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Colombia
Lunes 24 de agosto de 2020 - 12:00 PM

La carpa que brinda apoyo durante la pandemia a migrantes en su travesía en las carreteras del país

Desde que comenzó la cuarentena Carpa Esperanza ha atendido a más de tres mil migrantes. Su apoyo va desde el lavado y masaje de pies, cambio de calzado, un plato de comida, tapabocas y antibacterial.

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Imagen suministrada por ‘Carpa Esperanza’/ Vanguardia.
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Hablar de pandemia para muchos es sinónimo de crisis. Este es el caso de los migrantes venezolanos, quienes al comenzar del aislamiento se vieron obligados a afrontar la problemática, sin recursos, trabajo y un lugar donde vivir.

Ahí es cuando la labor de la ‘Carpa Esperanza’ toma sentido. Jorge Parejo y Katherine Canal, son una pareja de misioneros en la organización Juventud con una Misión, Jucum, que, junto a diferentes voluntarios provenientes de Colombia, Suecia, Estados Unidos, México, Puerto Rico, y Venezuela, buscan brindar una esperanza para un pueblo que se ha visto obligado a salir en busca de oportunidades.

“Lo que notamos al inicio de la pandemia fue que algunos de ellos comenzaron a devolverse a Venezuela. Cuando comenzó todo, muchos quedaron durmiendo en las calles, parques, y poco a poco fueron decidiendo retornar a su país con condiciones más difíciles porque ya no tenían refugio donde pasar la noche, ni lugares donde comer, porque todo estaba cerrado por orden del gobierno”, explica Parejo.

Pero al pasar del tiempo este fenómeno, tomó una reversa, y las personas en medio de su búsqueda por sobrevivir comenzaron a retornar a Colombia. Parejo describe esta situación como compleja pues “hemos estado entregando a los caminantes kits de higiene, tapabocas con antibacterial, ayudas para las mujeres, medias, zapatos alimentos preparados, cinta reflectiva para el camino entre otras cosas”.

Cuando la lluvia cae a cántaros, o sienten que van a desmayar por el sol. Cuando el frío es inclemente, o las emociones no dejan continuar. En respuesta a estas necesidades nació ‘Carpa Esperanza’.

“Para aliviar un poco el camino de ellos, facilitando alimentación, hidratación, ropa adecuada para su caminata, ayuda espiritual y emocional”, dice Parejo y asegura que es gratificante saber que son un respiro en medio de un panorama que no pinta nada bien.

La misión de ‘Carpa Esperanza’ es crear un lugar de ayuda humanitaria, donde puedan descansar y sentirse apoyados en medio de un momento que es difícil para todos. Por esta razón tienen habilitados ya cuatro puntos en diferentes lugares estratégicos.

El primero está en la orilla de la carretera, ubicado entre Cúcuta y Pamplona frente a Villa Marina en el kilómetro 93+300, a una hora y media de Cúcuta. El segundo en Bucaramanga kilómetro 9 vía Pamplona. El tercer punto está en Valledupar, esta carpa atiende a los migrantes que viven en las calles de la ciudad, y por último, uno en la Valera estado Trujillo en Venezuela.

Las ayudas provienen de donaciones de entes externos y de sus mismos recursos. Aparte de los recursos ofrecidos, este personal, lava los pies de los caminantes, sin importar su estado y cambia su calzado.

Ellos se enfrentan a historias complicadas día a día. “Recuerdo que hace poco nos encontramos a unas personas durmiendo en la mitad de la carretera en una doble calzada. Estaba lloviendo muy fuerte y me detuve para decirles que más adelante había un puente. Y al detenerme me di cuenta que era una familia de cuatro niños con sus padres, los menores de edad eran muy pequeños y realmente fue muy difícil presenciar ese cuadro pues era muy triste”, afirma Parejo.

Después de esto, los niños se despertaron, los subió al carro y los acercó a un lugar más cómodo para que pasaran la noche. Él dice que ese “fue un momento muy duro, el ver a las familias, a niños, a bebés, a mujeres embarazadas, adultos mayores, a todos caminando en estas condiciones, es inhumano, y cualquiera de nosotros podríamos estar en esa posición”.

“Creo que vale la pena seguir ayudando a estas personas porque ellos son dignos, son personas que merecen ser amadas, ser ayudadas, como cualquier otra persona. Como un colombiano que sufre y tienen necesidades, ellos también las tienen”, afirma Parejo demostrando gran pasión en sus palabras.

Y aunque su misión ha sido ayudar a esta población en específico durante la cuarentena también han entregado mercados a diferentes personas en sectores vulnerables de Bucaramanga y Floridablanca. Pues para ellos lo más importante es entender que la condición de humanos no se adquiere con una nacionalidad, sino por el simple hecho de tener vida, todos merecen ayuda.

“Mi experiencia en ‘Carpa Esperanza’ ha sido confrontadora”, asegura Katherine Canal, esposa de Parejo. Para ella es la oportunidad de “hacerlos sentir aceptados”, pues considera que muchos de ellos son rechazados y esto deja una huella en su vida.

Otro voluntario que ha estado apoyando esta organización es Omar Villadie, el enfatiza en que “no se es malo, o se hace lo malo por ser venezolano, cualquier persona en cualquier nación toma la decisión de hacer lo malo”. Y por esto cree que ‘Carpa Esperanza’ es la oportunidad “de conocer el dolor de una nación que camina en busca de una esperanza literalmente”.

La pandemia ha sido un escenario complicado, pero todas las medidas de bioseguridad se han extremado, pues esta iniciativa no quiere parar de brindar un respiro en medio del caos.

“Al ser un grupo sin ánimo de lucro todo el tiempo necesitamos ayuda pues el trabajo tiene muchos desafíos. Siempre estamos buscando alimentos, y todo lo que tiene que ver con la prevención del COVID 19. Pueden contactarnos, cualquier ayuda es bienvenida, pueden darnos alimentos preparados, o los ingredientes para prepararlos, ayudarnos con el combustible, ropa, zapatos, entre muchas cosas”.

Si usted desea apoyar la causa de este proyecto, puede contactarlos en sus redes sociales. Aparecen en Instagram y en Facebook como @carpaesperanza o se pueden comunicar al número 301 265 9507.

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Publicado por Paola Encinales

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