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Así debería ser la reforma pensional que necesita Colombia
- Jaime del Río / VANGUARDIA Alrededor de 17 millones de colombianos se encuentran afiliados al Régimen de Ahorro Individual o fondos privados y cerca de 6 millones al Régimen de Prima Media (Colpensiones).
La Misión Empleo, encargada de analizar el mercado laboral en Colombia, entre sus resultados, le indicó al Gobierno nacional que para el país es conveniente un solo sistema de pensiones para todos, constituido por dos elementos: una pensión universal ciudadana, financiada de la tributación general, y una pensión complementaria para aquellos que trabajaron antes de su retiro, financiada con sus propias contribuciones.
Estas recomendaciones se dieron porque la Misión encontró que en el sistema actual no hay universalidad en las pensiones, además hay elementos regresivos e inequitativos.
También la coexistencia de dos regímenes pensionales (Colpensiones y fondos privados), más la proliferación de programas para los adultos mayores, como Adulto Mayor y los Beneficios Económicos Periódicos, son costosos e innecesarios desde el enfoque administrativo.
Teniendo en cuenta lo anterior, Vanguardia presenta el tercer informe sobre las pensiones, en esta ocasión con base en la pregunta: ¿cuál debería ser la reforma pensional que necesita Colombia?
Lea: El sistema pensional colombiano es desigual, tiene baja cobertura y pensiona a pocos
Para empezar con este análisis, Óscar Becerra, doctor en Economía, profesor de la Universidad de Los Andes y experto en pensiones, considera que una reforma pensional debería lograr al menos cinco objetivos:
1. Aumentar la cobertura del sistema (contributivo y no contributivo).
2. Reducir las desigualdades existentes entre el Régimen de Prima Media (Colpensiones) y el Régimen de Ahorro Individual con Solidaridad (fondos privados).
3. Reducir los subsidios a las pensiones más altas.
4. Asegurar la sostenibilidad financiera del sistema.
5. Otorgar pensiones vitalicias y adecuadas.
Bajo esos cinco objetivos, las tres analistas de Economía para la Pipol, Valerie Cifuentes, Angélica Benavides y Camila González, precisan que dicha reforma debe limitar los subsidios a quienes tienen mayores ingresos y redirigir esos recursos a los adultos mayores, que son población vulnerable, para asegurarles un ingreso mínimo y que este, a su vez, les permita superar la línea de pobreza.
A su vez, Juan Camilo Chaparro, doctor en Economía Aplicada de la Universidad de Minnesota y docente del Departamento de Economía de la Universidad Eafit, agrega que el sistema pensional colombiano sí debe reformarse y debe hacerse teniendo en cuenta tres propósitos:
A esta reflexión se suma Germán Machado, magíster en Economía y en Políticas Públicas de la Universidad de Los Andes, y profesor de Economía, quien sostiene que la reforma debe darse sí o sí, porque el sistema de pensiones solamente incluye a las personas que reciben ingresos formales de al menos un salario mínimo, y la mayor parte de los trabajadores están actualmente excluidos del sistema y no tienen la esperanza de tener una pensión.
“La reforma debe crear un verdadero mecanismo de protección de la vejez y no limitarse retocar parámetros de un sistema pensional excluyente e ineficiente”.
En este mismo sentido, Carlos Alberto Camargo Mejía, abogado y especialista en Derecho Laboral, argumenta que la reforma pensional es innegable, como lo advirtió el informe de la Misión de Empleo. Además, lo demandan las nuevas formas de producción que, de forma directa, tienen impacto en la seguridad social.
“Las grietas del actual sistema de pensiones son muchas, como el hecho de que el actual régimen pensional no alcanza la cobertura esperada y existen brechas de género y de acceso a una pensión. Además, ingresar al sistema actual es engorroso y algunos lo ven poco atractivo. En la práctica nuestro sistema es promotor de informalidad por su alto costo”, asevera Camargo Mejía.
Nuevo mecanismo
De esta manera, la nueva reforma, según el profesor Machado, debe otorgar mejor financiación al programa de Colombia Mayor, se debe incrementar el monto e incluir a todos los adultos mayores sin ingresos, con la finalidad de eliminar la pobreza en la vejez. Al mismo tiempo, se deben fortalecer los mecanismos de protección para los informales.
Machado insiste en que la reforma, en lo posible, debería también abordar la forma en que se reconocen las comisiones de los fondos privados, con el fin de atarlas al desempeño y permitir la participación de nuevos actores que amplíen la competencia del mercado, con el objetivo de reducir el costo de los seguros asumidos por los afiliados.
Frente a esto, el abogado Camargo Mejía advierte que se deben tener en cuenta los impactos de una reforma, tanto en los términos como en la forma, con el fin de no vulnerar los derechos adquiridos o expectativas legítimas de los cotizantes y pensionados. Por ejemplo, de aquellas personas que están muy cercanas a cumplir con su pensión de vejez.
Agrega que ambos regímenes tienen falencias que necesariamente deben ser corregidas de mano de una reforma laboral que articule las nuevas formas de trabajo.
Lea: La Misión Empleo recomienda que para Colombia es conveniente un solo sistema pensional
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Periodista económico en Vanguardia. Magíster en Estudios Políticos, de la Universidad de Caldas. Comunicador Social – Periodista, egresado de la Universidad Pontificia Bolivariana. De La Guajira.
malguero@vanguardia.com