El número de casos confirmados de la COVID-19 en todo el mundo acaba de superar los 10 millones, según el recuento de la Universidad John Hopkins.
Madrid, la región española más afectada por el coronavirus, no tuvo ningún muerto por primer día desde que estalló la epidemia, informaron ayer las autoridades regionales, mientras prosigue el pequeño goteo de nuevos focos desiguales de contagio en varias partes del país, aunque controlados.
El Ministerio de Sanidad notificó ayer dos muertes más en España en la última jornada, hasta 28.343 en total, y 118 casos nuevos, con 248.770 diagnosticados hasta el momento.
Pasada una semana del fin del estado de alarma, la normalidad social y económica se generaliza en España con la epidemia contenida, pero también con el riesgo creciente de nuevos puntos de transmisión del virus a medida que aumentan los desplazamientos y las relaciones sociales.
Éste fue el primer fin de semana de libertad absoluta de circulación en todo el país europeo y fronteras reabiertas parcialmente después de tres meses y medio de restricciones de movimiento para contener la epidemia.
Muchas personas aprovecharon estos dos días de descanso y calor para viajar a reencontrarse con familiares y amigos o a segundas residencias y lugares típicos de las vacaciones veraniegas, como las playas, muy concurridas.
Diez de los 25 brotes activos se concentran en la región de Andalucía, la más poblada (8,4 millones de habitantes), donde el más importante sigue en un centro de acogida de la Cruz Roja de la ciudad de Málaga, con un total de 91 infectados, que siguen aislados y confinados.
Las otras zonas más afectada por nuevos contagios se localizan en cuatro comarcas de la región de Aragón (noreste), donde los casos positivos son unos 320.
