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Ola verde
Martes 26 de marzo de 2019 - 12:00 PM

Turismo ecosostenible, el sueño de una joven familia italiana

Desde hace tres años esta Happy Family, como ellos mismos se denominan, recorren Suramérica con el objetivo de conocer las realidades de los productores orgánicos de esta región del mundo.

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Hace menos de una semana Sebastien Bellet, su esposa Alberta Spinazzè y sus pequeñas hijas Angela y Anna Bellet, llegaron a Bucaramanga luego de recorrer 21 mil kilómetros en bicicleta desde Usuahia, en la Patagonia (Argentina).

‘Happy Family BIOcycling América’, es el proyecto que trajo a esta joven familia italiana a Suramérica.

“Somos una familia que pedalea por América en equipo, con la intención de conocer las realidades desconocidas de los productores agroecológicos y de comercio justo de esta región, encargados de cultivar artículos y/o frutos que consumimos constantemente en Italia. La gente no tiene idea de dónde y quiénes son las personas que trabajan para que podamos obtenerlos”, señaló Sebastien Bellet.

Inicialmente ‘BIOcycling América’ consistía en llegar a Cartagena en 20 meses, en agosto de 2017, iniciando la travesía en la Patagonia. En marzo de 2017 el proyecto se modificó, ahora el destino final es California, Estados Unidos.

“El 15 de marzo tomamos la decisión de seguir más al norte. Dijimos, a este ritmo no vamos a llegar a Cartagena, tenemos dos opciones: avanzar más rápido, ver hasta donde llegamos y regresarnos a casa, o seguir a este ritmo, continuar conociendo realidades, pedalear más al norte y llegar a California. ¿Por qué California? Porque es el Estado de Norteamérica que más está invirtiendo en agricultura orgánica, energía renovable y más aspectos amigables con el medio ambiente que nos interesan mucho”, añadió Sebastien.

Argentina, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia han sido los países visitados por esta aventurera familia desde enero de 2016.

“Hemos cruzado varias veces los Andes desde la costa del Pacífico a la Amazonía. Hemos visitado un centenar de productores de todo tipo, fábricas de ponchos, zapatos, café, artesanías, cultivos de quinua, bananos, escuelas, entre otros, todos amigables con el medio ambiente”.

Luego de estar ocho meses en Ecuador, el 9 de mayo de 2018 llegaron a Colombia.

“Entramos por Ipiales, visitamos Túquerres, Pasto, el Valle del Cauca, el Eje Cafetero, Cundinamarca y finalmente Santander”, contó Alberta Spinazzè.

Ya en Colombia, después de tres años pedaleando, Sebastien y Alberta decidieron regresar a Italia y visitar la familia. Allí estuvieron desde el 14 de octubre hasta el 9 de enero.

De vuelta en Colombia, el trayecto desde Bogotá hasta Bucaramanga lo hicieron por carretera destapada hasta llegar a Zapatoca, y luego la ciudad bonita, en donde finalmente los recibió Jorge Chávez.

“Nunca vamos a hoteles, nuestra idea siempre es viajar de manera sencilla. En Bucaramanga estaremos cerca de 10 días, haremos mantenimiento a las ‘bicis’ y emprenderemos el camino a la costa. Visitaremos Santa Marta, Barranquilla y Cartagena. De ahí no sabemos cómo vamos a llegar a Panamá, la idea es hacerlo en barco, pero no conocemos a nadie que nos pueda ayudar”.

Para sostenerse económicamente durante el viaje, esta pequeña familia rentó su apartamento en Italia, que les da algo de dinero mensual. En los lugares que visitan venden mermeladas, postres, manillas, postales y demás artesanías fabricadas por ellos mismos.

“La clave es vivir en forma muy simple, cargamos carpa, bolsas de dormir, una pequeña estufa de gasolina, compramos ingredientes y cocinamos. Hay mucha gente que nos apoya y compra nuestros productos”, dijo Alberta.

A través de las redes sociales esta familia registra todo lo que sucede durante el viaje.

En la página de Facebook ‘Happy Family BIOcycling’ existe la posibilidad de hacer donaciones para continuar con su recorrido.

La meta es salir del país antes del 7 de julio de 2019.

“No tenemos más auspiciadores, ni una fecha y lugar específicos para finalizar el viaje. Queremos hacer un documental final y un libro ilustrado para niños para los cuales aún estamos buscando los socios”, finalizó la pareja.

La educación primero

Durante el recorrido la educación de sus hijas está primero. El colegio en Italia les otorgó un permiso a través del cual les entregó la educación de las menores a los padres.

“Hicimos un acuerdo con la institución para que podamos educarlas según sus indicaciones. Tenemos un proyecto llamado ‘Worldschooling’, que más que una opción para enseñarles matemáticas o geografía, es una forma de vida porque viajamos aprendiendo”, contó Sebastien.

Al principio del viaje ningún miembro de la familia hablaba español, con el paso del tiempo fueron aprendiendo empíricamente. El objetivo ahora es aprender inglés.

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Publicado por Claudia Isabel Delgado

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