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Jueves 04 de mayo de 2017 - 12:00 PM

Formato de venta de Justo y Bueno acabará con las tiendas de barrio de Bucaramanga

El formato de ventas de la cadena de almacenes Justo y Bueno, desde su llegada a Bucaramanga en marzo de 2016, no ha pasado desapercibido. Expertos hablan de la economía que manejan las tiendas de barrio.

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Mucho se ha dicho sobre esta cadena de almacenes,que rápidamente se expandió por Bucaramanga. (Foto: Archivo/VANGUARDIALIBERAL)
Mucho se ha dicho sobre esta cadena de almacenes,que rápidamente se expandió por Bucaramanga. (Foto: Archivo/VANGUARDIALIBERAL)

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Mucho se ha dicho sobre esta cadena de almacenes,que rápidamente se expandió por Bucaramanga. (Foto: Archivo/VANGUARDIALIBERAL)

Sectores comerciales en Bucaramanga se preguntan si este nuevo formato de venta afectará a las tiendas de barrio, a tal punto de condenarlas a su cierre, como algunos expertos vaticinan.

Esta premisa fue el tema de una comentada columna de opinión del excandidato a la Gobernación de Santander, Leonidas Gómez Gómez, quien afirmó que "el Gobierno está patrocinando el vertiginoso crecimiento de supermercados de 'baratanga' que arrasarán con los tenderos, los proveedores y transportadores del gremio".

En la columna de opinión, que generó odios y amores en redes sociales, Leonidas Gómez Gómez expuso que estos almacenes, además de precios bajos tienen el mínimo de empleados y el peor servicio. "Podemos presumir que solo reciben efectivo para evitar gastos bancarios, pero también para facilitar maniobras tributarias. No construyen ni un solo local, ni un solo parqueadero, todo arrendado como bodegas sin el más mínimo sentido de responsabilidad social y pasándose por la faja los POT de cada lugar".

El columnista de Vanguardia Liberal afirmó además que el peligro de Justo y Bueno consiste en que se gana al público con precios bajos y cuando ya sus rivales cierran ante la quiebra, aumenta sus precios sin tener quien le compita.

Esta premisa caló en los usuarios de redes sociales para quienes quedó sembrada la duda sobre si estos canales de descuento acabarán con las populares tiendas de barrio.

Incluso, por Facebook, Twitter y Whatsapp circula una imagen en la que dice que "no nos dejemos engañar por esta marcas creadas por los grupos empresariales más poderosos del país para destruir a nuestros tenderos y acaparar el negocio".

Vanguardia.com le preguntó a tenderos, líderes de gremios económicos y usuarios sobre si consideraban que el negocio de las tiendas de barrio se afectaría duramente con la expansión de las cadenas de descuento.

"Tocará reinventar el negocio"

En Bucaramanga y el área metropolitana todavía hay barrios en los que Justo y Bueno no hace presencia. Tenderos vecinos de este almacén, que sí lo tienen como competencia directa, hablaron con Vanguardia.com.

"Aunque creo que Justo y Bueno le compite directamente a grandes superficies, si he visto como se disminuyen las ventas. El precio de los productos es más económico y eso nos afecta. ¿Cómo le digo a mi cliente que me compre la leche en $2.800 cuando al lado la venden a $1.600?", contó Gilberto Ardila, propietario de una tienda en San Alonso.

Como no pueden competir en precios, algunos tenderos se las han ingeniado para ganar ventas en aquello que Justo y Bueno descuida. Este es el caso de María Antonia Jiménez, dueña de una tienda en el barrio Antonia Santos, que le apuesta a enviar sus productos por domicilio.

"Me ha tocado vender más al granel, un naranja, media libra de arroz, y también comencé a realizar domicilio a las casa del sector. Lleva más tiempo pero se gana al cliente. Y tengo otro plus que Justo y Bueno no tiene: yo sí fío. En eso debería ayudarnos el gobierno, para saber cómo más fidelizar al cliente porque tocará reinventar el negocio" dijo Jiménez.

La tendera le contó a Vanguardia.com que va con frecuencia a Justo y Bueno, incluso compra algunas cosas allá, y en estas visitas identifica qué puede ofrecer en su negocio.

Esto mismo afirmó Luis Enrique Flórez, un vendedor de frutas en la plaza San Francisco de Bucaramanga. "Toca mirar cómo cambiar el negocio. No podemos dejarnos morir, porque además en el país funciona el libre mercado y cualquiera puede venir a vender si cumple con las leyes. La verdad me he visto afectado muy poco, pero sé que por precios no se le puede competir a esos almacenes".

Los tenderos, como Manuel Ortíz propietario de una tienda en Cabecera, también están consientes de que su público es un poco diferente al que le apunta Justo y Bueno. "Acá vienen los que se ganan el dinero por día. Una persona que tiene para mercar mensualmente no se acerca a nuestro negocio. En cambio, los que solo hasta la noche saben cuánto dinero tienen para comprar lo de la comida, ellos son los que vienen a mi tienda".

Buscando la economía

Los descuentos que ofrece Justo y Bueno a sus clientes son su mayor atractivo. En estas tiendas una ama de casa puede conseguir 500 gramos de arroz a $1.450 mientras que en cualquier tienda el mismo producto vale $1.800, lo mismo sucede con otros productos de la canasta básica.

"Puedo mercar al mes con $300 mil para tres personas y le doy gusto a mi hijo en lo que se antoje. Esto no lo podría hacer en la tienda", comentó Sonia Ortíz, asidua compradora de Justo y Bueno.

