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Bucaramanga
Viernes 19 de marzo de 2021 - 12:00 PM

Así viven los migrantes venezolanos que han llegado a Bucaramanga

Según la radiografía presentada ayer por la Unab, 35% de los migrantes venezolanos es independiente y el 19% trabaja sin tener un contrato definido. Por otro lado, el 22% no tiene empleo.

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La capital santandereana es un punto intermedio que conecta al interior del país con la frontera colombo-venezolana; de ahí que sea de tanto interés para los migrantes. (Foto: Jaime Del Río Quiroga / VANGUARDIA)
La capital santandereana es un punto intermedio que conecta al interior del país con la frontera colombo-venezolana; de ahí que sea de tanto interés para los migrantes. (Foto: Jaime Del Río Quiroga / VANGUARDIA)

La capital santandereana es un punto intermedio que conecta al interior del país con la frontera colombo-venezolana; de ahí que sea de tanto interés para los migrantes. (Foto: Jaime Del Río Quiroga / VANGUARDIA)

Las condiciones de los migrantes son difíciles. Durante las últimas semanas y tras el desempleo, muchos de ellos han escogido al Parque de los Niños para sobrellevar allí sus días. (Foto: Jaime Del Río Quiroga / VANGUARDIA)
Las condiciones de los migrantes son difíciles. Durante las últimas semanas y tras el desempleo, muchos de ellos han escogido al Parque de los Niños para sobrellevar allí sus días. (Foto: Jaime Del Río Quiroga / VANGUARDIA)

Las condiciones de los migrantes son difíciles. Durante las últimas semanas y tras el desempleo, muchos de ellos han escogido al Parque de los Niños para sobrellevar allí sus días. (Foto: Jaime Del Río Quiroga / VANGUARDIA)

De los 41.132 migrantes venezolanos que han llegado a Bucaramanga en los últimos años, el 28% reside en los barrios de la Comuna Norte; el 19% ostenta algún título profesional; y el 8% ha sido diagnosticado con la COVID-19.

La informalidad también marca las vidas de estas personas. De la totalidad de migrantes venezolanos que están en la ciudad, el 22% se encuentra desempleado; el 19% trabaja sin contratos; el 35% es independiente; y solo el 10% goza de algún oficio estable.

Además, en la capital santandereana habita el 36% de la población migrante venezolana que vive en todo el Departamento.

De esta población, el 39% corresponde al género masculino y el restante 61% al femenino.

El año en el que más migrantes entraron a la ciudad fue 2019, con 41% de los que actualmente están en Santander; mientras que durante la temporada de pandemia solo ingresó el 7%.

Los anteriores son solo algunos de los resultados de la cuarta caracterización de la población migrante proveniente de Venezuela en Bucaramanga, presentados ayer por el Instituto de Estudios Políticos, IEP, adscrito a la Universidad Autónoma de Bucaramanga, Unab.

Vale mencionar que el estudio se desarrolló de forma articulada entre la Alcaldía de Bucaramanga, el citado IEP y los programas académicos de Economía, Comunicación Social y Negocios Internacionales del centro de educación superior.

“Las estadísticas, que hacen parte del más aproximado consolidado de esta población en la ciudad, aspiran a convertirse en insumos valiosos para la toma de decisiones en la construcción de políticas públicas”, según explicó el subsecretario de Desarrollo Social de la capital santandereana, Jorge Isnardo Neira González.

“Esta radiografía se enfoca en la población migrante que tiene vocación de permanencia en nuestro territorio. Creo que es una información muy útil para continuar trabajando en los procesos de integración social”, añadió el funcionario.

¿Por qué llegan aquí?

Precisamente el arraigo de los migrantes venezolanos resultó ser uno de los factores que más llamó la atención de los investigadores.

De acuerdo con los resultados, tan solo el 29% de los encuestados considera regresar a su país, ante un eventual mejoramiento de las condiciones políticas y económicas; en contraste con el 74% que prefería hace tres años (2018) volver a Venezuela.

En ese mismo sentido el 41% arribó hace más de dos años a la ciudad y el 72 % eligió a Bucaramanga porque tenía una red de apoyo que le ofreció, en el momento de emigrar, posibilidades de permanencia.

De hecho, el 83 % de esa población mantiene relaciones laborales y familiares con personas colombianas o venezolanas y el 71 % desea quedarse en esta capital.

Lo anterior, en palabras de María Eugenia Bonilla Ovallos, directora del IEP, “hace posible el proceso de integración social de la población migrante y su inserción en las diferentes dinámicas de nuestra ciudad”.

“Son vulnerables”

La investigación reveló la vulnerabilidad a la cual es sometida la población migrante en el momento en el que decide cruzar la frontera a nuestro país.

“Es más, el 8% de los encuestados reconoció haberle pagado a alguna autoridad colombiana para llegar a su destino. Es un dato que hemos conocido de tiempo atrás cuando conversamos con los migrantes”, manifestó Bonilla Ovallos.

Sobre el particular, más de la mitad de los que migraron lo hicieron sin dinero suficiente para llegar a su destino final, lo que expone a esta población a redes de trata de personas; y el 14% fue víctima de robos en su desplazamiento.

La precariedad laboral es otro de los aspectos negativos que refleja el estudio de caracterización. Según el estudio, la mayoría de los ingresos que tienen estas personas, que no superan los $600 mil al mes, provienen de actividades como las ventas ambulantes y envían, mientras pueden, un promedio de $100 mil a sus familiares en el vecino país patriota.

¿En dónde están
los migrantes?

El estudio señala como zonas de residencia principalmente a las comunas Norte, Nororiental, San Francisco, Occidental y Morrorrico.

Dentro de las principales recomendaciones que arroja esta caracterización, la cuarta consecutiva que entrevistó a 504 migrantes, están el fortalecimiento de políticas públicas a mediano y largo plazo, acompañamiento psicosocial, inserción en el plan de vacunación antiCOVID-19, estímulo a la población con capacidad de generar ingresos y promoción de campañas de rechazo a la xenofobia, entre otras.

‘Ponerse en la

maleta de ellos’

A propósito de este análisis, la Unab lidera una iniciativa titulada: ‘Ponte en la maleta del otro’, con la cual se les hace un llamado a las personas para que no discriminen a aquellas personas que se han visto obligadas a dejar su país para encontrar mejores opciones de vida en nuestra tierra santandereana.

Para tener acceso a las producciones seleccionadas en el marco de esta campaña social, usted puede buscar el hashtag #PonteEnLaMaletaDelOtro, y por medio de códigos QR, se reproducen directamente las historias.

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Publicado por Euclides Kilô Ardila

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