El número de ciudadanos venezolanos en el territorio nacional pasó de 1742.927 en enero de este año a 1842.390 a 31 de agosto, con un crecimiento del 5,7%.
En Venezuela, Yurqui Tibisay Contreras de Galviz se dedicaba a enseñar a los niños y niñas en la Unidad Educativa San José, en el centro de la ciudad de San Cristóbal, pero en el año 2018, cuando la situación comenzó a complicarse, tuvo que renunciar y emprender camino en busca de mejores oportunidades, junto con su esposo y sus dos hijas.
En Bucaramanga le ha tocado enfrentarse no solo a los maltratos verbales de las personas, sino también a la explotación laboral con tal de conseguir lo del sustento de su familia.
Sin embargo, el pasado 13 de octubre llegó muy temprano a la sede del Centro de Migración en Bucaramanga, donde adelantó el trámite para obtener ese documento que le devuelve la esperanza de poder encontrar un mejor futuro, a pesar de estar en un país lejano. Todo esto gracias al Estatuto Temporal de Protección al Migrante.
Esta es la misma esperanza que tienen cerca de los 41.132 migrantes venezolanos que hay en Bucaramanga, de los más de 1,8 millones de venezolanos que han llegado al país huyendo de la crisis política y social bajo el mandato de Nicolás Maduro.
Vale la pena recordar que con la implementación del Estatuto Temporal de Protección, más de 1’742.927 ciudadanos serán potenciales beneficiarios de esta herramienta de protección complementaria, una que les permitirá acceder a la oferta de servicios, derechos y deberes del Estado colombiano, pero serán las diferentes instituciones y autoridades nacionales y locales, así como las organizaciones de la sociedad civil, a las que les corresponderá la materialización del estatuto como un instrumento efectivo para la integración e inclusión migratoria en la sociedad colombiana.
En el caso particular de Tibisay, dice que su ilusión es que su esposo, cuya profesión es Auxiliar de Enfermería (aquí le ha tocado trabajar de mesero, pintando casas y hasta motodomiciliario) pueda conseguir una oportunidad laboral estable y así dar un mejor futuro a sus hijas Yusney Jismar y Yusbey Zaray.
Recientemente, Migración Colombia dio a conocer que a la fecha 473.170 personas han realizado el Registro Biométrico, cifra muy esperanzadora que refleja el esfuerzo y los grandes desafíos que ha tenido el Estado para divulgar esta herramienta y, sobre todo, para llegar con la información correcta donde está la población migrante.
Así lo considera Beatriz Eugenia Luna de Aliaga, docente de la Universidad de la Sabana, magíster en Derecho Constitucional y consultora en Derechos Humanos, migraciones y el fenómeno de la trata de personas.
De acuerdo con la docente de La Sabana, el Estatuto Temporal de Protección a los Migrantes sigue siendo un gran reto y una ilusión, para que realmente sea una inclusión verdadera de la población migrante venezolana y se logre un mejor futuro, no solo para ellos en todos los sentidos, individual, familiar y económico, sino para Colombia como país.
Luna de Aliaga reconoce además que “debemos ver el Estatuto como una gran herramienta que el Estado está implementando con grandes esfuerzos e innumerables desafíos operativos, técnicos y sobre todo con un fundamento jurídico, empezando con la Constitución, el Decreto 216 de 2021 (con el cual se implementó esta herramienta), la Resolución 971 de este año, pero especialmente cumpliendo instrumentos internacionales.
Por su parte, desde Bitácora Migratoria, proyecto que hace seguimiento a la implementación del Estatuto y es coordinado por la Facultad de Estudios Internacionales de la Universidad del Rosario, Fundación Observatorio de Venezuela y la Fundación Konrad Adenauer – Colombia, se indica que la entrega del primer Permiso por Protección Temporal (PPT) y el registro biométrico de cerca de medio millón de migrantes son grandes avances en el proceso de regularización y su integración en la sociedad colombiana. Además, se fortalece la confianza y credibilidad de la población venezolana en el Estatuto Temporal de Protección para migrantes Venezolanos (ETPV).
Sin embargo, desde Bitácora Migratoria se recomienda la ampliación de la campaña comunicacional utilizando el sistema público y comunitario de radio y televisión, las alianzas con gobiernos locales, iglesias, el sistema educativo y los gremios, para llegar a más migrantes.
