Gobierno transitorio de Bolivia busca dialogar con seguidores de Evo Morales
En una rueda de prensa en el Palacio de Gobierno en La Paz, el ministro de la Presidencia, Jerjes Justiniano, aseguró que se trasladará hasta Cochabamba para realizar “absolutamente todos los esfuerzos” para conseguir ese objetivo.
La autoridad aseguró que la intención del Gobierno de transición es lograr acercamientos con todos los sectores y no discriminar a ninguno.
Consultado sobre la posibilidad de contar con interlocutores, Justiniano aseguró que se hicieron gestiones mediante la Cancillería para que las Naciones Unidas puedan enviar a Bolivia un “equipo especializado en mediación”.
La ciudad Cochabambina de Sacaba fue este viernes uno de los mayores polos de tensión por las protestas que rechazaban al Gobierno interino del país con la intención de llegar hasta La Paz.
En Sacaba se produjo el choque entre cocaleros, campesinos y sindicalistas contra la Policía y las Fuerzas Armadas con el saldo de al menos cinco muertos, de acuerdo a un informe preliminar a Efe de la Defensoría del Pueblo de Cochabamba.
La entidad advirtió de un uso “desproporcionado” de la fuerza al momento en que las fuerzas de seguridad intentaron contener a los manifestantes.
El ministro de la Presidencia aseguró que en la refriega se utilizó “armamento de uso militar” y que uno de los fallecidos tiene una herida de proyectil “singular” que no pertenece a un enfrentamiento cruzado con la Policía ni el Ejército, y que podría provenir del propio grupo en el que se encontraba.
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A juicio de Justiniano lo sucedido en Sacaba fue con la finalidad de “crear convulsión”.
Una comisión del Gobierno provisional intentará en las siguientes horas levantar un informe de los sucesos con el número preciso de fallecidos y heridos en ese enfrentamiento.
Con estos decesos el número de fallecidos se ha elevado a dieciocho mientras que el de los heridos supera los 500, según el registro que lleva la Defensoria del Pueblo de las protestas que comenzaron después de las elecciones generales del 20 de octubre.
“Lo que queremos demostrar es que las cosas que se hicieron bien se van a seguir haciendo bien”, dijo el ministro en referencia a los logros de la gestión gubernamental anterior.
¿Qué dice Morales?
El expresidente boliviano Evo Morales afirmó este viernes que la única salida para la crisis y para pacificar Bolivia es celebrar una reunión nacional con todos los actores políticos, ya sea con o sin mediación internacional.
“La mejor forma de pacificar en este momento es una reunión en la que esté (el opositor Luis Fernando) Camacho, (Carlos) Meza, Evo, los movimientos sociales, el gobierno de facto”, señaló Morales en entrevista con la cadena CNN en español en la Ciudad de México, en donde está asilado.
En la entrevista, Morales sostuvo que desde su llegada a México, el pasado martes, ha planteado esta reunión convencido de que “con tanta masacre no creo que el pueblo pare”.
Morales aseguró que el movimiento de protesta observado estos días en su país “es hasta sacar a la dictadura y acabar con el golpe de Estado”.
El exmandatario boliviano lamentó las muertes ocurridas durante las protestas en la zona de Cochabamba, 8 víctimas fatales y más de 100 heridos, al señalar que una de las razones por las cuales dimitió fue para evitar la violencia y las muertes en Bolivia.
“He cuidado permanentemente que no haya muertos y si renuncié no es por cobarde. No quería que hubiera esta violencia”, puntualizó Morales, quien renunció el domingo 10 de noviembre a la Presidencia de Bolivia.
También lamentó la represión y dijo que autoridades de facto en el país son responsables. “Es un genocidio. Lamento mucho tantos muertos” apostilló.
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Morales descalificó al opositor Camacho por ser un personaje con la mentalidad de “no aceptar movimientos sociales” y de utilizar la Biblia para dañar y herir a la familia. “Hace orar para después odiar”.
Lo señaló como representante de un racismo y falangismo que actúa “al estilo de Pablo Escobar (el fallecido capo colombiano de las drogas) de hacer listas (para matar). Es sicariato”, sostuvo Morales, quien estuvo casi 14 años en la Presidencia de Bolivia.
Rechazó las imputaciones que le ha hecho la presidenta interina Jeanine Áñez, quien dijo que si Morales regresa a Bolivia deberá responder a la justicia porque hay un delito electoral y hay muchas acusaciones de corrupción.
Morales respondió con la pregunta “qué delito electoral podría cometer yo”, al señalar que él nunca le pidió nada a los autoridades respectivas sino que solo les decía que hicieran lo que correspondiera por la ley.
“Jamás cometí delito”, insistió Morales al cuestionar el “por qué tanto miedo nos tienen”, y sostuvo que estas acusaciones forman parte de una mentalidad acorde con la tiranía que les caracteriza.