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Salud
Miércoles 29 de julio de 2020 - 12:00 PM

Cómo ha afectado psicológicamente el COVID-19 a la sociedad

El año 2020 ha estado cargado de fuertes emociones y el cuerpo humano tiende a afectarse tanto física como psicológicamente. Por esto, es necesario identificar estas preocupaciones y trabajar en ellas para lograr enfrentar esta pandemia con las mejores herramientas.

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Getty/ Vanguardia.
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La realidad del coronavirus ha alterado la vida de todos los ciudadanos. Existen quienes de forma lamentable la han tenido que vivir de primera mano y las que han visto a sus familiares o seres queridos sufrirla. Sin importar en qué punto se encuentre todos se han visto afectados de forma psicológica por este virus.

Según Anggy Karina Cuadros Cruz, psicóloga magíster en salud mental, a nivel general el COVID-19 ha afectado a toda la población. Aseguró que “el aislamiento, el distanciamiento físico, el cierre de escuelas, lugares de trabajo, gimnasios y demás son desafíos que afectan y por eso es natural sentir estrés, ansiedad, miedo y soledad en estos momentos”.

“El hecho de que nuestra rutina se haya modificado, al tener menos actividad: no salir, no hacer ejercicio físico al aire libre, produce síntomas psicológicos importantes”, señaló Cuadros Cruz.

“Una de las consecuencias psicológicas más evidentes del coronavirus es el miedo a la infección. La mente humana tiende a desarrollar miedos irracionales cuando una situación de pandemia se alarga y esta es la situación actual que estamos viviendo y por esto muchos han optado por ser responsables y cuidarse”.

Pero ahí es cuando las diferentes realidades que se viven en la sociedad cobran sentido. Por ejemplo, de acuerdo con Cuadros Cruz, “una persona que ha sido contagiada por el virus puede tener sentimientos de angustia y desesperanza. Al mismo tiempo ideas de muerte, por todos los protocolos que exige el cuidado de esta enfermedad”.

Por esto, Cuadros Cruz recomienda mantenerse informado de fuentes objetivas, evitar cadenas de WhatsApp que inciten el pánico sobre la enfermedad y procurar verificar las fuentes de información que le llegan a sus redes sociales sobre el COVID-19.

Recalcó que es necesario evitar la sobreinformación. “Esa conducta puede provocar zozobra y preocupación excesiva. Además de seguir al pie de la letra lo que su médico le indique”.

Para la familia este proceso tiende a ser angustiante. “Pueden surgir pensamientos y emociones que le generan un alto grado de malestar, al mismo tiempo miedo de poder contraer el virus. Son emociones similares a las de las personas que contraen el virus”, sostuvo Cuadros Cruz.

Otro aspecto que se ha vuelto común entre la comunidad, es el tomar una actitud incrédula frente a la pandemia. De acuerdo con la psicóloga, “para algunos, el COVID-19 parece un problema lejano”.

Explicó que tienden a “sentir que no es su responsabilidad y que posiblemente no contraerán el virus. Por otro lado, utilizan un mecanismo de defensa llamado negación, el cual consiste en no querer admitir que esta problemática es real. Esto también puede ser consecuencia de las noticias falsas”.

Sin importar en qué punto se encuentre usted, es necesario localizar las preocupaciones que se tienden a generar y enfrentar la actualidad de la mejor manera. Por esta razón, la psicóloga Cuadros Cruz diseñó cuatro consejos prácticos para poder gestionar mejor las emociones.

En primer lugar se debe identificar los pensamientos que puedan generar malestar. Pensar constantemente en lo mismo puede hacer que aparezcan o que se intensifiquen síntomas que incrementen nuestro malestar emocional.

Como segundo punto, se deben identificar emociones y aceptarlas. Es normal que en este momento exista rabia, tristeza, alegría, impotencia, y que se esté más sensible. Pues las emociones ahora pueden parecerse a una montaña rusa, la mejor decisión está en admitirlas y trabajar en ellas.

El tercer consejo, es mantener una rutina en casa positiva, cuidando la alimentación, vigilando la salud con los protocolos de bioseguridad, con hábitos de higiene constantes.

Y por último, es necesario evitar la sobrecarga de información, debido a que si se está permanentemente conectado puede aumentar un nerviosismo innecesario.

“Prioricemos fuentes oficiales y no nos dejemos atrapar por noticias negativas y catastrofistas. También es recomendable que nos fijemos un horario para recibir este tipo de información”, destacó Cuadros Cruz.

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Publicado por Paola Encinales

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