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Nacional
Miércoles 10 de agosto de 2022 - 12:00 PM

Petroleras y mineras estarán contra las cuerdas por la reforma tributaria del Gobierno Petro

Un impuesto y dos modificaciones que trae la iniciativa desestimularía la inversión en el sector, según analistas.

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Suministrada / VANGUARDIA Contra las cuerdas, así quedarían las mineras y petroleras con operación en el territorio nacional de ser aprobado el nuevo impuesto y las dos modificaciones que trae el proyecto de reforma tributaria, y que comenzó a estudiar el Congreso de la República.
Suministrada / VANGUARDIA Contra las cuerdas, así quedarían las mineras y petroleras con operación en el territorio nacional de ser aprobado el nuevo impuesto y las dos modificaciones que trae el proyecto de reforma tributaria, y que comenzó a estudiar el Congreso de la República.

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Suministrada / VANGUARDIA Contra las cuerdas, así quedarían las mineras y petroleras con operación en el territorio nacional de ser aprobado el nuevo impuesto y las dos modificaciones que trae el proyecto de reforma tributaria, y que comenzó a estudiar el Congreso de la República.

Contra las cuerdas, así quedarían las mineras y petroleras con operación en el territorio nacional de ser aprobado el nuevo impuesto y las dos modificaciones que trae el proyecto de reforma tributaria, y que comenzó a estudiar el Congreso de la República.

La razón: si entra en vigencia el gravamen del 10% cuando hay precios internacionales altos en las exportaciones de petróleo, carbón y oro; así como el incremento al impuesto al carbono, y, además, se dejan de descontar las regalías del impuesto de renta, se desestimularía la inversión en la operación extractiva, según voceros del sector.

De acuerdo a las cuentas del Ejecutivo, con estos tres tributos a las petroleras y mineras se recaudarían más de $6 billones, si se tiene en cuenta que $5,87 billones saldrán del gravamen a las exportaciones extraordinarias y $433.000 millones del impuesto al carbono, sin sumar el monto de recaudo del impuesto de renta sin regalías.

En consideración del Gobierno, es necesario, por ejemplo, que se dé una “redistribución de las ganancias extraordinarias que percibe el sector minero-energético en épocas de precios altos hacia las familias colombianas más vulnerables, a través de mayor gasto social”.

Analistas consultados no dudaron en afirmar que estos tres tributos desacelerarían la operación extractiva en el territorio nacional. Y más la del sector minero.

“Un factor que en gran medida evalúan los inversionistas al entrar a un país es la carga tributaria que deben atender. Y si esta aumenta, menores serán las ganancias para una empresa, ya que afecta directamente la rentabilidad de la operación”, explicó Nicolás Arboleda, asociado de Energía, Minas e Infraestructura de Baker McKenzie.

Por el contrario, el Ejecutivo considera que para la inversión son más importantes los “factores de empuje”, como las tasas de interés de las economías avanzadas, preferencia por la liquidez de los inversionistas y su aversión al riesgo, que los factores tributarios del país.

Procedimiento anti-técnico

Los analistas consultados también indicaron que la intención de que las regalías no se descuenten del impuesto de renta no tiene sentido porque es anti-técnico.

“La regalía al no ser un impuesto se contabilizaba como un gasto dentro de la operación extractiva, y por lo general se hacía la deducción. Pero si se separa del impuesto de renta, se considera un gasto”, dijo Arboleda.

En el mismo sentido, el analista tributario Camilo Zarama, socio de la firma Garriguez explicó que el tratamiento actual como deducción permite a las mineras y petroleras llevar el pago de las regalías como un gasto deducible en el impuesto sobre la renta. Es decir, le da el reconocimiento de un gasto generado en el desarrollo de la actividad productora de renta.

“Esto deriva en una disminución de la base gravable sobre la cual se calcula este impuesto, que en términos de flujos de caja implica un menor tributo de renta equivalente al 35% de las regalías que se paguen”, dijo el consultor.

Pero, con el texto propuesto -agregó Zarama-, las regalías dejan de ser consideradas un gasto deducible para efectos del impuesto sobre la renta; lo que conlleva a que en términos de flujo de caja las compañías deban desembolsar mayores recursos para atender la obligación tributaria.

Por medio de una modificación al impuesto al Carbono, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo explicó que “en línea con políticas internacionales, la iniciativa permitirá redistribuir los beneficios que generan los altos precios del petróleo, el carbón y el oro. Para ello se establece un impuesto a la exportación de estos productos equivalente al 10% del exceso sobre un precio base”.

Modificaciones

El impuesto al carbono se creó en 2016 con el objetivo de desincentivar el consumo de combustibles fósiles, corregir las externalidades en términos de emisiones de carbono y asignar de manera más eficiente recursos hacia actividades que emitan menos gases de efecto invernadero en el marco de los Acuerdos de París.

Para 2021, el impuesto que hasta ahora es existente, tuvo un valor de $17.660 por tonelada y recaudó $334.000 millones de pesos, equivalente a 0,19% del recaudo total durante ese año.

Ahora, los principales cambios que vienen así. El impuesto nacional al carbono es un gravamen que recae sobre el contenido de carbono equivalente (CO2eq) de todos los combustibles fósiles, incluyendo todos los derivados del petróleo y todos los tipos de gas fósil que sean usados para combustión. En el caso del carbón, el impuesto no se causa para el carbón de coquerías.

La tarifa se ajustará cada primero de febrero hasta que sea equivalente a 3 UVT (antes era 1 UVT).

Allison Andrea Góngora, consultora senior de la firma Jiménez, Higuita Rodríguez & Asociados, detalla que “se elimina el parágrafo cuatro en el que se establecía tarifa cero para ciertos departamentos. Esto quiere decir que se gravarían en la totalidad del territorio a las tarifas generales”.

Visto de otra forma, según el análisis de la abogada, se verán incrementos en hasta 70% para este impuesto. Por ejemplo si se hablara de carbón, por una unidad de tonelada, hoy en día la empresa que exportó debe pagar $15.000, mientras que con lo que está contemplado en la tributaria el valor subiría a $52.215.

Lo mismo ocurre con otros como el gas licuado de petróleo, hoy en día $95, por un galón, y pasaría a $134. El Acpm, actualmente en $152 por galón, saltaría a $208 por esa unidad. Y la gasolina tradicional, hoy en $135 pasaría a tener un impuesto de $181 también por cada galón.

El mayor exportador

Una conclusión del proyecto de reforma está en que se está colocando como objetivo el mayor sector exportador de Colombia. Punto que hace tan solo una semana, la agencia calificadora de riesgo, Fitch Ratings, veía como parte de la “incertidumbre sobre el Gobierno de Gustavo Petro”.

El documento señala que una de las propuestas emblema del nuevo Gobierno es la transición de la economía extractivista hacia las energías renovables, estos respetando los contratos de exploración que se encuentran vigentes. No obstante, para Fitch podría traer efectos a la industria. “Ha descartado el fracking, con el que Colombia probablemente tiene un gran potencial. Consultas con comunidades locales sobre proyectos petroleros y mineros podría volverse aún más oneroso. Además, no se descartan cambios en el directorio de Ecopetrol”, enumera Fitch.

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Publicado por Resumen Agencias

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