Este tipo de opiniones abundan sobre Justo y Bueno. Por ejemplo, Patricia Gómez escribió que no cree que la cadena "sea competencia de las tiendas de barrio. Es competencia de las grandes superficies. Además venden productos nacionales, de buena calidad y a precios competitivos. No gastan en publicidad, ni en bolsas, solo aceptan efectivo y ese ahorro se lo trasladan al consumidor. Creo que es competencia y eso es bueno para el consumidor, más de donde escoger".

Sin embargo, otros tienen opiniones diferentes. Según Laura Peña, cliente , los consumidores deben ser consientes y pensar a largo plazo. "¿Qué podría pasar que cuando ya no queden casi tiendas de barrio? Estas nuevas empresas pueden manejar los precios a su antojo. Pero bueno, estamos en un mercado de libre competencia y en el presente los consumidores somos los más beneficiados", afirmó Peña.

"Los tenderos son los reyes del consumo": Fenalco

Ante el crecimiento de los canales de descuento en todo el país, el director ejecutivo de la Federación Nacional de Comerciantes, regional Santander, Alejandro Almeyda Camargo, afirmó a Vanguardia.com que lo primero que deben hacer los tenderos es capacitarse y continuar mejorando el servicio.

"Desde hace varios años han llegado competidores muy importantes. Sin embargo, hoy por hoy los tenderos continúan siendo los reyes del mercado. Se sabía que la competencia iba a llegar tarde o temprano, pero con buen servicio, variedad de productos, con menudeo, llevando a domicilio, enfocados en el cliente, le juro que las tiendas no van a desaparecer", explicó Almeyda.

Para el director regionald e Fenalco, los canales de descuento no le compiten directamente a los cerca de 15 mil tenderos del área metropolitana de Bucaramanga, aunque acepta que el tema del precio es un punto débil.

"La competencia no es para los tenderos sino es para los supermercados y micro mercados. El cliente se adapta porque uno siempre busca a un buen tendero de confianza, que lo asesora, que le ayuda", afirmó.

Para Almeyda Camargo, los tenderos deben enfocarse en mejorar la atención al cliente, en ver qué otras opciones ayudan a su consumidor porque ese negocio tiene "muchas ventajas competitivas sobre todo en cantidad, porque por cada almacén de fuerte descuento hay cerca de 8 o 10 tiendas en Bucaramanga".

¿Se salvó la caída de la canasta familiar?

Un estudio de Kantar Worldpanel, empresa experta en el comportamiento del consumidor, evidenció cómo los canales de descuento contienen la caída de la canasta familiar, ya que los hogares colombianos están racionalizando en el volumen y la frecuencia de compra, impactando el consumo. Durante el año pasado de cada $100 que se gastaron, $19 se desembolsaron en este formato.

Según el estudio, el gasto total de los colombianos se ha reducido entre diciembre y enero de 2017 en 7%. Ocurrió igual con la frecuencia de compra, donde las visitas al punto de venta pasaron de 5% en diciembre a 1% en enero.

“En medio de este panorama los canales de descuento han ganado espacio como opción de compra de los colombianos, en tanto que han contenido la caída de la canasta familiar. Si no fuera por las ventas de este tipo de puntos de venta, la caída de la canasta sería de –2%”, comentó Andres Simón, vocero de Kantar Worldpanel.

El comportamiento del consumidor, según el estudio, está cambiando pues cada vez son más los hogares que están prefiriendo este tipo de canales, como Justo y Bueno para hacer sus compras sino además llevan más productos.

“El panorama para los próximos meses va por el mismo camino. Los hogares, buscando economía, seguirán acudiendo a los precios cómodos de las tiendas de descuento, sumado a esto, la proyección indica que los colombianos van a continuar reduciendo frecuencia de compra para mantener el consumo de categorías. Con el bolsillo apretado, los consumidores están analizando más sus decisiones de compra”, comentó Simón.

Según el informe los canales tradicionales están perdiendo espacio, en favor de las tiendas de descuento que entre 2015 y 2016 ganaron casi 25 puntos en penetración de mercado.

Sin embargo, Juan Ernesto Parra director de Fenaltiendas, consideró que sí se ha tenido una percepción de que este formato le ha quitado mercado a las pequeñas tiendas de barrio, especialmente en la categoría de aseo.

“De todas formas, sigue habiendo un público que sigue siendo ‘marcario’ y que siempre llega a comprar. Existe la amenaza y hay una reducción de algunas categorías”, explicó Parra.

Mercadería Justo y Bueno ya llegó al millón de hogares, principalmente en Bogotá, pues 28 de cada 100 usuarios han acudido a estos sitios. Este aumento ha hecho que en los últimos tres años, los canales de descuento aumentaran su penetración en los hogares colombianos en un 40%, según otro informe de Kantar.

En este análisis se determinó que cerca de 3 millones de hogares están comprando en este tipo de puntos de venta y que acuden a ellos, en promedio, una vez por semana.

"Para quienes prefieren Justo y Bueno se inclinan por las categorías básicas, junto al arroz, el aceite de cocina, la leche líquida y el papel higiénico.Existe una fuerte interacción entre los canales de descuento y el canal tradicional por su fortaleza en la canasta de lácteos. Esto genera que las transacciones de la tiendas de barrio migren a este tipo de canal y sea un gancho para generar tráfico de compradores", afirmó Miguel de La Torre, director de nuevos negocios de Kantar Worldpanel.

¿Qué dice Justo y Bueno?

Vanguardia.com intentó comunicarse en reiteradas ocasiones en las últimas semanas con Pedro Rueda, encargado de Justo y Bueno en Santander, pero no obtuvo respuesta a nuestras preguntas.

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Publicado por Daniela Puentes Rueda

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