martes 10 de mayo de 2022 - 12:00 AM

Así exporta Santander limón Tahití, sus ‘esmeraldas cítricas’, a Europa

La empresa santandereana Orange Export S.A.S. fue reconocida por su excelencia exportadora en la agroindustria. Vanguardia les presenta un recorrido por esta compañía, que genera 35 empleos directos y hasta 300 indirectos, y que ya ha exportado 525 contenedores a Alemania y Francia.

Sentada en la terraza de su finca, ubicada en la vereda Palogordo, en la zona rural de Girón (Santander), a una hora en carro de Bucaramanga, y con una jarra de limonada fría al lado, Solangel Meza Vanegas cuenta cómo el cultivo del limón tahití es el sustento de su familia.

A la finca La Fortuna llegó junto con su esposo, Carlos Augusto Esparza, y hoy los dos tienen sembrados 1.643 palos, de donde recogen limón orgánico para exportar.

Aunque Solangel es de tradición familiar cafetera, renunció a su anterior trabajo en una empresa telefónica, se mudó con su esposo a la finca y en este momento su expectativa es “pasar el resto de nuestras vidas acá cultivando y exportando limón”.

Sobre una mesa de vidrio con una base de hierro organiza unos limones, a los que ella llama “las esmeraldas” que se exportan a Europa. Agrega: “Este limón tiene una propiedad única, que su color fuerte, es un verde esmeralda. Además, es jugoso, grande y no tiene semillas. Como decimos acá: ‘se le puede sacar todo el jugo”.

Estos productores hace ocho años conocieron el mercado del limón tahití y les pareció desorganizado. Solangel dice que el producto no se compraba barato, no había buena oferta y no había idea de cómo comercializarlo en Santander.

En esa búsqueda hace cinco años conocieron, por medio de un volante “que nos entregó el viviente (encargado de la finca) a otros productores, ellos sabían de una empresa que estaba buscando fincas de limón y que querían exportarlo”. Esa empresa es Orange Export S.A.S.

La compañía

Su gerente es Rainier Adrianus Yuri Van Vilsteren, un holandés que se mudó al área metropolitana de Bucaramanga y quien es conocido entre los productores y campesinos como ‘Ray’. Él junto con su esposa, Anne Floor Veer, son los socios fundadores.

$!Así exporta Santander limón Tahití, sus ‘esmeraldas cítricas’, a Europa

“Ray nos contó cómo era el negocio. Nos enseñaron qué es el limón orgánico y cómo cultivarlo. Él supo llegar a los productores de la región porque las condiciones eran exigentes y con mucha técnica lograron que hoy exportemos limón orgánico”, expresa Solangel, mientras su esposo llega a la casa en un carro de color naranja, de la marca Jeep.

La mañana de un miércoles de mayo es soleada y en la finca de Solangel y Carlos trabajan dos jornaleros, uno de tiempo completo y otro por temporadas. El sol pega ‘fuerte’ sobre el cultivo, el color verde de la fruta reluce y en la entrada de la finca está el camión esperando las 51 canastillas de limón para llevarlas a la planta de Orange Export S.A.S.

Antes de conocer cómo es el día a día de Solangel y Carlos, ustedes leerán cómo Rainier creó su empresa en Santander. Su testimonio lo cuenta, ya por la tarde luego del recorrido por las fincas, sentado en una silla de madera en su oficina, desde donde se ve la planta de producción por unos vidrios recién puestos.

El 22 de abril estrenaron sede, ubicada en la Zona Franca de Santander, en el anillo vial en Floridablanca.
Antes de crear la empresa, hace 10 años viví en muchos lugares del departamento y me di cuenta de la buena calidad del limón de la región, y que podía ofrecer al mercado internacional. Esto lo hice por mis relaciones comerciales con Europa, donde conocí la alta demanda de la fruta certificada y cultiva con altos estándares sostenibles.
Rainier Van Vilsteren, quien ‘trastoca’ algunas palabras del español, pero sus empleados lo entienden.

Orange Export genera 35 empleos directos y en pico de cosecha crecen a 50 puestos de trabajo. “Estimamos que cada hectárea y media productiva de limón se necesita un trabajador, con ese dato y multiplicando con las hectáreas de donde compramos la fruta llegamos a 300 personas que dependen para sus ingresos de la comercialización del limón”, calcula el gerente, mientras en el primer piso cargan una tractomula, de color naranja y con un letrero que dice: ‘Orgullosamente santandereano’, que llevará el producto al puerto de Santa Marta.

$!Así exporta Santander limón Tahití, sus ‘esmeraldas cítricas’, a Europa

La compañía santandereana arrancó el año con el envío del contenedor 500 y en el momento de la reportería de este texto alcanzaron los 525. “Esperamos exportar en el 2022 por lo menos 180 contenedores”.

