Así como se ha perdido el balance de las distintas y contradictorias fuerzas que gravitan sobre el propósito de paz total...
¿Qué hacer con el IDESAN?
Las escandalosas denuncias sobre los malos manejos en anteriores administraciones del Instituto Financiero para el Desarrollo de Santander (IDESAN), no admiten más espera para que se tomen decisiones que garanticen su independencia, transparencia y cumplimiento de sus funciones. El pasado martes, la Asamblea llevó a cabo un importante debate de control político sobre el IDESAN en el que se reiteró el presunto saqueo multimillonario que ha sufrido esta entidad, producto de préstamos a empresas fachada, particulares sin garantías, diputados, funcionarios de la Contraloría Departamental (entidad encargada de su vigilancia), sobrecostos, etc. Los santandereanos seguimos esperando decisiones de la Procuraduría, Contraloría y Fiscalía.
Ahora hay que pasar de las denuncias a las propuestas y acciones. El IDESAN debe enfocarse en la estructuración, financiación y ejecución de proyectos estratégicos para los municipios y el departamento. En este sentido, debe convertirse en una oficina de gestión de proyectos ligera, ágil, rentable y autosotenible. Con la administración de los peajes de Lebrija y Rionegro, el IDESAN ha demostrado que es posible ejecutar proyectos desde la región. Esto implica una depuración de funciones, obligaciones y activos que no le permitan enfocarse en su misión. Asimismo, los créditos ortogados por el IDESAN deben realizarse a proyectos siempre y cuando sea una entidad vigilada por la Superintendencia Financiera dando cumplimiento con los procesos de gestión del riesgo correspondientes, tal como ocurre con institutos pares como el IDEA en Antioquia e INFIVALLE en Valle del Cauca.
Adoptar esta nueva estrategia requiere una nueva estructura organizacional, empezando por el Consejo Directivo, el cual está integrado por cinco miembros nombrados por el gobernador. Si se quiere una entidad técnica, se deben seguir buenas prácticas de gobierno corporativo. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), no se recomienda el nombramiento excesivo de miembros de la administración en las juntas directivas, lo que ha llevado a que varios países hagan obligatoria la presencia de miembros independientes. El IDESAN debe ser una entidad blindada contra el clientelismo con una mirada de largo plazo que transcienda los cambios políticos. La crisis económica del departamento y la debilidad en la gestión de proyectos, obligan a que el sector público, privado y académico se unan para rescatar esta institución que Santander pide a gritos.