Empresario santandereano encontró en la crisis mundial una oportunidad de crecimiento

Hace 34 años Enrique Plata Vanegas asumió la gerencia de la compañía santandereana Metalteco y hoy es un empresario reconocido en el sector metalmecánico y la producción de palma de aceite por la generación de empleo, innovación y desarrollo empresarial.
En la XX Conferencia Internacional sobre Palma de Aceite, que se realiza en Cartagena, esta compañía de la región, fundada el 31 de agosto de 1988, fue destacada por sus aportes en el diseño, fabricación y montaje de plantas para alimentos concentrados y extracción de aceite de palma. Hasta la fecha han hecho 200 instalaciones en Latinoamérica.
De acuerdo con la revista 500 empresas de Vanguardia, Metalteco registró $40.865 millones en ingresos operacionales en el 2021, tiene $52.180 millones en activos y obtuvo ganancias por el orden de los $11.205 millones.
Portafolio y sectores
Enrique cuenta que su empresa diversificó su portafolio e incursionó en el sector palmero. Por eso, en el evento del gremio la empresa santandereana exhibió sus productos y servicios.
“Mi trasegar en la industria de la palma empezó hace 25 años, cuando comenzamos a trabajar con las extractoras haciendo algunos equipos. Hoy en día Metalteco fabrica la totalidad de la maquinaria que compone una planta extractora”, recuerda.
De hecho, Metalteco está vinculada a la agroindustria porque tiene cultivos de palma de 800 hectáreas y uno nuevo en crecimiento, más una planta extractora en Puerto Gaitán (Meta).
Enrique indica que su compañía está presente en varios sectores de la economía. “Atendemos, además de las plantas extractoras de palma, a la industria de los alimentos concentrados para animales, en la cual somos líderes a nivel nacional y también vendemos varios proyectos al exterior”.
Otro sector que atiende Metalteco es el de los puertos de graneles, donde ejecutan la logística para el manejo de los granos. “En este momento desarrollamos cuatro puertos en Colombia”.
Cultivo y economía
Enrique rememora la crisis de la producción del cogollo, que fue fatal para el sector palmicultor de Santander, pero los altos niveles del precio ahora han hecho que las empresas tengan caja para nuevas siembras, para impulsar proyectos, renovar los cultivos y aplicar buenas prácticas agrícolas.
Para este empresario santandereano, la coyuntura económica que vive el mundo por cuenta de la inflación, la guerra entre Rusia y Ucrania, la escasez y alza en el precio de los fertilizantes y la volatilidad del dólar es una oportunidad empresarial.
“Como exportadores y fabricantes que competimos con el mercado internacional, vemos este momento como un hecho favorable... la devaluación del peso nos favorece porque se encarecen los productos del extranjero y esto nos da una mejor plataforma para competir. La situación actual nos está favoreciendo, nos ha puesto más competitivos”.
Metalteco genera unos 350 empleos directos entre la metalmecánica y la plantación de palma, más 150 puestos de trabajo temporales en el montaje de plantas. Esta compañía proyecta para el cierre del 2022 que una de cada tres plantas de alimentos concentrados y procesamiento de aceite de palma en Colombia tenga una solución suministrada por Metalteco. A su vez, la cuarta parte de sus ingresos será producto de ventas en el exterior.
Nicolás Pérez Marulanda, presidente de Fedepalma, afirma que el mercado venezolano fue en su momento relevante para la economía colombiana, en particular para la producción agropecuaria, ya que Colombia fue un exportador neto a Venezuela. “El restablecimiento de las relaciones comerciales es una buena noticia para el sector agropecuario, a pesar de que subsistió un comercio informal que tiende a beneficiar a unos pocos. La reapertura será una oportunidad de crecimiento para el sector palmero y la agricultura en general”, asegura el directivo, quien agrega que la traída de úrea de Venezuela ayudará tanto a los productores agrícolas como a palmicultores.
Sobre rumores de más importación que exportación de aceite entre los dos países vecinos, Pérez Marulanda aclara que no hay un sustento sobre esa información. “La palmicultura venezolana se ha mantenido a flote y es vecina de la nuestra en Norte de Santander y Santander. Tenemos lazos comerciales que están en plan de recuperación de cultivos. Además, los problemas que afectan a la agricultura no conocen de límites, por eso estamos trabajando en conjunto”, afirma el directivo.
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Periodista económico en Vanguardia. Magíster en Estudios Políticos, de la Universidad de Caldas. Comunicador Social – Periodista, egresado de la Universidad Pontificia Bolivariana. De La Guajira.
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