía colombiana, este comportamiento va en concordancia con el bajo crecimiento de aquellas regiones que dependen y producen petróleo.
“Una buena noticia para el departamento, además de su cuarto lugar, es que está en el top cinco de las regiones con mayor PIB per cápita, es decir, mayor recurso por personas en el país. Hay solo ocho departamentos por encima del promedio nacional y Santander es el cuarto”.
El PIB per cápita para los santandereanos fue de $32,1 millones anuales a precios corrientes.
Acevedo consideró que Santander tiene un gran reto para que las actividades primarias (agricultura, ganadería, silvicultura y pesca) sean más fuertes en el PIB departamental. Solo hay cinco regiones en el país que su predominancia son estas actividades, entre ellas Santander.
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Periodista económico en Vanguardia. Magíster en Estudios Políticos, de la Universidad de Caldas. Comunicador Social – Periodista, egresado de la Universidad Pontificia Bolivariana. De La Guajira.
malguero@vanguardia.com