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area metropolitana/bucaramanga
Lunes 05 de agosto de 2019 - 12:00 PM

El joven santandereano que busca mejorar la calidad de vida de la comunidad Wayúu

Este Ingeniero Mecatrónico ha dedicado todos sus esfuerzos para que la comunidad Wayúu, de la cual es descendiente, mejore sus condiciones de vida.

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Su nombre es Lëmnec Tiller Avellanada y nació hace 27 años en Mogotes, Santander. Gracias a su padre por sus venas también corre sangre Wayúu, por eso en el 2016 decidió hacer algo para mejorar la calidad de vida de esta comunidad que también siente como suya, ya que fue testigo de las diferentes necesidades y problemáticas por las que ha atravesado.

Su motivación no es solo porque la sangre ‘llama’, sino porque este joven siente que a este mundo venimos a ayudar y a servir, no solo como un deber, sino como una forma de alcanzar la felicidad.

“Yo creo que la manera en la que nosotros podemos dejar un legado en la tierra es ayudando a las personas. La gente dice que hacer esto es difícil, pero siempre se puede. Con pequeñas acciones se logran grandes cosas”, dijo.

‘Fundación Wayuuda’ creada con verraquera santandereana

En el 2016, Lëmnec decidió crear, junto a 5 amigos, la Fundación Wayuuda. Con mucho esfuerzo y ‘verraquera’, como él mismo lo dice, han logrado generar impactos significativos en esta comunidad tan afectada por la indiferencia y el abandono.

“Yo comencé con las uñas, pero se ha logrado muchísimo. Casi todos los recursos que se han puesto han sido míos, pero junto a todas las personas que la creamos, la hemos podido sacar adelante. Tenemos la motivación personal de ayudar a la gente sin recibir algo a cambio”, expresó.

Con la consolidación de esta organización, también pudieron formar la Escuela Majayütpana, la cual se encarga de brindar atención educativa y alimentación a aproximadamente cien niños, niñas y adolescentes de Uribia, La Guajira. Desde esta institución se atiende a la primera infancia y a madres lactantes.

“Logramos adscribirla al Magisterio y cuenta con dos ‘etno educadoras’ asignadas. Una de ellas es el pilar de esta escuela porque es la que la ha sacado adelante y con el apoyo de nosotros, se ha fortalecido”, comentó.

En el 2017, la fundación tomó una postura más seria, porque como lo explicó Lëmnec, al principio, su organización se basaba en el asistencialismo, llevando solo alimentos no perecederos y ropa, pues pensaban que esta era la única forma de contribuir al mejoramiento de la situación. Sin embargo, según él, esta no es siempre la única solución.

“Empezamos a proponer proyectos de grado para ayudarnos a nosotros y a las comunidades. Nacen de identificar una necesidad y hasta el momento ya hemos realizado cinco”, dijo.

Proyecto Wüin-ka’i (agua y sol)

Como estudiante de Ingeniería Mecatrónica de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, Unab, Lëmnec entendió que con sus conocimientos podría aportar mucho más a mejorar las condiciones de vida de la comunidad. Es así como, junto a los docentes Johann Barragán y Yesid Muñoz, empieza a desarrollar su proyecto de grado titulado Sistema de Bombeo Solar Automatizado para comunidad Wayúu- “Wüin-ka’i” (agua y sol), financiado en su totalidad por la universidad.

Este sistema se divide en 4 subsistemas que son el de bombeo, adquisición energética, almacenamiento y el de control. Básicamente, este proyecto consiste en sacar agua de un pozo profundo, el cual fue construido por gente de la comunidad.

Y es que, según cuenta Lëmnec, el valor agregado de este sistema es integrar los productos, las tecnologías y las técnicas con los conocimientos ancestrales que tienen las comunidades.

“Ellos encontraron agua con sus metodologías ancestrales y nosotros pusimos la tecnología, que lo que hace, es darle un acceso seguro y totalmente autónomo del agua a la comunidad. Ya no tienen que hacer lo que hacían antes, usando esa técnica antigua que se basaba en el uso de un molinete y que con cada balde que sacaban se demoraban de 5 a 6 minutos. Con este proyecto lo único que tienen que hacer es abrir una llave que se demora 7 segundos en llenar un balde de agua”, expuso.

Con respecto al agua que recibe la comunidad, este joven explicó que la que se encuentra en ese lugar no es potable porque su proyecto abarcaba todo lo que se refería a suministro, pero está proyectado en empezar a trabajar en la segunda fase que se basa en sistemas enfocados a la desalinización y la potabilización del agua.

Además, es importante recalcar que esta técnica, que aprovecha la irradiación solar de La Guajira, abastece con 4 mil litros de agua a la comunidad Wayú, localizada en el corregimiento de Alakat a 40 minutos del casco urbano de Maicao.

El impacto positivo que este proyecto ha generado en la comunidad es tanto, que ya ha hecho parte de dos programas de innovación social. En uno de ellos, que se llamó ‘Global Impact Challenge’ de la Singularity University, logró posicionarse dentro de los 10 proyectos más innovadores con enfoque social. También, estuvo en el ‘Social Skin’ de la Fundación Bolívar Davivienda, en el que alcanzó a estar dentro de los 21 finalistas de los más de 700 proyectos de talla nacional e internacional que se presentaron.

Sin embargo, Lëmnec está agradecido y emocionado porque siguen llegando más convocatorias y reconocimientos por el sistema que creó y que trajo tantos beneficios a una comunidad tan olvidada.

“Este 22 y 23 de agosto voy a estar en la primera muestra de proyectos de pregrado de la Sociedad Colombiana de Ingenieros y pues espero mucho más”, dijo.

De Santander, para la Guajira

Este santandereano, está convencido que desde todas las esferas se puede ayudar y contribuir a la causa de transformar a una comunidad históricamente apartada y olvidada. El trabajo ha sido duro, pero ha logrado que más de 300 personas de Bucaramanga y su Área Metropolitana, y también de otras ciudades del país, se sumen a este proyecto social.

Lëmnec, también se esmera en eliminar ese pensamiento erróneo, muchas veces infundido por entidades y organizaciones, que expresan que la comunidad Wayúu son personas demasiado autónomas, e incluso hostiles.

“Ellos son muy humildes, serviciales y una muestra de eso es que a todas las comunidades que he ido, me han tratado excelente. He llevado a más de 300 personas y siempre nos ha ido bien porque aprecian el trabajo que hemos venido realizando. Además, ellos también quiere inmiscuirse y eso es bueno, porque a una comunidad que quiere salir adelante, se le nota”, expresó.

Es más, en diciembre del año pasado realizó el voluntariado más grande que ha hecho desde la creación de Wayuuda y fue un completo éxito.

“Llevamos 40 personas de las cuales todos desarrollaron sus actitudes profesionales allá. Habían unos enfocados en el sector de salud, psicología, recreación con los niños e ingeniería. Nos dividimos en las partes que queríamos intervenir y nos fue muy bien”, comentó.

También, la ayuda de la gente que hace parte de la etnia ha sido muy importante, pues con sus conocimientos empíricos han aportado y hecho parte de los resultados satisfactorios que se han presentado con los programas de la fundación.

“La cultura Wayúu es una cultura muy rica e interesante. Ellos nos alimentan a nosotros y también crecen con los conocimientos que tenemos. Cuando yo llegué a hacer mi proyecto, ellos ya tenían unos preconceptos, me acompañaron en toda la instalación del sistema de bombeo y ya saben hacer las mediciones y todo lo que eso conlleva con las respectivas normas técnicas”, dijo.

Por otro lado, relató que las acciones que el gobierno ha implementado para asistir a esta comunidad, no los ha integrado. El lugar se ha convertido en un ‘desierto de chatarra’, pues el Estado introducía la tecnología, pero no les explicaban en lo absoluto a los habitantes cómo administrar dicho equipo o cómo hacer el mantenimiento.

“Usted puede ver a lo largo de La Guajira un montón de molinos que ya no están funcionado en este momento porque no le dieron el empoderamiento a la comunidad para hacer parte de esto. No hubo una integración, cuando se daña, van y ponen la queja, pero el gobierno no hace caso”, declaró.

Igualmente, Lëmnec manifestó, ahora que empieza la temporada electoral, son muchos los que sí se van a acercar a la comunidad solo con promesas vacías y pequeños mercados con la única finalidad de conseguir votos.

“A la comunidad Wayúu hay que darle el posicionamiento que se merece. Ellos no permiten que entre gente del interior por esas razones, y también por eso es la comunidad indígena más grande que todavía se mantiene en Colombia, pero eso no va a seguir así. Este año sacaron un estudio que decía que esta gente va a desaparecer y es absurdo porque son la radiografía viva de la humanidad”, declaró.

Es así, como este joven que trabaja incansablemente para ayudar a esta comunidad extiende la invitación a todas las personas a que se sumen a la causa y hagan parte de su fundación para que este proyecto siga creciendo cada vez más y alcance a la mayor cantidad de pobladores de este departamento.

También, que desde la academia empiecen a enfocarse en esta población y dirijan sus proyectos de grado para contribuir de alguna forma a mejora la situación de estas personas, pues como lo dice Lëmnec, “desde cualquier rama se puede” y así lograrán un crecimiento profesional y personal grande, y quedarán con la satisfacción de haber puesto su ‘granito de arena’ para hacer algo positivo y dejar una huella en el mundo.

Si usted desea hacer una donación a esta fundación santandereana, puede hacerlo desde la cuenta de ahorros Bancolombia Wayuuda: 780-939269-51. De igual forma, si quiere hacer parte de este grupo o contactarse con ellos, lo puede hacer desde todas sus redes sociales con el usuario @wayuuda.

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Publicado por Danilo Prada Alvarez

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