lunes 04 de julio de 2022 - 12:00 AM

Alvaro Beltran Pinzón

Edmundo y Pedro Nel

Pedro Nel continuará ofreciendo su arte con particular elegancia, y tal como lo menciona una reciente reseña periodística, seguirá actuando como el encomendero que lleva los recados de la autenticidad santandereana por el mundo

La preservación de la memoria histórica y el respeto a las tradiciones son características que, con orgullo, hemos cultivado los santandereanos. Por ello es preciso rendir tributo a dos de los más esclarecidos cultores de nuestros valores ancestrales, pese a las diferentes situaciones que nos depara la vida.

Edmundo Gavassa, poseedor de un genuino amor por su tierra y por sus gentes, se convirtió en un referente del acontecer regional. Siempre atento a destacar los hechos notables y a los personajes que, desde variados órdenes de la actividad social, fueron tejiendo un enjambre de progreso, nos convocó a valorarlos y a ofrecerlos como mensaje de aliento para las nuevas generaciones. Con la publicación de 25 libros que abarcan diferentes temáticas, editados con la devoción que lo caracterizó, nuestro devenir histórico no quedará en el olvido, conforme era su preocupación. Leal amigo, singular ser humano, consagrado escritor, acucioso periodista, aplicado académico; su legado perdurará y Bucaramanga lo recordará como uno de sus más distinguidos hijos.

Pedro Nel Martínez recibió, el pasado viernes, merecido homenaje al cumplir 60 años de actividad artística. Justo reconocimiento a uno de los más célebres compositores e intérpretes de nuestro folclor, quien, gracias a su persistencia y labor educativa, hace posible que los sonidos del bambuco, la guabina y el torbellino sigan prologándose con una pléyade de jóvenes que se ha venido formando en su natal Charalá. Es heredero de la creatividad y destreza del insigne Pacho Benavides; y, en unión de muchos más enamorados de los aires andinos, ha contribuido para que el tiple haya sido adoptado como el instrumento sonoro, por excelencia, de Santander.

Su virtuosidad le ha permitido cautivar auditorios, cosechar un sinnúmero de premios y alcanzar la exaltación como Gran maestro patrimonio de la música colombiana. Un hombre que, conforme a sus palabras, siente las cuerdas del tiple como si fueran sus propias venas. Pedro Nel continuará ofreciendo su arte con particular elegancia, y tal como lo menciona una reciente reseña periodística, seguirá actuando como el encomendero que lleva los recados de la autenticidad santandereana por el mundo.

Este artículo obedece a la opinión del columnista. Vanguardia no responde por los puntos de vista que allí se expresen.
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