jueves 15 de octubre de 2020 - 12:00 AM

Juliana Martínez

COVID-19 y brecha de género

...las medidas destinadas a la reactivación económica del país tienen que incorporar una perspectiva que reconozca, mitigue y prevenga la profundización de la brecha de género...
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Columna de
Juliana Martínez

COVID19 y Mercado laboral: informe sobre cifras de empleo y brechas de género”, un reciente estudio del DANE y la Universidad Javeriana, resalta el impacto desproporcionado de la pandemia en el trabajo remunerado y no remunerado de las mujeres colombianas.

Las cifras muestran que “la ocupación de las mujeres disminuyó en un 27%, mientras que la de los hombres se redujo en 18%”.

Incluso en ramas económicas en las que las mujeres son minoría, más mujeres perdieron sus trabajos. Este es el caso del comercio y reparación de vehículos, donde “a pesar de que había menos mujeres que hombres ... se perdieron más empleos femeninos que masculinos.”

La situación se agrava aún más por la carga desproporcionada de las labores del cuidado que las mujeres enfrentan, y que se ha profundizado en los últimos meses.

Históricamente se ha considerado “trabajo” solo a aquellas actividades que ejercen los hombres fuera del hogar, mientras que las labores fundamentales para el sostenimiento de todas las personas que ejercen mayoritariamente las mujeres dentro del mismo no lo han sido, y por lo tanto no reciben ni compensación ni beneficios como salud, pensiones, etc.

Sin embargo, según la Cuenta Satélite de Economía del Cuidado del DANE, si el trabajo del cuidado se midiera igual que los demás sectores económicos sería el sector más grande de la economía (aproximadamente el 20% del PIB).

Las mujeres realizan más del doble de este trabajo (7 horas diarias contra 3, según la Encuesta del Uso del Tiempo). Así, no sorprende que en la Encuesta de Pulso Social del DANE realizada este año el 40% reportara sentirse sobrecargada con los oficios del hogar, frente al 20% de los hombres.

Esta información es particularmente importante porque muestra que el impacto económico de la pandemia tiene género.

Por lo tanto, las medidas destinadas a la reactivación económica del país tienen que incorporar una perspectiva que reconozca, mitigue y prevenga la profundización de la brecha de género y la feminización de la pobreza, así como el afianzamiento de los estereotipos de género que pone nuestras vidas y nuestros ingresos en constante riesgo.

Este artículo obedece a la opinión del columnista. Vanguardia no responde por los puntos de vista que allí se expresen.
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