No hable con extraños, esa es la típica frase con la cual los padres le advierten a los niños que no deben hablar con personas desconocidas. Sin embargo, qué tan efectiva es dicha advertencia Experimentos sociales revelan que realmente no funciona. Conozca qué hacer para proteger la información que los niños dan y evitar que caigan en redes de trata.
La mayoría de los niños tienden a ser muy sociales lo que les permite interactuar fácilmente con nuevas personas ya sean de su misma edad o adultos.
Sin embargo, es fundamental que los padres de familia le enseñen a sus hijos a no revelar información privada que ponga en riesgo, no solo al menor, sino a toda la familia.
Además, los menores deben comprender que por más ofertas que le hagan los extraños, no deben ir con ellos a ningún lugar sin la supervisión de alguno de los familiares.
Pero, ¿basta solo con una advertencia?
Al parecer no es así.
Los expertos explican que por más que se le diga a los niños que no hagan algo, su motivación para hacerlo será mayor.
Especialmente si la persona que se acerca lo hace de manera astuta y malintencionada.
Por lo tanto, la frase “no hables con extraños” carecerá de rigurosidad si el niño no tiene claro cuáles son los peligros a los que se enfrenta y la manera en la cual afrontar la situación.
En ese sentido, es fundamental que los adultos pongan a prueba su imaginación y normas de seguridad fáciles de aprender para los niños, pero efectivas.
Las cuales, ellos puedan poner en práctica cuando estén solos.
Los peligros a los que se enfrentan
Según cifras registradas por Unicef, en la última década el número de niños secuestrados y los cuales han caído en redes de explotación tanto sexual como laboral, han aumentado de manera drástica.
Actualmente los registros de niños perdidos llegan a cientos de millones.
La situación es tan grave, que se estima que cada 90 segundos un niño cae en manos de estas redes de trata de menores.
En la mayoría de los casos esto se da como consecuencia del descuido de los padres.
Aunque no en todos los casos los niños que son víctimas de estas redes, existen otros peligros que los rodean.
Así, por ejemplo, los menores pueden ser utilizados para que brinden información personal de su familia o para chantajear a los padres.
Niños convertidos en carnada
Investigaciones de inteligencia efectuadas en los últimos años por las autoridades, permiten establecer que muchas bandas delincuenciales utilizan niños como ‘carnadas’ para atacar a las víctimas.
Los niños, usualmente, se acercan a la persona con algún pretexto, lo que hace que sea más fácil para el atacante acercarse.
Muchos de los niños que son obligados a realizar estas acciones son amenazados o son menores que también han sido víctimas de secuestro.
Por lo anterior, es fundamental que los niños comprendan la importancia de no hablar con extraños.
1,2 millones de niños son víctimas de redes de trata cada año, según informes de la Organización Internacional del Trabajo. De esos, 550 mil corresponden a América Latina y el Caribe.
Así caen los niños en las redes de trata
La inocencia de los niños es una cualidad que las personas que están inmersas en este tipo de redes delincuenciales aprovechan. Así, mediante el uso de animales, juguetes o dulces, los niños son ‘seducidos’ por estos criminales.
Aunque estas siguen siendo las estrategias más utilizadas, con la evolución de las tecnologías y las redes sociales, los niños son más vulnerables a convertirse en víctimas de los extraños.
El uso inadecuado que los niños le dan a las redes sociales y la falta de supervisión de los padres de familia, hace que ahora los delincuentes encuentren, de manera fácil y rápida, la información que necesitan.
Además, la falta de suspicacia de la mayoría de los niños, permite que socialicen con ‘personas’ virtuales que generalmente actúan mediante el uso de perfiles falsos.
Es importante que los adultos eviten dejar a los menores solos en lugares en los cuales pueden ser vulnerables, y, además, que controlen los contenidos que consumen de manera virtual.
Cada 90 segundos, en un lugar del mundo, un niño es secuestrado. La mayoría de los menores son vendidos a redes de trata de personas, donde son explotados sexual y económicamente.
Recomendaciones de la Policía
El teniente Oswaldo Amaya, de la Policía de Infancia y Adolescencia da algunas recomendaciones para los padres de familia.
* Conéctese con sus hijos: el mundo cibernético es un espacio que al igual que el real requiere de un acompañamiento por parte de los padres.
* Vigile las relaciones de sus hijos: como padres se debe conocer con quiénes salen los hijos y qué tipo de compañía tienen. Es necesario establecer normas y límites en el uso de las nuevas tecnologías.
* Hablarles de los riesgos de la red: hay que explicarles que únicamente deben aceptar solicitudes de amistad de personas a las que realmente conozcan. Nunca han de quedar con alguien que hayan conocido a través de internet.
* Cuidar la intimidad: el adulto debe infundir los principios y valores en sus hijos, para que tengan criterio para rechazar invitaciones que puedan poner en riesgo su dignidad.
* Controlar las redes sociales: el padre debe controlar horario en los que puede ser menos peligrosa la red.
