Catherine Juvinao, líder de la veeduría ciudadana denominada Trabajen Vagos denunció que existen trabas administrativas que impiden el fácil acceso a la información de las actividades del Congreso, información que debe ser pública.
Tras seis meses de investigación en los que revisaron más de 35 mil documentos, de 506 gacetas oficiales del Congreso de la República, la veeduría ciudadana Trabajen Vagos, liderada por la comunicadora social, Catherine Juviano, reveló el primer informe con el nombre de los 30 congresistas, que entre 2017 - 2018, cobraron $1.300 millones sin ir a trabajar.
El detallado informe suscitó la indignación de gran parte de la ciudadanía y encendió de nuevo la polémica sobre los elevados sueldos que reciben los legisladores y el poco control que se ejerce sobre las actividades legislativas que ejercen los ‘padres de la patria’ desde el Capitolio Nacional.
En diálogo con Vanguardia, Catherine Juvinao, explicó que el hundimiento de la Consulta Anticorrupción el año pasado, se convirtió en una de las razones que llevaron a cinco jóvenes a cuestionar que tanto se incapacitan los congresistas de nuestro país.
Según Juviano, el que no fuera aprobada la Consulta Anticorrupción impidió que se pusiera en acción el mandato que obligaba a los Congresistas a informar periódica y detalladamente su actividad legislativa, inclusive, sus ausencias en las plenarias, sus votaciones y debates.
Aunque es consciente que la revelación de los 30 congresistas más vagos se ha convertido en una noticia ampliamente masificada, Catherine Juvinao enfatiza su denuncia en las exageradas trabas administrativas que existen al interior del Congreso de la República que torpedean de sobremanera el acceso a la información de las actividades legislativas que se llevan a cabo en esa corporación.
Ante las amenazas e intimidaciones que ha recibido en su contra, tras la publicación del primer informe, Juvinao asegura que no le teme a ninguno de los congresistas y por el contrario, afirmó que próximamente revelará el nombre de otros legisladores inasistentes, e interpondrá las respectivas demandas de perdida de investidura.
PREGUNTAS Y RESPUESTAS
¿De dónde nace la iniciativa de investigar quiénes eran los congresistas más vagos?
Las investigaciones nacen muchas veces de preguntas muy simples. Nosotros teníamos una pregunta que era ¿cómo hacemos para saber si los congresistas si van o no van a trabajar? y nos dimos cuenta que no había ningún canal en el Congreso que lo informara, ninguna función en la página web, ningún aplicativo. Nada. Adicionalmente se puso muy triste mi grupo de activistas cuando se hundió la Consulta Anticorrupción, por que la Consulta en el numeral cinco justamente quería obligar por fin al Congreso y a los congresistas a que nos rindieran cuentas. A que periódicamente nos dijeran sobre sus asistencias; si iban o no iban, cuando no iban por qué no lo hacían. Lastimosamente eso no se logró y por eso decidimos nosotros medirnos a hacer esa investigación, y seis meses después de iniciar ese camino, estamos compartiendo con la opinión los primeros resultados.
¿Por qué llamar a esta veeduría como una frase polémica que en su momento emitió una Senadora?
Por qué le queremos preguntar a los congresistas, que muchas veces se dirigen de manera irrespetuosa a la ciudadanía y para el caso de la senadora Cabal que le dijo a unos estudiantes: “estudien vagos”, ahora nosotros les estamos diciendo Trabajen Vagos, porque resulta que los vagos no eran los estudiantes sino ellos. Son ellos quienes no cumplen con sus deberes constitucionales. Son ellos los que no asisten a las sesiones de plenarias que es donde se toman las decisiones por todos los colombianos. La pregunta es ¿quiénes son los vagos, ellos o nosotros?
¿Cómo fue la investigación?
Esta investigación, en la cual llevamos seis meses en ella, la hemos hecho con todo el rigor y con toda la responsabilidad porque nosotros somos muy conscientes de lo que esto implica para la política colombiana. Bajamos 506 gacetas oficiales de la página del Congreso. Las gacetas son un documento bastante completo, ahí uno se encuentra de los primeros patrones, pero adicional a las gacetas nosotros enviamos cuatro derechos de petición al Congreso de la República en donde pedimos: todo los permisos que se habían dado a los congresistas en los cuatro años, 2014 - 2018. Nosotros cruzamos una cantidad de información. Los que salieron en el ranking, son los que después de todas las revisiones de todos los cruces de información siguen con esas inasistencias sin ninguna justificación válida.
¿Sí es sencillo el acceso a la información de lo que sucede en el Congreso de la República?
Esa es precisamente la denuncia de fondo de la veeduría. El gran hallazgo en general, más a allá de los 30 congresistas, lo que nosotros queremos denunciar de fondo aquí, es que en el Congreso existe un oscurantismo institucional, esto que quiere decir, que los procesos mediante el cual el Congreso tiene que decir y enviarle la información al público, a la ciudadanía, a los electores que tienen que hacer veeduría y control ciudadano a los congresistas, el Congreso no tiene habilitados esos canales. El Congreso tiene unos proceso que más bien se hicieron para torpedear, para obstaculizar, para que el ciudadano no se entere de la información más elemental con la que un ciudadano puede hacer control.
¿A un Congresista se la paga honorarios o sueldo?
A ellos se les paga el mes de trabajo, no es como en el Concejo que se les paga honorarios por sesión, a ellos se les paga el mes. Son $32 millones de salario base, más factores prestacionales que todos sabemos que les pagamos los gastos de representación, más la camioneta, más el celular, más los viajes. Lo que dice la Contraloría, que es como nosotros calculamos el dinero que ellos se ganaron sin ir a trabajar, es que para saber cuál es la plata que hay que descontarle a un Congresista cuando no asiste, hay que dividir su salario en 30 días por mes y luego ese valor unitario se multiplica por los el número de ausencia. Esa fórmula que es la que utiliza la Contraloría es que la usamos nosotros para calcular de alguna manera el salario ilegítimamente recibido que injustamente ellos ganaron sin ir a trabajar.
¿Qué ha pasado con las amenazas recibidas tras la publicación?
Cuando desde el activismo se dan estas luchas contra el poder, cuando el poder no cumple con sus deberes, lo más normal es que los poderosos respondan tratando de deslegitimar a las personas que accionan, en este caso están tratando de deslegitimar a los investigadores y poner un manto de duda sobre la investigación. No obstante, nosotros estamos muy tranquilos, insisto, no les tenemos miedo por un lado, y segundo nosotros hemos hecho una investigación con absoluto rigor y método, ajustados a la Constitución, a la Ley Quinta y a las resoluciones que reglamentan todo lo que tiene que ver con inasistencias, cómo se acreditan las excusas y en lo que tiene que ver con el Consejo de Estado hemos revisado los fallos del Consejo sobre pérdidas de investidura y sabemos que el Consejo de Estado está apretando a los congresistas de manera que asistir no es poner la huella e irse, asistir a las plenarias es ir a votar ya sea las leyes, los actos legislativos y participar en la deliberación democrática. Si nos van a amenazar que nos van a demandar, que nos demanden porque nosotros estamos sosteniendo lo que estamos diciendo basados en una investigación.
Además de la sanción social, ¿qué es lo que busca Trabajen Vagos con este estudio?
Nosotros vamos interponer una acción de pérdida de investidura que es una acción Constitucional, contra esos congresistas por los que votaron los colombianos y que no son dignos porque no están cumpliendo con su deber constitucional fundamental que es representar nuestros intereses en el proceso de diseño de las leyes, en el diseño de la Constitución y en las funciones legislativas.
