Una nueva evaluación sobre los índices de reciclaje acaba de entregar a la opinión pública el programa Bucaramanga Metropolitana...
¿Que impide la integración metropolitana?
A propósito del debate de candidatos a la Alcaldía de Piedecuesta, organizado por el programa “Bucaramanga Metropolitana Cómo Vamos” liderado por la Cámara de Comercio y ProSantander, no puedo dejar de manifestar mi absoluta frustración y desasosiego por cómo todos los candidatos, excepto uno, carecen de una visión metropolitana, siendo una perspectiva alarmante ante los retos que tenemos y la urgencia de solucionarlos.
Los argumentos radican en el arraigo de su pueblo desde sus orígenes cuando aún se llamaba villa de Piedecuesta, acompañados de un tono antipático y arrogante frente al hecho de ser parte del área metropolitana, manifestando que esto no les ha aportado nada, a pesar de ser el municipio que más usuarios le aporta al Sitm.
Esta posición mayoritaria pone de manifiesto la molestia de los ciudadanos de Piedecuesta, quienes no han encontrado los beneficios de hacer parte del área metropolitana, sensación que bajo mi criterio se debe a la posición siempre dominante de Bucaramanga en la gobernabilidad de la entidad.
Este malestar no es ajeno a los demás municipios como Floridablanca y Girón; si pudiéramos preguntarles a los ciudadanos y líderes de estas municipalidades, estoy casi que seguro que en el fondo sienten lo mismo que los piedecuestanos, tanto así que ya Floridablanca se separó para administrar su propio catastro municipal.
Pero esto no se trata de hacer diagnósticos sin cuestionarnos e intentar entender ¿Por qué necesitamos una verdadera integración metropolitana?
Más allá de defender el arraigo, actitud absolutamente valiosa en tanto se defienden los orígenes e identidad propios, los ciudadanos metropolitanos esperamos que nuestros gobernantes lideren procesos de transformación social que sólo se lograrán si hay articulación y alianzas metropolitanas. Los gobernantes no pueden creer, ni alimentar posiciones que desconozcan que los ciudadanos, más allá de sentirnos bumangueses, florideños, gironeses, y piedecuestanos, somos ciudadanos metropolitanos, y esta condición también es un arraigo sobrevenido al que tenemos derecho.
Si desde ya los candidatos desconocen el área metropolitana, no va a ser posible salir de los problemas que hoy sufrimos. Es claro que los alcaldes elegidos deberán iniciar una gran transformación del área metropolitana, empezando por su nombre. Y en caso de que los próximos gobernantes no se pongan de acuerdo, pues los ciudadanos metropolitanos sí lo haremos.
Estamos listos para la consulta popular que nos permita crear el Distrito Metropolitano.