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Bucaramanga
Lunes 08 de julio de 2019 - 12:00 PM

Mejora o se deteriora la calidad de los ríos y quebradas del área metropolitana

Para responder este interrogante, el Área Metropolitana de Bucaramanga avanza con el diagnóstico en 16 fuentes hídricas. Los últimos resultados, emitidos en diciembre de 2018, fueron desfavorables.

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Para adelantar las mediciones in situ, se utilizan equipos especializados como un Flow Tracker, un instrumento acústico Doopler para medir la velocidad del agua; así como un multiparamétrico, para medir PH, conductividad, oxígeno disuelto, sólidos disueltos totales y temperatura, entre otros. También se toman muestras y se analizan en laboratorio. (Foto: Suministrada  / VANGUARDIA)
Para adelantar las mediciones in situ, se utilizan equipos especializados como un Flow Tracker, un instrumento acústico Doopler para medir la velocidad del agua; así como un multiparamétrico, para medir PH, conductividad, oxígeno disuelto, sólidos disueltos totales y temperatura, entre otros. También se toman muestras y se analizan en laboratorio. (Foto: Suministrada / VANGUARDIA)

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Para adelantar las mediciones in situ, se utilizan equipos especializados como un Flow Tracker, un instrumento acústico Doopler para medir la velocidad del agua; así como un multiparamétrico, para medir PH, conductividad, oxígeno disuelto, sólidos disueltos totales y temperatura, entre otros. También se toman muestras y se analizan en laboratorio. (Foto: Suministrada / VANGUARDIA)

Temperatura, caudal, conductividad y sólidos disueltos, son algunos de los parámetros físicos, químicos y biológicos que se tienen en cuenta durante las mediciones periódicas, que el grupo de Recurso Hídrico del Área Metropolitana de Bucaramanga, AMB, adelanta en ríos y quebradas que discurren por el área urbana de Floridablanca, Girón, Piedecuesta y, por supuesto, la capital santandereana.

Para obtener un diagnóstico preciso, desde la semana pasada se confirmaron los 32 puntos de monitoreo a intervenirse entre el 5 y 26 de julio. El objetivo es que en este tiempo se trabaje en las quebradas La Palmira y Suratoque, en Piedecuesta; en las quebradas La Iglesia, La Flora y La Cascada, en Bucaramanga; y en la quebrada Zapamanga, en Floridablanca.

Asimismo, en las fuentes hídricas que discurren por la escarpa de Bucaramanga, entre las que se encuentran quebradas Chimitá, Cuyamita, Argelia, La Picha, Chapinero y Navas; en los ríos Suratá y Frío y en la quebrada Aranzoque.

El Río de Oro, que también será objeto de estudio, es el que más tendrá puntos de monitoreo. Se definieron ocho, de manera que abarque todo el curso, entre las jurisdicciones de Piedecuesta, Girón y Bucaramanga.

El ingeniero Guillermo Cardozo, subdirector ambiental del AMB, explicó que cuando se procede con estos estudios se adelantan dos tipos de caracterización, uno de cantidad y otro de calidad, precisamente para proceder con este último ya se adelanta el proceso de licitación. Con el primero se establece qué tanta agua hay y, con el segundo, en qué estado se mantiene.

“A final de año podremos saber cómo estarán nuestros recursos hídricos que discurren por el área metropolitana urbana. Ya iniciamos con la primera programación, donde trataremos de identificar cómo están las condiciones de caudal. Lo hacemos en época de verano como esta que acaba de iniciar, al igual que en época de invierno”, sostuvo el funcionario.

No obstante, el ingeniero Cardozo resaltó que de esta manera se puede establecer si se ha mejorado o deteriorado.

En 2018, a corte de diciembre, los resultados no fueron favorables. En términos generales, la cantidad y la calidad del agua en las fuentes hídricas del área se mantuvo entre mala y regular.

Hay que tener en cuenta que las aguas residuales generadas diariamente en la zona norte y suroriental de Bucaramanga continúan vertiéndose directamente al río de Oro sin ningún tipo de tratamiento, causando un fuerte impacto ambiental, debido a que no se cuenta con una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales.

En Piedecuesta

De acuerdo con información suministrada, se viene prestando especial atención a las muestras de las quebradas La Palmira y Suratoque, en Piedecuesta, porque en tres ocasiones un juez ha motivado al Área Metropolitana de Bucaramanga a adoptar controles. Precisamente, se adelanta un trabajo conjunto entre la Alcaldía de este municipio y el Acueducto Metropolitano de Bucaramanga para establecer cuáles son las causas de contaminación de estos afluentes y lograr así establecer planes para resolver el problema.

De la misma manera, se evalúa el río Frío y la quebrada Aranzoque en el sector de Abadías, sobre la autopista Piedecuesta – Floridablanca, para conocer en qué calidad se están entregando las aguas.

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Publicado por Ingrid Paola Albis Pérez

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