De acuerdo con los datos del Instituto Colombiano de Neurociencias, el 88 % de los niños ha tenido alguna afectación en su salud mental y en su comportamiento debido al cierre de las escuelas por la pandemia.
Las opiniones están dividas. Algunos le apuestan al regreso a las aulas, otros prefieren seguir recibiendo clases en sus casas y unos más creen en la alternancia entre la virtualidad y la presencialidad.
Lo cierto del caso es que está viva la polémica tras la propuesta de algunos educadores y rectores, quienes le hicieron un llamado al Gobierno para agilizar el retorno de los alumnos a los planteles.
Ellos argumentaron que el impacto negativo que el cierre de las escuelas y de los colegios ha tenido en los niños, niñas y jóvenes “es muy grande y preocupante”.
En el caso de Bucaramanga, por citar solo un ejemplo, el 47% de los reportes de ansiedad que ha dejado la pandemia procede, de manera particular, de los estudiantes.
También el Instituto de Vida y Familia entregó preocupantes reportes al respecto. Según ese organismo, durante los últimos meses se han evidenciado alzas importantes en diferentes problemáticas psicosociales, no solo en Bucaramanga, sino a nivel nacional en los jóvenes, lo que ha multiplicado el número de consultas psicológicas en la IPS de la Universidad Pontificia Bolivariana, UPB.
Incluso para responder a esta importante demanda, la UPB, mediante la IPS ubicada en el Instituto de Familia y Vida y el Centro de Proyección Social de Piedecuesta, ha implementado nuevos sistemas de atención que agilizarán la consulta de pacientes con todas las garantías y requisitos que tiene una asistencia psicológica de alta calidad.
De igual forma, el Instituto Colombiano de Neurociencias reveló que el 88% de los niños ha tenido alguna afectación en su salud mental y en su comportamiento debido al cierre de las escuelas por la pandemia.
Según la propuesta de los académicos que avalan el regreso a las aulas, “se debe hacer un retorno parcial, contextualizado y seguro de las instituciones educativas; y eso es algo que no admite espera”.
Los firmantes aseguraron que la pandemia ‘puso en jaque’ el acceso a la educación como un derecho fundamental. Además, ha traído graves consecuencias en la salud física y mental para los menores, por lo que se hace urgente el regreso a las aulas con todas las medidas de protección”.
Los firmantes solicitaron “la puesta en marcha de modelos de alternancia que permitan el regreso gradual de los estudiantes, y que puedan funcionar todos los días de la semana con porcentajes graduales y progresivos de asistencia”.
Voces de los colegios
Para Henry Rueda, coordinador de convivencia del Colegio Salesiano, tras sondeos con los padres de familia, los porcentajes dejan ver que mientras el 12% de ellos quiere el regreso, el 88% restante no admite la posibilidad de volver a mandar a sus hijos a las aulas, al menos no durante lo que resta del año.
Sin embargo, el supervisor es consciente de que el cierre de los colegios ha representado un severo impacto al proceso de adaptación de todos los estudiantes.
Pese a ello, dijo que la institución le dio vida a la campaña de asistencia denominada: “Salesiano, Cuenta Conmigo”. Eso ha hecho que tanto directivos, como profesores y egresados estén pendientes de los jóvenes para asesorarlos y ayudarles a sobrellevar este difícil año.
Sobre el particular, el rector del colegio San Pedro Claver de Bucaramanga, Padre Rodolfo Abello, argumentó que al menos en esta institución “estamos preparados para lo que planteen las autoridades, obviamente teniendo en cuenta lo que piensen los padres de familia”.
“Por ahora nosotros nos estamos preparando, de manera rigurosa, en los protocolos de bioseguridad”, añadió.
“Seguirá nuestro modelo mediado por la tecnología, porque realmente trasladar el aprendizaje a la virtualidad no ha sido solo una tarea de cinco meses, nosotros ya estábamos en sintonía con tal sistema”, acotó.
“Hay padres de familia temerosos de mandar a los hijos y por eso entendemos que el modelo alterno, el presencial y el de la tecnología, sí es viable. Porque así como hay papás que tienen miedo, hay otros que no tienen con quién dejar a sus hijos. La idea es no exponer a nadie a contagios”, puntualizó.