El mercado de los cítricos registró una participación del 5% en la canasta exportadora santandereana en 2021, para un incremento del 79,9% el año pasado respecto al 2020, según cálculos de Global Plan Santander de la Cámara de Comercio de Bucaramanga.

Lea: Estos son las empresas ganadoras del Premio Exportador de Santander 2022

Mercado

En medio de la conversación, Rainier enciende el ventilador, en su camisa rosada manga larga se nota que hace calor. Percibe a los productores santandereanos como técnicos y dedicados al cultivo, pero no fue así antes. Cuando llegó a Colombia en febrero 2011 se dio cuenta que el mercado era inestable porque no invertían a largo plazo en sus fincas.

Según cuenta, la calidad no estaba mejorando y eso impactaba la producción: “Estaban en un círculo negativo. Además, no había una conexión entre el productor y el mercado final”.

Ahí vimos la oportunidad, entonces arrancamos a trabajar con los productores para convencerlos de llevar sus cultivos de forma orgánica. Lo hicimos a través de un modelo cooperativo, es decir, empresa y productores juntos exportan un producto al mercado europeo.

Con ese enfoque Rainier cambió ese círculo negativo a uno positivo. Empezó con tres fincas certificadas en el 2017 y al finalizar ese año sumaron otras tres más.

“Lo primero que hice fue ir a potenciales compradores porque cualquier negocio arranca con el mercado, nosotros no producimos por nuestro propio gusto, lo hacemos porque hay un cliente. Visité a varios compradores y les propuse este proyecto: invertir en Santander, certificar las fincas y expandir el mercado. Encontré un empresario alemán que se arriesgó e invirtió”.

Rainier, luego de esta aventura financiera por Europa, regresa de nuevo a Colombia y junto con Paola Caviedes, la subgerente de Orange Export, tocaron las puertas y encontraron productores que querían apostarle al cultivo orgánico y estable.

“¿Quién le cree a un holandés que habla mal el español?”, se pregunta el gerente y rompe en carcajadas. Agrega: “Con mucho esfuerzo logramos certificar fincas. Nos dimos cuenta que con el cultivo orgánico no baja su producción, sino que mejora las autodefensas de los lotes, entonces explotó la demanda de campesinos santandereanos para asociarse con el proyecto”.

Orange Export recibió este mes el Premio Exportador de Santander 2022, en la categoría Excelencia Exportadora Agroindustria.
$!Así exporta Santander limón Tahití, sus ‘esmeraldas cítricas’, a Europa

Fincas

De las seis fincas certificadas en el 2017, ahora son 70. Entre ellas está la finca La Fortuna de Solangel y Carlos. La única exigencia para empezar el proceso de certificación es que el cultivo debe ser orgánico.

Se retoma la conversación con Solangel. “Tenemos las cinco certificaciones y las obtuvimos de la mano de la compañía, con ellos aprendimos a ser organizados en la finca, tenemos un cronograma para el cultivo. Por ejemplo, si se va a cosechar, los trabajadores llegan temprano desde las 7:00 a.m., eso se registra en las carpetas de control y si se va a fertilizar, llegan a las 6:00 a.m. Ya no se improvisa”, dice Solangel. En sus manos carga las carpetas y las abre con los registros.

Tienen un trabajador de tiempo completo. Su esposo, Carlos, está a cargo de los lotes y cuando hay pico de cosecha contratan a otro trabajador.

Cuando se le pregunta sobre el valor agregado del producto, Solangel responde orgullosa por sus cultivos: “No tienen insecticidas, ni agroquímicos, se abonan con técnicas naturales. Esto hace que cuidemos el medioambiente, no se afecten ni las abejas, ni las aves. Incluso cuando me llaman y me saludan me dicen: ‘Sol, ¿por qué se escuchan tantos pájaros?”. Así lo confirma el audio de la grabación de la entrevista, de fondo se escuchan aves, que se perchan en los palos de limón.

A 20 minutos por carretera destapada y algunos tramos pavimentados está la finca El Oasis, en la vereda Chocoíta, también en Girón. El productor es Juan Javier Martínez, oriundo de Bucaramanga y quien se destaca entre las fincas por la calidad de su limón.

$!Así exporta Santander limón Tahití, sus ‘esmeraldas cítricas’, a Europa

“La agricultura se lleva en el corazón y me encanta, y lo disfruto más porque esta zona se presta por sus condiciones geográficas como la temperatura ambiente y la altitud. Me incliné por el limón por tiene mucha demanda y cadena exportadora, ahora los mercados abren puertas apenas se les menciona el limón tahití”, afirma Juan Javier, mientras muestra un lote de su finca.

El recorrido también lo acompaña Darío Poveda, jefe de Certificaciones y Desarrollo Agrícola de la compañía. Explica que al limón se le conoce de forma técnica como lima ácida y la variedad que se cultiva en la región y que se exporta es la tahití. Su nombre científico es Citrus Latifolia. “Es un producto fresco y natural, de forma ovalada o redonda, de aspecto fresco y consistencia firme. Es una buena fuente de vitamina C y de fibra”.

