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Guanentá
Martes 26 de noviembre de 2019 - 12:00 PM

170 familias hacen parte del proyecto apícola más grande del sur de Santander

Colegios, universidades, entidades bancarias y comunidades internacionales y locales hoy hacen parte de un proyecto apícola que nació en el año 2017. La meta es la autosostenibilidad.

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Suministrada  / VANGUARDIA
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Representantes de la Universidad George Mason se reunieron con apicultores de la región sur de Santander, con el fin de hacer entrega de colmenas y láminas para fabricar cera de abejas. Según representantes del proyecto, el desarrollo ha sido productivo en doce municipios y cuenta con 170 familias beneficiadas. La meta es que la iniciativa avance hacia la autosostenibilidad al incluir también el proceso de fabricación de las colmenas y ceras. El encuentro se dio en la Universidad Industrial de Santander, sede Socorro.

Carlos Enrique Vecino Arenas, director de gestión de relaciones exteriores de la UIS Socorro, dijo a Vanguardia que la participación del claustro en este proyecto se enfoca en la formación, investigación y extensión de un proyecto que aglutina todas sus funciones: “Nos unimos junto con George Mason y el BBVA porque se trata de un proyecto que beneficia a la comunidad entera, además del sector apícola que ha tomado una fuerza impresionante en la región, favoreciendo sectores como la agricultura, la alimentación, el medio ambiente y en general la proyección de favorecer a la comunidad y el bienestar social”.

Para el también docente es importante que la academia se involucre porque el tema ha abarcado de manera positiva algunos programas académicos de la UIS.

Señaló que la academia le pertenece y se debe a la comunidad; por ello necesita impulsar bienestar generando plataformas que tienen que ver con el conocimiento como el sector apícola.

Por su parte, Eny Cortés Durán, estudiante de producción agroindustrial, narró que “esto nació con 20 familias en el año 2017. Desde entonces hemos trabajado en que el proyecto se fortalezca y las mujeres se den cuenta que uno puede aportar mucho al desarrollo de la apicultura, sin descuidar los quehaceres y trabajos diarios de una granja o finca”.

Para ella, la mujer se ha empoderado en distintos escenarios y este es uno más en donde ha dirigido, proyectado e involucrado en ideas que van más allá de los oficios y labores del hogar, resaltando así sus cualidades intelectuales.

Cortés Durán dijo que algunos de los beneficios de trabajar con las abejas van desde la concientización por la apicultura como una forma de cuidar los sectores donde se vive, así como las nuevas técnicas que se aplican para hacer que se convierta en un trabajo productivo a través de colmenas y subproductos que son apetecidos a nivel nacional e internacional.

Edilio Zúñiga Rojas es cabeza de hogar y uno de los pioneros en impulsar el tema de las colmenas en la región.

Opinó que gracias a las ayudas y asistencia técnica, personas como él se han convertido en productores más allá de la miel.

“Después de que nos hicieron un llamado a varias familias sobre un proyecto piloto, nos vinculamos con docentes y distintas entidades capacitándonos. El proyecto ha estado fijo en sacar varios productos a base de la miel; pero también hemos trabajado en cambiar la mentalidad del comerciante porque no se puede regalar un producto a un precio cualquiera. Hablamos de un alimento al que se le debe dar el valor suficiente”, contó Zúñiga Rojas.

Para Germán Perilla, de la Universidad George Mason, el proyecto ha crecido a tal punto que ya ha empezado a generar opiniones de diversos grupos en el tema de desarrollo empresarial.

“Como todo, ha sido un proceso de dificultades y éxitos. Por ejemplo, la parte de los productores de cera y madera no han cumplido con algunas de las entregas. Por eso hemos tomado la decisión de empezar a ser autosuficientes, es decir, fabricar nuestras propias maderas y hemos comprado las máquinas para producir nuestra propia cera”.

El proyecto es llamado ‘Abejas para la paz’ y ha venido integrando gente y conservando abejas. Su deseo es seguir integrando gente y que la misma participe en los municipios. Es la razón de ser del proyecto apícola.

Así también, el docente señala que es importante desarrollar alianzas entre la industria privada, la academia, los donantes, empresarios, comunidad y gobiernos locales. “Hemos tenido dificultad al momento de establecer vínculos. Si queremos integrarnos como sociedad, la cosa será mucho más fácil”.

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Publicado por Jhoan Calderón Bayona

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