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Bucaramanga
Viernes 31 de mayo de 2019 - 12:00 PM

La lucha de una madre contra Coomeva EPS para salvar a su hija en Santander

La madre de una menor de 13 meses, quien sufre de convulsiones y retraso psicomotor y cognitivo, denuncia que Coomeva no le autoriza las terapias que requiere desde hace más de seis meses. La mujer también señaló que la entidad, al parecer, le hizo cobros excesivos para agilizar el tratamiento.

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La lucha de una madre contra Coomeva EPS para salvar a su hija en Santander. (Foto: Archivo / VANGUARDIA)
La lucha de una madre contra Coomeva EPS para salvar a su hija en Santander. (Foto: Archivo / VANGUARDIA)

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La lucha de una madre contra Coomeva EPS para salvar a su hija en Santander. (Foto: Archivo / VANGUARDIA)

Desde hace más de diez meses, Lisbet Vargas García, una mujer de 40 años, libra una batalla en contra de Coomeva EPS para salvar la vida de su hija de tan solo 13 meses, quien requiere de una serie de terapias, exámenes y consultas con especialistas.

La menor, oriunda de Aguachica, Cesar, sufre de convulsiones desde los dos meses, hecho que le causó un retraso global psicomotor y cognitivo, así como daño en sus músculos. Como consecuencia, la niña no camina, no se mueve y depende de su madre para hacer cualquier actividad.

Según denuncia la mujer, está a la espera de que Coomeva le autorice las terapias y la remita con médicos pediátricos, pues hasta el momento la niña no tiene un diagnóstico certero sobre su condición.

“Mi hija tiene un año de edad, ella me convulsionó a los 45 días de nacida y a raíz de eso tiene hipotonía (pérdida de la fuerza muscular) y una epilepsia no especificada que está en estudio. El neuropediatra le mandó unas terapias físicas, ocupacionales y de lenguaje por neurodesarrollo desde noviembre y esta es la fecha en la que no se las han dado”, explicó Lisbet.

Dichas terapias habrían sido autorizadas por la EPS solo hasta el pasado 21 de mayo. Es decir, seis meses después de que el neuropediatra las ordenó. Sin embargo, hasta que Coomeva no haga el pago anticipado, la menor no tendrá el servicio.

Asímismo, la pequeña debe ser sometida a exámenes de genética para determinar cuál es la causa exacta de su enfermedad. De lo contrario, su condición podría empeorar debido a la falta de un diagnóstico con mayor precisión.

Denuncian cobros excesivos

Debido a la enfermedad de la menor, Lisbet debe estar al cuidado de su hija las 24 horas, por lo que no puede trabajar. También está al cuidado de su hijo mayor, de seis años.

Si bien su esposo trabaja, asegura que cuenta solo con los recursos mínimos para sostener a su familia. Es por eso que denunció que Coomeva le hizo un cobro para agilizar el proceso.

“A nosotras nos atienden en Bucaramanga porque en Aguachica no hay centros especializados para mi hija. Yo soy la que cubro los gastos de los traslados y la EPS me dice que después me lo repone. Coomeva me dijo que si hacía un copago de $282.600, ellos me agilizaban la autorización de las terapias. Mi esposo y yo hicimos un préstamo para pagarles lo que nos pidieron y hasta ahora la niña sigue sin tratamiento”, contó Vargas García.

Es por eso que la mujer interpuso una tutela para que la exoneraran de dichos pagos, la cual falló a su favor.

“Ordenar a Coomeva EPS A, que si aún no lo ha hecho, se abstenga de realizar cobros de cuotas moderadoras y copagos”, dice el documento.

De todas formas, la mujer señaló que en la mañana de este viernes se acercó a la EPS donde “me dijeron que aún tengo que pagar unos $77 mil en copagos, pese a tener la tutela”.

La urgencia de las terapias

Como la EPS no ha autorizado los exámenes de genética de la niña, aún no se tiene un diagnóstico certero. Sin embargo, el daño que las convulsiones generaron en sus músculos es severo y requiere de las terapias para que, por lo menos, pueda moverse por sí misma.

“Hace dos meses, cuando salió el último desacato, me llamaron de Coomeva a decir que harían el pago anticipado de las terapias, pero es mentira. La única posibilidad de que mi hija se recupere es con esas terapias de neurodesarrollo”, comentó Lisbet.

El primer paquete de terapias consta de 12 sesiones de fonoaudiología, 12 físicas y 12 ocupacionales.

De no recibirlas, la menor corre el riesgo de que sus músculos nunca se desarrollen y sigan deteriorándose con cada convulsión.

¿Qué dice Coomeva EPS?

Vanguardia puso en conocimiento de la entidad la denuncia de Lisbet Vargas García y su hija. Si bien personal de comunicaciones aseguró que revisaría el caso, esta redacción no ha recibido respuesta alguna de Coomeva EPS.

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Publicado por Valesca Alvarado Ríos

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