Este producto está certificado en norma orgánica bajo estándares internacionales de la Unión Europea (Reglamento 889/2008), Estados Unidos (Usda Nop), Buenas Prácticas Agrícolas (Global G.A.P) y Buenas Prácticas Sociales (Grasp). Algunas de las fincas productoras cuentan con la certificación Demeter y Fairtrade.

Para Juan Javier, que su limón sea exportado al viejo continente es un ‘orgullo’, “eso nos da la ilusión que a futuro seamos un sector reconocido por nuestras exportaciones”.

Otra finca destacada es La Tortuga, ubicada en la vereda La Fuente, en el municipio de Lebrija. Cerca del centro de acopio está Carlos Eduardo Rueda, uno de los socios de la finca, quien este año recibió la distinción por buenas prácticas documentales y de control.

Carlos Eduardo explica que tener un cultivo orgánico es tener cuidado con el medioambiente, en especial del suelo y de las plantas. El resultado, frutos de buena calidad. Su suegro, Edwin Forero, es el responsable del cultivo y fue pionero de los cultivos de limón tahití en Santander, quien realizó los semilleros e injertó árboles en varias fincas de la región para una producción de 30 años. A la fecha, 40 años después, aún hay palos de limón produciendo.

Nuestra característica es lo orgánico y con Orange Export tenemos precio justo para el productor. Entonces, el trabajo se simplifica porque no hay que aplicar agroquímicos, ni agrotóxicos, ni herbicidas. La nutrición de los suelos se hace aplicando la misma materia orgánica que se corta cuando se pasa la guadaña.
explica Carlos Eduardo, mientras señala un lote orgánico con maleza, de la que recogen la materia prima para hacer el proceso de inyección de nitrógeno al suelo.

Lea: Mejora la confianza del consumidor, pero sigue en terreno negativo en Bucaramanga para abril del 2022

Exportación

Orange funciona como un socio comercializador para los productores locales. A su vez, la empresa lidera la exportación del limón.

Según el Dane, con cálculo de Procolombia, en el 2019 se exportaron US$9.973.714 (dólares) de limón Tahití desde Santander, luego para el 2020 la cifra se incrementó a US$11.930.123 dólares y en el 2021 se duplicó y ascendió a US$21.146.140.

De acuerdo con Procolombia, las exportaciones de este producto agrícola en la región en los primeros dos meses del año registraron un crecimiento del 116,43%.

Este auge lo ha sabido aprovechar el gerente de Orange Export, quien calcula que en un contenedor carga 5.200 cajas de cuatro kilos y cada uno contiene 54 unidades. De esta manera, cada contenedor lleva 280 mil limones y pesa 21 mil toneladas.

¿Cómo es el paso a paso de exportación? Rainier puntualiza que el proceso arranca desde el momento en que el productor descarga sus limones en la planta, donde está una nueva máquina de selección óptica de última tecnología en el país.

“Cada caja que empacamos tiene el sello del productor, en el que se indica la finca y el lote. Luego estibamos y enfriamos la fruta a una temperatura promedio de ocho grados para mantener las condiciones fitosanitarias”, explica el empresario holandés.

$!Así exporta Santander limón Tahití, sus ‘esmeraldas cítricas’, a Europa
La carga sale desde el puerto de Santa Marta, donde pasa por los controles del Instituto Colombiano Agropecuaria y el antinarcótico, y llega al puerto de Flushing, en Holanda. Este recorrido dura 12 días. De allí se distribuye a Alemania y a Francia, donde están los clientes de Orange Export.

“Estamos tratando de abrir mercado en los países escandinavos y en España, porque cuando es verano en Europa se aumenta la demanda de limón”.

Rainier culmina la conversación haciendo memoria de lo que ha sido su historia y su gusto la agricultura orgánica, que empezó en la finca de sus padres en Holanda y se perfeccionó cuando estudió Negocios Internacionales Agrícolas. Llegó a Colombia buscando nuevos proyectos, encontró el primero sobre melón orgánico en el departamento del Cesar, pero ya en Bucaramanga conoció el limón orgánico.

“Ahí arranqué mi aventura en Colombia. Vivo con mi esposa en Piedecuesta y tenemos un hijo, quien nació acá y ya es santandereano”, remata Rainier en medio de risas.

Elija a Vanguardia como su fuente de información preferida en Google Noticias aquí.
Image

Periodista económico en Vanguardia. Magíster en Estudios Políticos, de la Universidad de Caldas. Comunicador Social – Periodista, egresado de la Universidad Pontificia Bolivariana. De La Guajira.

@MiguelOrlandoAM

malguero@vanguardia.com

Lea también
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad